La victoria de los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios para escoger alcaldes celebrados el 10 diciembre no es sorpresiva. Sin la participación deAcción DemocráticaPrimero Justicia y Voluntad Popular (los tres principales partidos de oposición por su capacidad de movilizar electores) era previsible que los adversarios de la Revolución Bolivariana no lograrían mantener el control de los 76 municipios en los que gobernaban desde 2013.

Según el boletín de resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) los candidatos del chavismo lograron este domingo triunfar en 308 de los 335 municipios del país (92% de los gobiernos locales), mientras las fuerzas disidentes del chavismo ganaron en 20 jurisdicciones. Los resultados del organismo comicial indican que la oposición solo logró mantener el control en siete localidades (a través de candidatos que no acataron formalmente el llamado de sus partidos a no presentarse a estos comicios).

Hace cuatro años, con una participación de 58,92% de los votantes registrados, el chavismo ganó en 241 municipios y los candidatos disidentes triunfaron en 18 localidades.

Aunque el número de alcaldías ganadas por el chavismo no constituye una sorpresa (a causa de la escasa competencia) la participación en el proceso dada a conocer por el CNE sí lo es. Según los datos del poder electoral, el domingo acudieron a votar 9.281.257 electores, lo que equivale al 47,33% del total de ciudadanos habilitados para sufragar.

Esta cifra de participación es una de las más bajas registradas en los últimos diez años en Venezuela, sin embargo a pesar de la poca competitividad del evento, el chavismo continúo consolidando su base electoral.

Los resultados del proceso de este domingo indican que los candidatos del oficialismo lograron aglutinar 6.517.605 votos (70,22% de los votos válidos) el mejor desempeño electoral del PSUV en los últimos cuatro años.

En los comicios municipales del año 2013 el chavismo obtuvo 5.652.448 votos, en las elecciones parlamentarias de 2015 los candidatos del PSUV aglutinaron 5.599.025 votos; mientras en las regionales del pasado 15 de octubre la revolución bolivariana captó el apoyo de 5.688.551 ciudadanos.

En concreto, el chavismo logró aumentar su apoyo en las urnas en 335.829 sufragios (en comparación al evento electoral celebrado hace dos meses). En este cálculo debe considerarse que para los comicios del pasado 15 de octubre no estaban convocados a participar 1.658.847 electores inscritos en el Distrito Capital porque esta jurisdicción no elige gobernador. En los comicios celebrados este domingo 493.225 ciudadanos del Distrito Capital votaron por el PSUV.

El control social del chavismo
La consolidación de la base electoral del chavismo en torno a seis millones de votos puede explicarse, además de los factores de manipulación ya conocidos de otros procesos electorales, en los mecanismos de presión social instrumentado a través del Carnet de la Patria.

Según un estudio realizado por la Universidad Católica Andrés Bello (Ratio-UCAB) durante la primer quincena del mes de noviembre 14,4% de los ciudadanos (4,4 millones de venezolanos) reconocen que en medio de la hiperinflación y el desabastecimiento la entrega de bolsas y cajas de comida a precios subsidiados por el gobierno de Nicolás Maduro es la principal vía para conseguir alimentos para sus hogares.

Para acceder a estos alimentos subsidiados el ciudadano debe tener lo que se ha llamado como el Carnet de la Patria, requisito indispensable impuesto por el chavismo para realizar algunos trámites en la administración pública (como obtener la pensión de vejez, o poder tramitar alimentos subsidiados).

Nicolás Maduro dijo este domingo que “mala idea no es” premiar a quienes hayan usado el llamado “Carnet de la Patria” para emitir su voto en los comicios municipales de este domingo, en los que más de 19 millones de electores eligen a 335 alcaldes.

“Mala idea no es, (que) aquí el que haya votado con su carné de la patria tenga un premio de la república, mala idea no es”, dijo el mandatario en una comparecencia ante la prensa tras haber sufragado. “Deben ser premiados aquellos que participen”, añadió sin ofrecer mayores detalles. Esa afirmación se puede entender claramente como un mecanismo de coacción y de chantaje.

A través de este carnet los ciudadanos pueden optar a recibir las bolsas o cajas del Comité Local de Abastecimiento y Producción de su zona de residencia (CLAP).

Según el estudio de la UCAB 27,5% de los ciudadanos (8,5 millones de venezolanos) aseguran que los CLAP constituyen un complemento importante para la alimentación de su núcleo familiar.

En el análisis de los grupos dependientes de los planes sociales del gobierno hay que destacar que el grupo que dice que los CLAP son la principal vía para conseguir alimentos, el 58% se auto definen como chavistas, mientras 78% (de los 4,4 millones que dependen exclusivamente de los CLAP) consideran como positiva la gestión de Maduro. De este grupo 7 de cada 10 votaron en las elecciones para escoger gobernadores y 85% de los que votaron aseguran haberlo hecho por el PSUV.

Por otra parte, en el grupo que asegura que los CLAP son un complemento importante o vital para la alimentación de su núcleo familiar, 60% se define como chavista, mientras 70% califica positivamente la gestión de Maduro como Presidente. De este grupo (compuesto por 8,5 millones de ciudadanos) 55% asegura haber participado en las elecciones de gobernadores.

Los CLAP como mecanismo de chantaje
Esto significa que en el caso de las últimas elecciones las personas que dicen depender directamente de los CLAP para sobrevivir en medio del caos económico del país y que acudieron a votar por el PSUV, equivalen aproximadamente a 2,6 millones de votos.

La diferencia ideológica entre los ciudadanos que viven de los CLAP con aquellos que no los consideran vitales es significativa. 30% de la población (aproximadamente 9,3 millones de ciudadanos) dicen recibir los CLAP aunque aseguran que este programa representan un complemento insignificante para la alimentación de su hogar. En este grupo 57% se dice opositor y del total de personaS que pueden incluirse en esta clasificación, 52% dice que no fue a votar en los comicios de gobernadores.

Por otra parte, 23% de los ciudadanos (aproximadamente 7 millones de ciudadanos) aseguran que nunca han recibido los CLAP. En este grupo 62% se dice opositor, y un porcentaje similar sostiene que no fue a votar en los comicios del 15 de octubre.

Si este comportamiento se mantuvo en los comicios del pasado 10 de diciembre, una parte significativa de la base electoral del PSUV pudiese estar condicionada por el control social que ejerce el régimen de Maduro a través de ayudas sociales y alimentos subsidiados.