El precio del petróleo acerca a Washington y Caracas

El precio del petróleo acerca a Washington y Caracas

La reunión entre Juan González, asistente especial del presidente Joe Biden y Director Principal del Consejo Nacional de Seguridad para el Hemisferio Occidental con Nicolás Maduro ha cambiado momentáneamente el tablero geopolítico en donde se mueven las negociaciones sobre Venezuela.

Mariano de Alba, Asesor de International Crisis Group sostiene que la invasión a Ucrania “llega en un mal momento para Maduro, quien había estado explorando tras bastidores con el gobierno de EEUU la posibilidad de que este realizara algunas concesiones”.

De Alba sostiene que este acercamiento tenía “tiempo cocinándose, no la visita, pero si es cierto que entre el gobierno de EEUU y el gobierno de Maduro han habido mensajes tras bastidores, mensajes que van y vienen. Esos contactos se acrecentaron de forma importante una vez que Rusia invade Ucrania, y de alguna forma se trató de insistirle mucho al gobierno de Maduro que tuviese cautela y cuidado en su apoyo a Rusia, es decir, que no fuese más allá de la retórica, porque si él hacía eso, iba a descarrilar lo que se venía conversando tras bastidores, que era la posibilidad de abrir la ventana a ciertos acuerdos”.

Desde su perspectiva lo que prevalece “son las consideraciones geopolíticas alrededor de un análisis que hacen dentro del Departamento de Estado de que los precios del petróleo pueden subir a niveles exorbitantes, desde el impacto que eso tiene en sus ciudadanos y el descontento que eso va a generar. Esa es la gota que derrama el vaso que hace que la Casa Blanca le de luz verde de una reunión presencial en Caracas, que el gobierno de Maduro también la estaba buscando”.

 

Debilidad del gobierno encargado

Para De Alba el gobierno interino queda muy debilitado, “de alguna forma se imponen los hechos, se hace evidente que el análisis en el alto gobierno estadounidense es que estamos en un momento en que la oposición venezolana no tiene nada que poner sobre la mesa en términos reales, y por lo tanto el gobierno de EEUU se ve obligado a buscar otros caminos. Hay efectos colaterales de estos contactos, si efectivamente avanzan, que pudiesen ir en la línea de lo que es presumiblemente el interés del gobierno interino. Sabemos que la delegación de la Plataforma Unitaria ha estado solicitando al gobierno de EEUU algunas concesiones que hicieran más probable que Maduro regresara a la mesa en México. Yo pienso que todavía en la oposición venezolana hay importantes diferencias, hay sectores que si creen en la mesa de México, y otros más cercanos al partido Republicano de EEUU que siguen pensando que la única respuesta posible es más sanciones, más presión, y estaban viendo con buenos ojos el contexto geopolítico que veían más probable que llevarían a que EEUU endureciera su posición”.

La interpelación del senador Marco Rubio a la subsecretario de Estado de EEUU Victoria Nuland apunta a la dirección que menciona De Alba. Aunque en el diálogo Rubio trató de proteger al Gobierno Interino, en la práctica sus palabras demuetran que Washington a decido explorar otras formas de negociación con el gobierno de Maduro, incluso a espaldas del representante diplomático de Guaidó ante EEUU.

