El hombre que movió la palanca…
…Del Leviatán al touch screen

Decidió acudir a votar a primera hora del día. Mientras caminaba, analizaba las opciones, ¿quiénes eran los candidatos?; realmente no lo sabía, el frío, los problemas económicos, la familia, fueron sus prioridades durante la campaña electoral, así que no se preocupó por “escuchar” ofertas, ni estrechar la mano de los contendientes.

En el camino, un cartel en el piso le ayuda a recordar por quién votará para acompañar al alcalde. Cada paso al centro de votación le proporciona una nueva interrogante de cómo funciona ese “complicado” sistema de elección; que muchos de sus amigos -y no tan amigos- le han advertido que puede cambiar los resultados.

“Es más seguro el voto manual”, recuerda que vociferó un candidato frente a su casa; sigue analizando y no rememora una explicación entendible de cómo se pueden cambiar los resultados, sólo tecnicismos. Cree recordar que los defensores de las máquinas sólo hablan de rapidez, menor costo y de mayor seguridad, pero sigue sin comprender cómo se comprobará la veracidad de las totalizaciones si alguien no está satisfecho.

“¿Para qué habrán cambiado la papeleta?, ¡tan fácil que era!”, piensa en voz alta al ver la cola en el centro de votación. La espera para sufragar es larga. Finalmente, se encuentra frente a la máquina. Con seguridad y firmeza selecciona la palanca que corresponde a su candidato y la mueve…

-¿Selecciona la palanca y la mueve? Disculpa señor periodista, pero no entiendo su historia. ¿A qué se refiere con que usó una palanca?, ¿pensé que me explicaría el tema de los fraudes electrónicos?, ¿está en peligro la democracia? ¿Qué ocurrió con la pantalla sensible al tacto mal calibrada que invierte la selección de los votos?, ¿dónde está la urna electrónica?, ¿los tarjetones electrónicos?, ¿votó con una palanca sin identificarse biométricamente?, ¿y los lectores ópticos?, ¿y los hacker?, ¿y las declaraciones de Bill Gates?

-Imagino que por trabajar en un periódico usted sabe que Bill Gates declaró en España que la democracia es el último sitio donde se debe usar tecnología; incluso, explicó que con el tiempo más enfoques serán conservadores con el uso de los avances técnicos. Imagínense la relevancia, el hombre que controla nueve de cada 10 computadoras, escúcheme bien señor periodista, el 90% de las computadoras no confía en la automatización de las elecciones.

-Estimado lector, definitivamente es una opinión relevante, aunque hace diez años, él aseguró que 256 kb de almacenamiento bastarían para cualquier usuario de computadora y hoy en día, los sistema de almacenamiento inferior a 40GB son insuficiente; los propulsores del voto automatizado apuestan que en esta ocasión, el tiempo le volverá a quitar la razón. En fin, no acepté chatear con usted para discernir sobre Bill Gates; permítame aclararle el tema de la palanca…

-Con mi historia sólo rememoraba el año de 1892, como veo que no le gustan las narraciones, intentaré ser más didáctico. La elección local de ese año es la primera referencia de un comicio mecanizado, la primera referencia a la sustitución de las papeletas de votación manual y por ende, el inicio del debate.

-¿Y desde ese momento se comenzó a hablar de fraude?

-No. No se habló de fraude. Aunque comenzaron las dudas con relación al sistema. Verá, la historia que intentaba contarle se ha repetido por 112 años, siempre de forma idéntica, sólo cambia el final… De las palancas o manivelas mecánicas se evolucionó en la década de los años sesenta a las tarjetas perforadas…

-Ajá, ahí si se habló de fraude…

-No. Aunque las tarjetas perforadas han estado envueltas en varios escándalos. Se emplearon por primera vez en EEUU para la elección presidencial del año 1964. Ocho años después el sistema se trajo a Venezuela y…

-¿A Venezuela?

-Si, a Venezuela y ocurrió el primer escándalo electoral “mecanizado” del país, cuando uno de los integrantes de la empresa American Voting Machine, que fue selecciona para automatizar los procesos venezolanos con el sistema de tarjeta perforada, ofreció a varios políticos cambiar los resultados electorales modificando la forma en que serían perforadas las tarjetas. La divulgación de esta estafa pospuso el proceso de automatización en Venezuela hasta el año de 1998.

-¿Y quiénes querían comprar los resultados?, seguro fueron…

-Nunca se llegó a precisar. Déjeme retomar la idea. El sistema de las tarjetas perforadas, es protagonista de la mayor denuncia de fraude de los EEUU, documentada durante los comicios presidenciales del año 2000, concretamente en el estado de Florida. A raíz de estas denuncias, se ha iniciado un debate internacional sobre la conveniencia o no de la tecnología en las elecciones y si ésta ayuda o perjudica a la Democracia. Mientras Bill Gates habla de impedir su uso, el ex presidente de los EEUU, Jimmy Carter propone al congreso de su país incluir la digitalización de la foto de los votantes en su registro electoral para darle más confiabilidad al sistema. En esencia, hay opiniones para todos los gustos…

-¿Me quiere decir que van a impedir que las personas dejen de votar si no se parecen a sí misma?

