El año 2106 será recordado como el peor año del chavismo, desde que llegó al poder en 1998. La conducción política y económica del presidente Nicolás Maduro no solo ha logrado generar los peores indicadores de Venezuela en la historia moderna del país, sino que ha sumido a los ciudadanos en la incertidumbre de saber si el Gobierno se apartó definitivamente del camino democrático.

El deterioro de la imagen que los venezolanos tienen de Maduro y de su gestión ha sido constante. En abril de 2013, cuando fue electo para culminar el periodo presidencial de Hugo Chávez, 54% de los ciudadanos valoraba positivamente su desempeño como presidente encargado. No obstante, al finalizar el año 2016 sólo el 27% de la población describe positivamente la gestión del presidente venezolano.

Maduro cerrará el año con 72% de valoración negativa. Sin embargo, si se analiza esta percepción por autodefinición política se debe indicar que, a pesar de las dificultades, Maduro ha logrado mantener, bien sea por razones utilitarias o ideológicas, el apoyo mayoritario de la fuerza chavista.

Según la última encuesta del Venebarómetro, 79% de los ciudadanos que se definen como chavistas valoran positivamente la gestión de Maduro. El problema para el Jefe del Estado de Venezuela es que este grupo ya no es mayoría: al finalizar el año 31% de los ciudadanos se definen como chavistas, mientras 14,8% se considera neutral y 52,8% se dice opositor.

Crisis alimentaria
Las decisiones económicas del presidente Maduro y de su Gabinete han generado que durante 2016 disminuya considerablemente la cantidad de personas que pueden comer tres veces al día. En febrero de 2016, el 70% de los ciudadanos aseguraba que podía realizar tres comidas, al finalizar el año apenas 34% de los ciudadanos dice que logra realizarlas.

La inflación, especialmente en el costo de los alimentos, puede servir para explicar la mala alimentación de los venezolanos.

Durante el primer año de la presidencia de Maduro, la inflación se ubicó en 56,19%, mientras en el segundo año alcanzó 68,54%. Durante su tercer año de mandato la inflación llegó a 180,87%. Sin embargo, este dato se debe matizar por el cambio ordenado por el presidente Maduro en el método utilizado por el Banco Central de Venezuela para calcular la inflación. Si la forma de calcular el incremento de los productos no se hubiese modificado, la inflación durante el tercer año de mandato de Maduro hubiese alcanzado 240%.

Para 2016 Venezuela carece de indicadores económicos oficiales. No obstante, las firmas especializadas en análisis económicos estiman que la inflación de este año será superior a 500% (el FMI la estima en 720%) Si se toma como referencia el dato de 500% se puede afirmar que durante la presidencia de Maduro la inflación acumulada ha sido de 4,336%. Por otra parte, la estimación del Fondo Monetario Internacional para 2017 sugiere que la inflación anual en Venezuela puede ubicarse en 2,020%.

En estos cuatro años, la principal estrategia de Maduro para proteger a los ciudadanos de la inflación ha sido incrementar el salario mínimo. Desde que asumió la presidencia ha ordenado 14 incrementos de salario, cuatro de estos se han realizado durante el año 2016. Además, el mandatario venezolano ordenó el incremento de la base de cálculo del bono de alimentación a lo largo de 2016, acumulando un aumento total de 453% entre salario y bonos indirectos.

No obstante, la medida no ha surtido efecto. Hasta mediados de diciembre de 2016 una familia necesitaba 21 salarios mínimos para poder comprar los productos de la canasta alimentaria familiar, lo cual no incluye los productos de higiene personal.

Más protestas
Hasta el mes de noviembre en Venezuela se habían contabilizado 5.772 protestas y 711 saqueos o intentos de saqueos. De estas protestas, 71% correspondían a reclamos por derechos económicos y falta de alimentos. En esta relación no se incluyen los hechos ocurridos durante la segunda semana de diciembre en Ciudad Bolívar.