Rubio: Secretaria Nuland, ¿Estados Unidos reconoce a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela? Nuland: Lo reconocemos, reconocemos su liderazgo en Venezuela. Rubio: ¿Lo reconocemos como Presidente Interino? ¿No es esa nuestra posición oficial?
Nuland: Sí, esa es..
Rubio: ¿Entonces, por qué nos reunimos con el dictador Nicolás Maduro sin decirle a él o al embajador en EEUU? Entiendo que le dijeron después, ¿por qué no se coordinó antes con ellos? Nuland: Se coordinó antes, nos reunimos con la oposición antes de la reuniónNuland: Se coordinó antes, nos reunimos con la oposición antes de la reunión.
Rubio: Se reunieron con la oposición después de la reunión.
Nuland: Voy a tener que contradecirle, Senador. Puedo decirle que fue antes de la reunión.
Rubio: Puedo asegurarle que fue después, el Embajador lo siente así, que fue advertido después de la reunión. De cualquier forma, ¿está usted al tanto de que la industria petrolera venezolana está destruida luego de años de corrupción y mal manejo?.
Rubio: esta reunión secreta que ocurrió esta semana es parte de una estrategia rusa o es una especie de pivote en nuestra estrategia hacia Vzla?
Nuland: Esto no es un pivote en nuestra estrategia hacia Venezuela, Senador. Yo solo puedo hablar hasta cierto punto en este espacio, con gusto podré informarle en otro espacio al respecto luego. Rubio: Pero esto no es algo clasificado porque se trata de un encuentro reconocido.
Nuland: Esta misión se trató para visitar y revisar la salud y el bienestar de los ciudadanos americanos presos en el país, los CITGO 6, y los otros dos ciudadanos presos en el país (…)
Nuland (…) Hemos hecho visitas a Caracas por ese motivo y estábamos buscando a la vez que el régimen de Maduro volviese a la mesa con la oposición y la comunidad internacional. Hubo otra serie de asuntos que no puedo hablar en este espacio.
Rubio (después de explicar la vinculación de Maduro con Saab y la causa que se paralizara la negociación) Maduro ama negociar pero nunca llega a ningún acuerdo, por eso el Vaticano ya ni siquiera se quiere involucrar con ese asunto más, prácticamente ningún país quiere asumirloRubio: No entiendo por qué pensamos en levantar las sanciones, ayer Maduro lo celebraba en televisión mientras se burlaba de Guaidó. Esa reunión le hizo mucho daño a quien nosotros reconocemos como Presidente

¿La oposición puede incidir?

Para el sociólogo y doctor en procesos políticos contemporáneos Juan Manuel Trak el acercamiento de la administración de Biden al gobierno venezolano no puede interpretarse como que “Maduro es bueno ahora para los Estados Unidos, sino que es necesario. Guste o no, haya coherencia o no. La pregunta es, ante esta coyuntura crítica, qué hacen las oposiciones para incidir en el resultado de este cambio en la política de EEUU para Venezuela (…) La realpolitik no era decir que todas las opciones estaban sobre la mesa o llamar a una intervención que no iba a ocurrir, realpolitik es lo que hace Estados Unidos hoy. Es normal que no guste al ciudadano común. Pero, para el análisis, las cosas son como son no como se desean”.

El encuentro entre González y Maduro puede ser el inicio de un proceso muy frágil, advierte por otra parte Michael Penfold Fellow del Wilson Center y profesor de planificación estratégica. Según Penfold hasta hace poco unos de los pilares de la política exterior de EEUU hacia Venezuela era evitar cualquier contacto directo entre la Casa Blanca y Miraflores. “Toda conversación era intermediada por canales indirectos, preferiblemente por el interinato o por sus delegados en México (…) Lo que observamos, con la visita de los altos funcionarios de Biden a Caracas, es un giro de esa política exterior. La crisis global con Rusia marca un antes y un después, y obliga a EEUU a privilegiar su interés de seguridad energética por encima de su posición política previa”.

No obstante, Penfold advierte que los EEUU “no abandonará su posición política. Buscará relanzar unas negociaciones que están hoy completamente estancadas en México. Y Maduro tratará de limitar esas negociaciones a una discusión estrictamente electoral de cara al 2024 y obligar a un cambio en las delegaciones”.

Un visión similar mantiene el director del programa para Venezuela de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Geoff Ramsey, sostiene que, aunque la visita de la delegación encabezada por Juan González a Venezuela ocurrió después de la invasión de Rusia a Ucrania, forma parte de la estrategia impulsada por EEUU de avanzar hacia una transición democrática en Venezuela a través de negociaciones”.

Para Luis Vicente León, director de la firma de análisis de opinión pública Datanálisis, el gobierno de EEUU envió una misión directa a Venezuela porque tiene un interés concreto en el tema energético y porque no cree que el interlocutor clásico con Maduro (la oposición) pueda avanzar solo en tratar de lograr algún acuerdo.

Aunque ninguna de las partes ha confirmado oficialmente los puntos discutidos, la creencia generalizada -especialmente después de la prohibición de Biden a exportar petróleo ruso- es lograr avanzar en las licencias que permitan a las empresas Chevron Corp (CVX.N), la india ONGC (ONGC.NS) y las europeas Eni, Repsol y Maurel & Prom intercambiar petróleo venezolano.

¿Venezuela puede sustituir la producción rusa?

Francisco Monaldi, director del Latin American Energy Program de Baker Energy explica que el único factor importante que juega a favor de que Venezuela pueda hacer las inversiones requeridas y subir la producción considerablemente, con Maduro en el poder, es el altísimo precio del crudo. Las demás variables han empeorado mucho en los últimos 20 años”.