-No creo que esa sea la intención del presidente Carter. En todo caso, la propuesta fue rechazada por los congresistas quienes argumentaran que la inclusión de fotos aumentará las dudas sobre el sistema.

-¿Sigo sin entender dónde está la pantalla sensible al tacto?, ¿en EEUU votan con tarjetas perforadas?

-Déjeme explicarle. El sistema mecanizado de votación continuó mejorando y de las tarjetas perforadas evolucionó a los lectores ópticos, que registran los óvalos marcados dentro de un tarjetón de votación. Este sistema, fue el que se empleó en Venezuela entre las elecciones presidenciales de 1998 y la renovación de poderes del año 2000. ¿Recuerda? En este caso, se empleaban máquinas producidas por Election System & Software y comercializadas por la empresa española Indra Sistemas.

-Usted me disculpará señor periodista, pero ese sistema era perfecto, porque en esencia es una votación manual, y la máquina le da rapidez a la totalización de los sufragios; además no hay peligro que ataque un hacker.

-Voy a tener que llevarle la contraria en este tema. De los lectores ópticos se pasó a sistemas que desarrollan el concepto de Registro Electrónico Directo. ¿Por qué?, el mantenimiento de los lectores es complicado y costoso. Se deben imprimir los tarjetones de votación en un papel especial, que debe ser almacenado en condiciones específicas, de lo contrario se dañan y las máquinas no funcionan. En Venezuela, al sistema de lectores ópticos se le acusó de estar programado para “leer y totalizar” selecciones diferentes a las marcadas en los óvalos. Incluso, se llegó a denunciar que los resultados no se transmitieron directamente desde los estados hasta la sede del organismo electoral.
En fin; como le comentaba, de los lectores se pasó a los equipos de Registro Electrónico Directo, que son aquellos que permiten a los electores “seleccionar” directamente su opción de votación a través de pantallas y boletas sensibles al tacto, ¿satisfecho?, ya comenzamos a hablar del touch screen, que es el sistema empleado en Venezuela actualmente Existen otras modalidades de Registro Electrónico Directo como la usada en Brasil, donde los electores seleccionan sus opciones oprimiendo combinaciones de botones. Creo que le gustará saber que investigadores norteamericanas han descubierto inconsistencias en los software de las máquinas touch screen de la empresa Diabold, una de las tres compañías que compitió en el año 2003 para obtener la automatización de los procesos electorales en Venezuela. Sin embargo, los hallazgos todavía no son concluyentes para hablar de manipulación electoral.

-Aclarado el tema, déjeme proseguir con la historia: Con seguridad y firmeza selecciona la palanca que corresponde a su candidato y la mueve…

-Un momento señor periodista, no me queda claro si el sistema de la tarjeta perforada ha desaparecido, ¿además de las pantallas, tengo que preocuparme por las perforaciones de una tarjeta?
-Le voy a dar un dato. En los últimos comicios nacionales de los EEUU, celebrados en el año 2004, de las personas que emplearon sistemas automatizados; 13,7% de los ciudadanos votaron con tarjetas perforadas; 14% empleó sistemas similares a la manivela de hace 112 años; 34,9% sufragó en equipos de lectura óptica y 29,3% empleó para sufragar equipos desarrollados bajo el concepto del Registro Electrónico Directo.
-Por lo que me dice, toda la historia está llena de fraudes electrónicos…definitivamente, hay que volver a la votación manual…

-Es algo relativo. Algunos expertos sostienen que el voto manual sólo favorece a los poderosos que pueden disponer de testigos en todas las mesas de votación para garantizar que no se manipulen las actas al momento de totalizar los sufragios. Además advierten que las actas manuales suelen sufrir extrañas “metamorfosis numéricas” entre el centro de votación y los sitios donde se resguardan. Como le dije anteriormente, hay explicaciones para todos los gustos.

-Permítame tomar “prestada” una idea que le acabo de escuchar al presidente de Hinterlaces, una firma especializada en el estudio de mercado. En el común de los casos, el temor a los sistemas automatizados en electores, políticos y ciudadanos es similar al desconcierto que producen las calculadoras. Le pregunto: ¿Cuántas personas, después de obtener resultados digitales no apelan al lápiz y papel para sacar nuevamente la cuenta “a mano” para corregir cualquier inconsistencia de la operación realizada?, ¿por qué lo hacen?, básicamente porque no confían en la tecnología o en sus habilidades para aplicarla. En el caso de las elecciones, visto los ejemplos recientes de EEUU y Venezuela, los ciudadanos parecen no confiar en las personas que aplican la tecnología.

