Comienza la etapa de María Corina Machado al frente de la oposición

María Corina Machado está cerca de lograr uno de sus principales objetivos estratégicos: tener un rol determinando dentro de las decisiones que se toman en la oposición venezolana.

A menos de cuatro meses de la elección primaria que organiza la oposición venezolana para definir a un candidato presidencial que se enfrente a Nicolás Maduro en 2024, Machado tiene la primera opción de triunfo. No obstante, lo más importante -para sus objeticos- es que los ciudadanos la empiezan a percibir como la líder de la oposición.

Según el más reciente estudio de opinión pública de la firma Delphos para 33% de los venezolanos Machado es el líder de la oposición, seguida por el excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski que es visto como el líder por apenas 6,4% de los venezolanos.

Machado ha desplazo en el imaginario a Juan Guaidó. En noviembre de 2022 Guaidó era percibido por como el líder de la oposición por 10,8% de los ciudadanos, mientras apenas 6% identificaba en este rol a Machado.

Por otra parte, si solo se considera la opinión de los ciudadanos que se definen a sí mismo como opositores destaca que Machado es vista como la líder de la oposición por 51,9% de los ciudadanos que se ubican en este grupo.

Según Delphos 11% de los venezolanos tiene una probabilidad entre alta y moderada a participar en la primaria. Si solo se considera la intención de voto de este grupo hasta 70% dice que apoyará a Machado en los comicios de base. El apoyo a Machado es transversal en todos los grupos de edad y niveles socioeconómicos, incluso en los sectores con menos recursos.

No obstante, aunque Machado ganase la primaria no pudiese presentarse a la elección presidencial en contra de Maduro por haber sido inhabilitada políticamente por 15 años. A la fecha, la única opción que Machado -o cualquier otro de los inhabilitados- pueda participar en los comicios de 2024 se reduce a que se elimine las restricciones en su contra a través de una negociación con el régimen venezolano.

La nueva oposición
Aunque Machado no pueda presentarse a la elección presidencial, el halo de triunfalismo que se ha generado a su alrededor la convierte en este momento en la principal referencia de la oposición, como en el pasado ocurrió con Juan Guaidó, Leopoldo López, Henrique Capriles Radonski y Manuel Rosales.

Para Machado, la primaria es una oportunidad única para poder aspirar a dirigir a la oposición venezolana. Según los analistas de la firma Carpe Diem, los integrantes de la Plataforma Unitaria se han quedado sin argumentos y razones válidas para excluir a Machado de jugar un rol determinante, e incluso predominante, en la conducción política opositora y del proceso de negociación con el gobierno venezolano.

De hecho, Machado anunció recientemente en un foro en Washington DC, organizado por el Atlantic Council que de ganar la primaria cambiaría a todo el equipo negociador de la Plataforma Unitaria.

Sin embargo, desde la Plataforma Unitaria ya se han apresurado a precisar que el ganador de la primaria no puede “llevárselo todo”. El gobernador del estado Zulia Manual Rosales, que declinó participar en la primaria para forzar un acuerdo entre en los presidenciales opositores, ha respondido a los planteamientos del entorno de Machado diciendo “que alguien tenga más votos no lo hace dueño de la oposición”.

Sin embargo, la conformación del Consejo Político Internacional del Comando de Campaña de María Corina Machado bajo la dirección de Antonio Ledezma es toda una declaración de intenciones de cómo cambiará la dirección de la oposición venezolana, optando nuevamente por figuras que avalaron la tesis de la máxima presión en contra del régimen venezolano y rechazaron la estrategia de negociación de los últimos dos años.

Rechaza el acuerdo
Ante la incertidumbre de la estrategia de la ruta política que tomará la oposición si el ganador de la primaria está inhabilitado, algunos dirigentes han sugerido que Machado, Capriles Radonski y Freddy Superlano deben retirarse de la contienda.

Una propuesta que Machado ha desestimado. “¿Ese argumento qué es lo que tiene por detrás? Que el régimen escoja, que Maduro escoge el candidato que a él le conviene para enfrentarlo. Porque entonces, si todos los que a Maduro no le gustan, los inhabilita, el único que va a quedar sin inhabilitación es el que le convenga Maduro. Esa es la tesis de quienes están derrotados de quienes no están dispuestos a defender lo que la gente quiere”.

De hecho, Machado asegura que “obligará” al Consejo Nacional Electoral a aceptar su postulación presidencial.

Desde la perspectiva de Machado ganar la primaria le dará la legitimidad necesaria para imponer su visión, incluso la de no aceptar que su candidatura sea sustituida por la de algún líder que no esté inhabilitado.

¿Ustedes creen que el país va a aceptar que los venezolanos elijamos al que nos de confianza y entonces ese vaya y a dedo nombre a uno que es el que quiere Maduro? Eso es inconcebible, eso es la derrota. Esta lucha que viene ahora es en los términos y las reglas de la democracia y la ciudadanía, no en las de la tiranía. Ahí es donde cambia todo”.

Complot opositor en contra de Machado
Las diferencias de Machado con el resto de los líderes opositores son evidentes. Al extremo que la candidata ha posteado caricaturas en donde se transmite la idea que su inhabilitación fue pactada entre la oposición y el gobierno de Maduro.

No obstante, en paralelo ha ofrecido declaraciones en donde sostiene que “todas esas divisiones que el chavismo provocó se han ido demoliendo con la destrucción de nuestra economía y de la calidad de vida, pero sobre todo con la separación de la familia. Siento que esa unión entre el país ya se está dando. Lo primero que tengo que hacer, si gano la primaria, es asegurarme de que todo el mundo sienta que es un proyecto común, un proceso que no va a buscar revanchas ni a pasar facturas, sino buscar espacios de consenso. Voy a tener que hacer un esfuerzo enorme en contactar líderes internacionales del mundo democrático, y no tan democrático, para alinearnos sobre cómo hacerle entender al régimen que en su mejor interés está no obstaculizar un proceso electoral competitivo”.

No obstante, también ha dejado en claro que debe arrancar “una nueva etapa de negociación, que tendrían una posición relativamente distinta a la que existe ahora, en donde no hay un liderazgo con legitimidad, donde hay distintas posiciones entre distintos sectores de la oposición venezolana. Con la primaria habría una coordinación de representatividad clara. Ahí se puede plantear un nuevo período de negociación con términos muy claros para buscar una salida democrática”.

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