Monaldi admite que “no hay duda de que Venezuela tiene las reservas para subir la producción y también buena parte de la infraestructura necesaria, pero hay que atraer decenas de miles de millones de dólares con un gobierno que en el pico histórico de precios destruyó su industria petrolera y no logró ejecutar en 20 años un solo proyecto petrolero nuevo a pesar de no tener sanciones y tener los precios mas altos de la historia, perdiendo mucho mercado con sus socios de la OPEP”.

Por otra parte, el economista César Aristimuño (en declaraciones al portal Banca y Negocios) explicó que “Venezuela adquiere, en este momento, una importancia estratégica, en el negocio petrolero internacional. Por ello vemos que sale Rusia, y Estados Unidos decide acercarse a Venezuela (…) El acercamiento es interesante y es una oportunidad que no debería perderse, ya que la cifra de exportación no es imposible para Venezuela y ello le permitiría al país tener un alivio de las sanciones y mejores relaciones con el gobierno de Biden. El pragmatismo se esta imponiendo. Ojalá haya puntos de coincidencia y que ambos lados logren sus objetivos (…) Sería muy bueno que nosotros, en esta oportunidad, hiciéramos lo mismo, tomásemos este nivel de abastecimiento del petróleo ruso a los Estados Unidos porque al final estamos hablando de una cifra que es bastante factible de lograr por Venezuela, unos 400.000 barriles diarios, permitiéndole al gobierno negociar o liberarse de muchas de las sanciones que existen hoy y colocar a al país en una relación bilateral con Estados Unidos mucho más conveniente”

David Smile, profesor de relaciones humanas e integrante del Inter-American Policy and Research de la Universidad de Tulane (New Orleans, Louisiana) explica que el “interés repentino de EEUU en Venezuela no debería ser una sorpresa. Es comprensible que las sanciones sin precedentes de los países occidentales destinadas a aislar al presidente ruso, Vladimir Putin, hayan generado un nuevo enfoque hacia los proveedores alternativos de petróleo, incluida Venezuela”.

Smile considera que un eventual acuerdo entre Estados Unidos y Venezuela “sería una pieza crucial en el rompecabezas para sancionar la energía rusa. El petróleo venezolano sería un sustituto perfecto del petróleo ruso en gran parte porque el petróleo ruso ha sido un sustituto perfecto del petróleo venezolano”.

Smile explica que una de las motivaciones de Putin para profundizar la relación con Venezuela en los últimos años “puede haber sido precisamente contrarrestar el apoyo de Estados Unidos y Europa a Ucrania. De hecho, como testificó la ex funcionaria de alto rango del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU, Fiona Hill, en el Congreso en 2019, los rusos en un momento incluso le ofrecieron a la administración Trump un trato para cambiar Venezuela por Ucrania (…) A Maduro debería preocuparle que, si Rusia gana el control de Ucrania, Putin podría perder interés en Venezuela.

Voces en contra

Aunque la mayoría de los analistas locales avalan la reunión entre EEUU y Venezuela y la flexibilización de algunas sanciones en forma de licencias para las petroleras, existen opiniones contrarias entre los principales aliados del Gobierno Interino de Juan Guaidó en EEUU.

El senador Marco Rubio calificó de vergonzosa la propuesta que realizaron los funcionarios del gobierno de Joe Biden al régimen de Nicolás Maduro. “El tema de negociaciones es ridículo, porque Maduro ha utilizado negociaciones como una táctica para comprar tiempo, para publicidad y para dividir la oposición”.

Por otra parte el senador Bob Menendez sostiene que de concretarse los acuerdos con Maduro “tendría serias preocupaciones que corremos el riesgo de perpetuar una crisis humanitaria que ha desestabilizado a América Latina y el Caribe durante toda una generación”.

Por otra parte, después de tres días de silencio informativo el gobierno interino decidió fijar posición sobre el encuentro. En un comunicado de prensa explicaron que reiteraban “su disposición, que ha sido permanente y pública, para retomar el proceso de negociación en México cuanto antes, para lograr elecciones presidenciales y parlamentarias libres y garantía para todos los sectores. Venezuela necesita un acuerdo urgente que permita lograr soluciones a la crisis y volver a ser un país que impacte positivamente a la región y al mundo (…) Agradecemos al Gobierno de los EEUU el respaldo que ha dado al pueblo de Venezuela, al Gobierno Encargado, la Asamblea Nacional y a la Plataforma Unitaria, en su insistente labor por lograr una solución al conflicto de Venezuela a través de un proceso de negociación con garantías, que hoy es más urgente que nunca, en medio de este grave conflicto global. Los asumimos y reconocemos como el principal aliado internacional de nuestra lucha, y como tal tenemos el deber de luchar en conjunto por la libertad”.

