El Consejo Nacional Electoral (CNE) es percibido por una parte importante del país, no como el árbitro de la contienda electoral sino como un jugador más, cuyas decisiones no son independientes, sino que están condicionadas políticamente.

Según el estudio sobre las actitudes de los votantes venezolanos encargado por el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello a la encuestadora Delphos solo un tercio de los electores considera que las autoridades electores son confiables e imparciales. 

El estudio indica que más de la mitad de los ciudadanos tiene dudas sobre la ecuanimidad de los rectores, al punto que 21% considera que son “nada” imparciales, 19,9% “poco imparciales” y 25,2% cree que los rectores tienen un comportamiento “algo” confiable.


Incluso, la decisión técnica del CNE de esperar a tener resultados estadísticamente irreversibles para anunciarlos (a diferencia de otros países en donde se anuncian resultados parciales que pueden cambiar según el avance de la totalización) es mal valorada por un poco menos de la mitad de los votantes (ver infografía anexa).
Una porción similar (49%) tiene también tiene una percepción negativa sobre el control que hace el CNE de los recursos públicos en la campaña. No obstante, en este apartado al menos un tercio de los ciudadanos (33,5%) está muy satisfecho con los rectores.
La autonomía e independencia del CNE polariza la opinión de los ciudadanos. Mientras 44% confía en el árbitro, 43% está convencido de que el organismo comicial actúa condicionado por los intereses del Gobierno y de los partidos políticos. A este grupo debe agregarse a 11% que consideran que “parcialmente” el CNE es autónomo. En conclusión: más de la mitad de los electores (54%) desconfía en algún grado de la autonomía del árbitro.

Automatización bien valorada
Las conclusiones del estudio ordenado por la UCAB sugieren que mayoritariamente los electores avalan el proceso de automatización del voto, desde la perspectiva que éste hace más fácil el sufragio. Ocho de cada diez ciudadanos consideran que la automatización es positiva, mientras apenas uno de cada diez cree que la tecnologíahace al sufragio más difícil.
No obstante, cuando la automatización incluye la percepción sobre las máquinas de votación y el sistema de identificación biométrica la valoración positiva cambia.

Aunque 45% de los electores considera que es un mito que el uso de capta huellas permita conocer por quién votan los venezolanos, al menos un tercio de los votantes (33%) está convencido de que es posible. A esta grupo debe unirse 17% de los ciudadanos que dudan sobre la posibilidad de que el secreto del voto sea inviolable. Si se unen estos dos elementos la mitad de la población desconfía de que su decisión de apoyar a un candidato determinado sea realmente secreta.

¿El temor de que el secreto del sufragio sea develado influye en la votación? Aunque 58% de los ciudadanos asegura que no conoce de casos de empleados públicos o beneficiarios de misiones sociales que hubiesen sido presionados para votar por el gobierno, un tercio de los encuestados (34%) afirma disponer de información relacionada con la intimidación política a causa de que no se garantiza el secreto del voto.
No en vano 37% está convencido de que Nicolás Maduro sabe el nombre y apellido de los electores que no votaron por él, mientras 16% duda sobre si es posible o no que el Presidente conozca esta información.

Aunque técnicos electorales de la oposición y el chavismo aclararon o matizaron la declaración de Maduro referida a que él poseía el listado de los electores pro-Gobierno que no lo respaldaron el 14 de abril, apenas 47% de los ciudadanos considera que es falso que el chavismo tenga capacidad de obtener ese listado.

CNE debía investigar
En lo que existe mayor consenso es en la respuesta que debió dar el CNE a las declaraciones del Presidente. Para seis de cada diez ciudadanos los rectores debieron iniciar una investigación para detectar si el Gobierno podía conocer por quién votan los venezolanos.
Intimación, pero no fraude
No hay consenso entre los ciudadanos con relación al uso de captahuellas como forma de evitar un fraude electoral. Sin embargo, al menos la mitad de los electores (54%) considera que la identificación biométrica impide que se cambien los resultados. Esta percepción no es compartida por 36% de los ciudadanos para quienes las captahuellas facilitan que la voluntad popular sea alterada.

Campañas sin igualdad
Solo tres de cada diez ciudadanos creen que hay igualdad de condiciones para todos los candidatos. Para el resto, la equidad se distribuye entre quienes piensan que existe “algo” (23,9%), “poca” (16,3%) y “nada” de igualdad (27,4%).
El uso de las cadenas presidenciales como parte de la estrategia de campaña del chavismo genera el rechazo de apenas 47% de los electores, mientras 44% lo avala y respalda.
Sin embargo, si hay acuerdo en la necesidad de actuar sobre la pre-campaña. Para 55% el CNE debe imponer sanciones por adelantar la campaña, mientras 42% cree que es necesario permitirla, pero antes es prioritario regularla.
¿En Venezuela existe libertad para oponerse al Estado? Solo 34,9% de los ciudadanos considera que esto es posible, mientras 27,5% considera que existe “algo” de libertad para ejercer la oposición, 18,3% está convencido que se experimenta “poca” libertad y 18,8% asegura que no existe ninguna posibilidad de ser crítico o disidente del Gobierno.

Amenaza a los votantes
Solo 55,1% de los ciudadanos asegura que en Venezuela las elecciones son libres y sin intimidación contra los votantes. Esta percepción no es compartida por 41,3% de los electores. Para estos ciudadanos los electores son “presionados” para que sufraguen por un determinado candidato, incluso la mayoría considera que en la presidencial de abril, en comparación al proceso celebrado el 7 de octubre de 2012, existió mayor temor entre los electores a votar por el candidato que realmente preferían.
A pesar del CNE
La valoración negativa sobre el árbitro no incide sobre la disposición a votar. Los venezolanos están convencidos de sufragar a pesar de los rectores y del organismo comicial. Aunque apenas 54% cree que vale la pena votar con el actual CNE, 77% está dispuesto a presentarse el 8 de diciembre.

Vea la presentación del estudio

“No es suficiente cambiar a los rectores”

Durante la presentación del estudio sobre las actitudes de los votantes venezolanos el rector de la UCAB padre José 

Virtuoso sostuvo que los sistemas electorales “constituyen en las democracias la fuente de la legitimidad política por excelencia y de la estabilidad de las instituciones de gobierno”.

No obstante, considera que en los últimos procesos electorales “hemos visto con preocupación que se ha deteriorado la confianza en el sistema electoral y sus instituciones, lo que afecta obviamente al régimen democrático en su conjunto”.
Virtuoso cree que los venezolanos quieren votar para resolver sus conflictos, por esta razón aspiran a que el sistema electoral “sea eficiente y confiable”.
Por su parte Benigno Alarcón, director del Centro de Estudio Políticos de la UCAB, indicó que no se trata de presentar “una encuesta más”, sino de colocar propuestas sobre la mesa.
Alarcón anunció que la UCAB desarrollará durante el 4 y 5 de noviembre un encuentro internacional para debatir sobre el sistema electoral venezolano. Al encuentro asistirán representantes del Instituto Federal de Elecciones de México, el Centro Cárter y Transparencia Internacional.
Sobre los resultados del estudio indicó que “cambiar a los rectores no resuelve el problema, es necesario que exista un sistema en el que la gente pueda confiar”.
Jesús María Casal, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UCAB precisó que para el encuentro internacional se aspira a discutir el marco legal, no solo para la designación de los rectores integrantes del Poder Electoral sino todo lo relacionado con la reelección y las normas de campaña. EM