En medio de la crisis de efectivo generada por la decisión de Maduro de dejar sin valor los billetes de 100 bolívares (0,15 dólares a la tasa oficial más alta) se contabilizaron 465 comercios saqueados en la zona y cinco fallecidos, además de 132 detenidos.

Siguen las transmisiones oficiales
En medio del colapso del país, Maduro continuó con la tendencia de realizar transmisiones oficiales y obligatorias de radio y televisión para comunicar a los ciudadanos las noticias positivas que desde su perspectiva los medios de comunicación nacionales e internacionales omiten. Desde que fue electo Maduro ha realizado 649 transmisiones oficiales. En 2016 (hasta el 12 de diciembre) ha ordenado 130 transmisiones oficiales que en conjunto tuvieron una duración de 162 horas y 26 minutos.

La mayoría de estas transmisiones oficiales se centraron en el conflicto institucional con la Asamblea Nacional, conflicto que ha tenido como principal beneficiado a Maduro al permitírsele gobernar por decreto, sin control político del Parlamento.

En medio de este conflicto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha dictado 41 sentencias en contra del Parlamento, 21 de éstas fueron a solicitud expresa de Maduro.

Además el máximo tribunal anuló la potestad constitucional de la Asamblea Nacional de ejercer control político sobre la Fuerza Armada, el resto de poderes públicos del país y del propio Presidente; incluso impidió que el Parlamento designara, como lo establece la Constitucional Nacional, a los rectores del Consejo Nacional Electoral y que aprobara el presupuesto nacional 2017.

En este sentido, TSJ ha avalado tres decretos de Estado de Excepción presentados por Maduro, además de respaldar las prorrogas a estos decretos.

Gracias a estos poderes especiales Maduro dictó (hasta la segunda semana de diciembre) 76 decretos presidenciales, la mitad de estos destinados a la asignación de recursos adicionales al presupuesto nacional. Según estima la firma ODH estos recursos adicionales (utilizados sin la probación del Parlamento) representaron un total de 3,7 billones de bolívares, lo que equivale a 2,4 veces el Presupuesto Nacional de 2016.

Precio de la gasolina
El año 2016 también pasará a la historia como el lustro en el que aumentó el precio de la gasolina en dos décadas. Maduro aprobó que la gasolina de 91 octanos comenzará a costar 1 Bs/litro (aumento de 1.329%) y la de 95 octanos valiera 6 Bs/litro (incremento de 6.086%).

Por otra parte, la producción petrolera venezolana se ubicó en 2016 en 2.274 MMBD, el nivel de producción más bajo registrado desde 2012, mientras la reserva internacional se ubicaban en 10.907 millones de dólares, lo que implica que durante este año las reservas han disminuido en 5.218 millones de dólares, a un ritmo promedio de 22 millones de dólares diarios.

El colapso de la economía provocó que el cono monetario utilizado desde 2008 perdiera 98% de su poder de compra y en medio de una decisión poco transparente Maduro ordenó sacar de circulación en 72 horas 6 millardos de billetes de 100 bolívares, que representan el 77% del total de dinero circulante en el país. Al momento de escribir este artículo, la medida fue prorrogada hasta el 2 de enero de 2017, mientras se espera la puesta en práctica de un nuevo cono monetario.

Todos estos indicadores conducen a los siguientes datos: Si el Consejo Nacional Electoral no hubiese suspendido las elecciones de gobernadores que constitucionalmente debían realizarse en diciembre de este año apenas 27% de los ciudadanos hubiesen votado por los candidatos del chavismo, y en caso que se hubiese adelantado una elección presidencial (después de la realización de un refrendo revocatorio) solo 26,7% de los electores hubiesen votado por el candidato del chavismo.

No obstante, ninguno de estos eventos electores se realizó, evitando que el chavismo y Maduro asumieran el costo en las urnas de la implementación de su modelo político. Sin elecciones, no es extraño que en la última encuesta del Venebarómetro 61% de los ciudadanos crean que el Gobierno de Maduro se ha convertido en una dictadura.