Texto escrito para Univisión. Publicado el 12 de junio de 2016.
Caracas.-
 Referendo revocatorio presidencial, elecciones de 23 gobernadores y comicios para escoger a 335 alcaldes. Los tres próximos eventos en el calendario electoral venezolano podrían aplazarse bajo el argumento de la imposibilidad del gobierno de Nicolás Maduro para asumir su costo.

Esta tesis ya es esgrimida abiertamente por diputados del Gran Polo Patriótico (alianza de partidos chavistas) como Eustoquio Contreras quien asegura que “las crisis políticas, económicas, sociales o morales no tienen respuestas electorales”. Paralelamente altos dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) sostienen que un país “asediado” por una Guerra Económica “no puede acudir a elecciones”.

La última de estas advertencias la realizó el propio presidente Maduro el pasado 21 de mayo cuando aseguró que los comicios para escoger gobernadores y diputados a los consejos legislativos de 23 estados (previstos constitucionalmente para el mes de diciembre de 2016), como las elecciones para escoger alcaldes e integrantes de concejos municipales (previstas constitucionalmente para el mes de diciembre de 2017) podrían “posponerse” a causa de la crisis que atraviesa el país.
Sin embargo, los argumentos políticos contrastan con el hecho que el costo per cápita del voto en Venezuela es uno de los más bajos del mundo.

En el Presupuesto 2016 aprobado por la Asamblea Nacional (el presupuesto se aprobó en octubre del año 2015 por un Parlamento ampliamente dominado por el chavismo) el Consejo Nacional Electoral (CNE) solicitó recursos por el orden de 5.011.113.874 bolívares (US$ 501.111.387)[1] de este monto solo se incluyeron como gastos asociados a los procesos electorales del año 2.711.012 bolívares. (US$ 271.101)

Sin embargo organizar una consulta popular de mandato sobre la continuidad del Presidente podría requerir US$ 150 millones si se toma como referencia que el referendo por la enmienda constitucional del año 2009 requirió ejecutar un presupuesto de US$. 155.836.248 [2]

Por otra parte, para la elección presidencial sobrevenida del año 2013, que debió organizarse en menos de 40 días (un escenario que probablemente se repita en Venezuela de acordarse realizar el referendo presidencial en 2016) el costo de la consulta popular de mandado –que técnicamente no es diferente de una elección presidencial- se podría ubicar en US$ 238.095.238.[3]

De este monto, solo US$ 60 millones de dólares (26% del presupuesto) corresponden estrictamente a la organización del acto de votación 100% automatizado (sufragio, escrutinio, transmisión y totalización) para 19 millones de electores; mientras el presupuesto restante se destinó a campañas institucionales, actualización del Registro Electoral, despliegue de efectivos militares, pago de convenios de Acompañamiento Electoral con la Unasur, etc.

Según los contratos de automatización firmados por la autoridad electoral de Venezuela con la empresa Smartmatic el valor de cada voto potencial en Venezuela se encuentra por debajo de los US$3 dólares, uno de los más bajos del mundo.

Por debajo de la media
En la Encuesta Global de Costos de Elecciones desarrollada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la Fundación Internacional de Sistemas Electorales (IFES, por sus siglas en inglés) se indica que los países con amplia experiencia en comicios suelen tener costos electorales bajos que oscilan entre 1 y 3 dólares por elector; mientras en los países con democracias incipientes o en conflicto el costo por votante suele ser superior a los tres dólares, y en algunos casos llegar hasta los US$45,5 por voto.

Sin embargo, algunas variables como la automatización de los procesos electorales provocan que países como Venezuela –que no se incluye en el estudio del Pnud- tenga uno de los costos “voto por elector” más bajos del mundo.

Según el referido estudio entre los países con bajos costos, en donde se puede asegurar que cada voto tiene un valor que oscila entre uno y tres dólares se encuentran los Estados Unidos (algunos de sus estados) y Australia (US$3); mientras países con democracias menos consolidadas y con sistemas manuales de votación el costo por elector es mucho más elevado. En estos casos se puede incluir a Colombia (US$5,65), El Salvador (US$4.1), Haití (US$11), Liberia (US$6.1), México (US$5.9), Paraguay (US$3.7), Rusia (US$7.5) y Uganda (US$3.7), entre otros.

Por otra parte, el referido estudio del Pnud ratifica lo que podría suponerse como algo obvio: las elecciones que se celebran como parte de procesos orientados al mantenimiento de la paz son las más costosas de todas. Nicaragua en 1990 (US$11.8 por elector), Angola en 1992 (US$22 por elector), Camboya en 1993 (US$45.5 por elector), Mozambique en 1994 (US$10.2 por elector), Territorios Palestinos en 1996 (US$9 por elector), y Bosnia y Herzegovina bajo los acuerdos Dayton (US$8 por elector) son los casos más representativos.

0,15% del presupuesto Nacional
El presupuesto 2016 de Venezuela asciende a Bs, 1,54 billones. Esto significa que la organización de un referendo revocatorio (incluyendo además de los costos de la automatización, otros tipo de gastos asociados al proyecto que se tienen de referencia de la elección presidencial sobrevenida del año 2013) podrían suponer el equivalente a 0,15% del total de gastos previstos por el Estado para este año.

No obstante, a pesar de tener uno de los costo per cápita por voto más bajos, el gobierno venezolano suele tardarse en honrar sus compromisos electorales, dejando la viabilidad de las elecciones en la capacidad de financiamiento de sus proveedores.

Fuentes internas del CNE ratificaron que a la fecha el gobierno venezolano no ha honrado el pago de los costos asociados a la elección parlamentaria del año 2015. En este sentido, se mantiene con la empresa Smartmatic  la deuda de aproximadamente US$ 60 millones. Estas fuentes sostienen que si la empresa proveedora no hubiese financiado el proyecto electoral 2015, “no habría habido elecciones para la Asamblea Nacional en Venezuela”.

[1] En Venezuela existen dos tipos de cambios oficiales y uno considerado de mercado negro, así que la estimación en dólares del monto presupuestado variará considerablemente en función del tipo de cambio seleccionado para el cálculo.

El presupuesto de gastos fijos para el año 2016 del CNE equivale a

US$ 501.111.387 al tipo de cambio Dipro (Bs/US$ 10)

US$ 11.184.523 al tipo de cambio Dicom (Bs/US$ 448,04 al 23 de mayo de 2016)

US$ 4.555.558 al tipo de cambio de mercado negro (Bs/US$ 1.100 al 23 de mayo de 2016).

No obstante, el gobierno de Nicolás Maduro calcula las cuentas del Estado, incluidos los monto de la deuda exclusivamente a tasa Dipro (Bs/US$ 10)

[2] En febrero del año 2009 la tasa oficial usada por el gobierno venezolano era de Bs/US$ 2,5 por lo que se invirtió en esa consulta popular US$S 155.836.248 que equivalían a Bs. 389.590.620,13

[3] Para esos comicios el CNE requirió Bs. 1.500.000.000,00. En ese momento la tasa de cambio oficial se cotizaba en Bs/US$ 6,3