El Mapa de Riesgo Político de 2018 elaborado por la firma ORC Consultores alerta que venezuela entrará en una etapa de caos, conflicto e hiperinflación que puede prolongarse hasta por dos años.
Aunque la firma reconoce que el cambio político es posible a través de la elección presidencial, en su análisis se advierte que estos comicios pueden ser “manipulados en la fecha de la convocatoria, en la duración de la campaña, en la ingeniería electoral, en los candidatos que participan y en el ánimo de la gente para activarse políticamente, pero también en lo vulnerable de la población a través de los controles del aparato clientelar, de los comisarios políticos que están insertados en las comunidades y organizaciones públicas para el control político y social”.
Según el análisis de ORC Consultores el régimen de Nicolás Maduro necesita al menos de 3.000 millones de dólares para garantizarse el éxito de la maquinaria de control social que comenzó a implementar desde julio de 2016 para garantizarle, “al menos nominalmente, 6 años más a la Revolución Bolivariana”.
El Mapa de Riesgo Político de 2018 incluye el análisis de 60 variables, agrupadas en cuatro categorías: 1) Terrorismo, cambio político y violencia política; 2) Seguridad; 3) Económicos, Financieros y Regulatorios; y 4) Calidad de vida.
De las 60 variables estudiadas, al menos cinco se encuentran en un escenario de “muy alta probabilidad de ocurrencia”, con un nivel de impacto “muy elevado”. Estas variables son: 1) Imposibilidad de la gente para comprar la canasta básica; 2) Saqueos y robos a camiones de carga; 3) Estallido social; 4) Protestas por falta de CLAP; y 5) Modificación en el control de cambio de divisas.
En esta categoría en el análisis de ORC se advierte que “no se puede dejar de prestar atención a las variables de la zona media de ocurrencia que pudieran tener mayor efecto en las organizaciones y en el desenvolvimiento de la población en el día a día, pero también en el juego de poder entre la oposición, el régimen y la ciudadanía en el medio tratando de sobrevivir a la crisis. Hoy el gran predictor será cuánto “tesoro” se reparte para la lealtad de las facciones al centro de poder, y cuánto de ese tesoro “cae” a la población.
En la categoría Económicos, Financieros y regulatorios las tres variables a monitorear durante 2018 serán la consolidación del mercado negro de alimentos, el aumento de la corrupción y los sobornos y la caída de la producción petrolera.
En el caso de la categoría asociada a la calidad de vida, las variables a considerar serán la imposibilidad de acceder a la canasta básica, los cambios que introduzca la Asamblea Nacional Constituyente y la escasez de medicinas y alimentos. En el análisis se advierte que las variables de esta categoría son “las que pueden generar abruptamente procesos de conflicto político y social, además de ser determinantes para la activación del cambio político o de la continuidad del gobierno”.
Para elaborar el Mapa de Riesgo Político de 2018, la firma ORC Consultores realizó entrevistas especializadas a CEO, presidentes de empresas, gerentes de alto nivel pertenecientes al sector bancario, académicos, presidentes de cámaras empresariales y comerciales binacionales, así como investigadores de políticas públicas.
Solo quienes se dicen chavistas no son, mayoritariamente, pesimistas sobre el futuro. 66% de los independientes y 79% de los opositores creen que en los próximo meses la situación del país se va a continuar deteriorando; sin embargo esta opinión apenas la comparten 31% de quienes se dicen chavistas. En este segmento, 23% considera que la situación “seguirá igual” y 34% cree que va a mejorar.
Según este estudio de Datincorp 59% de los ciudadanos asegura que tiene un familiar que ha emigrado a causa de la crisis, 50% de los ciudadanos se consideran de clase medio-baja, mientras 35% considera que ni el socialismo, ni el capitaismo resolverán la crisis. Por otra parte, 69% considera que la prioridad del Gobierno debe ser resolver la crisis económica. Para 32% la crisis se resuelve con una elección presidencial, mientras 33% cree que solo se resolverá mediante negociaciones. No obstante, 15% de la población apoyaría una intervención militar extranjera si con esta acción se soluciona la crisis.
Este estudio se culminó el 17 de diciembre. Consistió en 1.009 entrevistas en hogares para un error muestral de +/- 3,1%.