Sobre el encuentro en concreto, el Gobierno Interino indicó: “Ratificamos al mundo y al pueblo de Venezuela nuestra posición, que fue transmitida a la delegación del Gobierno de los EEUU que visitó nuestro país: todo levantamiento de sanciones debe estar condicionado a avances reales hacia la transición a la democracia y la libertad de Venezuela, y tiene que traducirse en soluciones directas para la vida de los venezolanos. El levantamiento de cualquier medida de presión, si no está orientado a la democratización, solo fortalecería al autoritarismo que hoy amenaza al mundo (…) Solo una Venezuela con garantías democráticas, institucionales y de transparencia puede ser un proveedor energético confiable y eficiente para el mundo. De lo contrario, no solo la corrupción, ineficiencia y estado actual de nuestra Industria petrolera lo hará inviable, sino que se estaría financiando y fortaleciendo a una dictadura acusada de crímenes de lesa humanidad y que ha generado el desplazamiento de más de 6 millones de refugiados denunciado tanto por la ONU, como por la CPI, y solicitada por el Departamento de justicia de los EEUU por financiamiento al narcotráfico y terrorismo.

Una posición similar mostró el presidente de Colombia Iván Duque, quien aseguró: “Este es un tema sobre el que Estados Unidos tendrá que reflexionar (…) Han tenido una posición sobre esto (que) hemos compartido, que es llamar a las cosas por su nombre. Y ese gobierno (el de Maduro) es una dictadura”.

Sin embargo, desde la administración de Biden el enfoque es diferente.  Al ser preguntada por un periodista de CBS sobre “si vale la pena hacer negocios con un déspota como Nicolás Maduro para reducir los precios de la gasolina”, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Jen Psaki explicó:  “Creo que eso es saltarse varios pasos adelante del proceso. Hubo una discusión que se tuvo en ese país con miembros de la administración en los últimos días y esas conversaciones están en marcha. Parte de nuestro foco está en la salud y la integridad de los ciudadanos americanos detenidos en ese país. Son procesos separados, pero ese es parte de nuestro enfoque (…) El propósito del viaje de algunos de nuestros funcionarios fue para discutir una serie amplia de temas, incluyendo algunos vinculados a seguridad energética pero también para discutir y revisar el estado de algunos estadounidenses detenidos en ese país. No vamos a perder ninguna oportunidad”.

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Ha resultado insólito la ligereza con la que en Venezuela el sector opositor que representa el denominado “Gobierno interino”, y los jefes de los partidos políticos venezolanos del llamado G4, han entregado incondicionalmente su propia legitimidad política al inquilino de la Casa Blanca en Washington -Pedro Benítez 

El llamado de atención a la oposición

El historiador Pedro Benitez -en un artículo escrito para El Navio– explica: “Cualquiera que se tome la molestia de indagar un poco sobre la historia contemporánea descubrirá que en las grandes disputas internacionales los más débiles son como piezas de ajedrez. Esa es una de las razones por la cuales en América Latina varios de los dirigentes políticos más notables de la región se negaron siempre a alinear de manera incondicional a sus respectivos movimientos nacionales con una potencia en particular”.

Según Benitez “es por esto que ha resultado insólito la ligereza con la que en Venezuela el sector opositor que representa el denominado “Gobierno interino”, y los jefes de los partidos políticos venezolanos del llamado G4, han entregado incondicionalmente su propia legitimidad política al inquilino de la Casa Blanca en Washington. Buscando lógicamente el apoyo internacional han confundido la gimnasia con la magnesia“.

Benitez recuerda en su artículo: “Desoyendo las advertencias que se le han formulado al respecto, imprudentemente ha insistido una y otra vez en reducir su propia fuerza al respaldo otorgado desde Washington. Ante cada crisis, ante cada una nueva dificultad, sus voceros han respondido invariablemente diciendo: “pero seguimos siendo reconocidos por Estados Unidos como el Gobierno legítimo de Venezuela (…) En resumen: hipotecar la causa democrática venezolana en manos de una potencia, así sea la más importante y la primera democracia del mundo ha sido un error, una imprudencia y una inconsecuencia con los principios que se dicen defender. La política opositora venezolana la deben hacer los venezolanos para los venezolanos.

 

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