-Señor periodista, me parece demasiado simple e insultante esa percepción, cualquiera sabe usar una calculadora. En esa operación no se juega el destino de la democracia.

-Puede tener razón, creo que es mejor huir de la sutileza de las palabras y concentrarnos en la frialdad de los números. El último estudio de opinión pública realizado por Hinterlaces en Venezuela indica que 76% de los electores desconfían del sistema automatizado; no porque lo desaprueben, sino por la forma en que se aplica y proponen como solución, que se cuenten todos los comprobantes de votación de las máquinas, al final del proceso. ¿Ve usted?, el ejemplo de la calculadora aplicado a las elecciones. Se vota de manera automatizada, pero, para evitar dudas, se cuentan los respaldos.

-Realmente siempre escucho por radio y televisión que las personas que desaprueban los sistemas automatizados exigen que se cuenten los comprobantes de votación…y eso nunca se hace cómo se debe.

-El problema de contar todos los comprobantes, es que se realizarían dos elecciones en una. Además, si se hace aleatoriamente entra en discusión la variable de la selección de las muestras. Hace algunas semanas, David Hill…

-¿Lo conoce?
-No

-David Hill es catedrático de la Universidad de Stanfor y presidente fundador de la asociación Verified Votting Foundation. En sus declaraciones asegura que el verdadero propósito de una elección no es que los ganadores asuman que han ganado, “sino convencer a los perdedores que han perdido”.

-¡Eso es imposible!…

-Las últimas innovaciones en el campo comienzan a incorporar algunas soluciones a este problema; aunque debo reconocer que este es un inconveniente complejo. Si usted me pregunta si existen denuncias de fraude electrónico en comicios; le tendré que responder afirmativamente.
Si usted me pregunta si existen denuncias de inconsistencias numéricas y manipulación de resultados en votaciones manuales, también le responderé afirmativamente.
De preguntarme si han sido comprobados los fraudes en procesos manuales, deberé contestarle que si. Ahora, si la pregunta es sobre la veracidad de las irregularidades denunciadas en las votaciones automatizadas tendré que responderle: Tal vez sean ciertas, tal vez sean inciertas.
Realmente, la diatriba entre el voto manual y automatizado tardará tanto tiempo en resolverse como la interrogante referida al mejor modo de gobierno: ¿Debe prevalecer la propuesta del Levithán de Thomas Hobbes o deben imperar los conceptos sociales de Jean Jacques Rouseeau?; solo el tiempo y la aplicación de ambos sistemas, con sus respectivas desviaciones y perversiones sociales logró “aclarar” este panorama.

-Acláreme algo señor reportero. ¿Los organismos internacionales avalan las votaciones automatizadas?

-Se va a sorprender con la respuesta. La masificación de la tecnología y por ende de su aplicación al ámbito electoral ha provocado que la Organización de la Naciones Unidades (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), y diversas fundaciones en los EEUU, intenten “estandarizar” los sistemas de votación. Por ejemplo, la Carta Democrática Interamericana estipula como una de las prioridades para la consolidación democrática de la región, “la realización de procesos electorales participativos y transparentes por constituir la vía más directa que tienen los individuos de participar y legitimar sus opiniones y decisiones políticas, en el ejercicio de su derecho político ciudadano”.

-Pero, la Carta Interamericana no señala que las votaciones deben ser automatizadas; solo estimula la organización de procesos electorales, ¿los organismos internacionales no alertan sobre los peligros de los sistemas automatizados?

-Durante la III Reunión de la Red Interamericana de Tecnología Electoral, celebrada en el mes de marzo en el ciudad colombiana de Bogotá, los representantes del organismo hemisférico concluyeron que la incorporación de tecnología al proceso de emisión de voto constituye, al día de hoy, un tema cuando menos polémico, que indudablemente requiere de una continua profundización sobre sus fortalezas y debilidades atendiendo fundamentalmente a su impacto sobre el marco normativo vigente, el comportamiento del electorado, la calidad de los procesos administrados y la legitimidad de los resultados. Para la OEA, la III Reunión de Tecnología Electoral, evento al que acudieron los representantes electorales de la mayoría de los países americanos, “evidenció que actualmente los órganos electorales son, de manera indiscutible, agentes generadores de cambio, pues permiten desde una óptica técnica y analítica, incidir no sólo en los regímenes electorales sino en la consolidación de la democratización de la región, obligando al conocimiento y estudio de los avances que intentan asegurar procesos políticos más ágiles, modernos, eficientes y transparentes”

-Señor periodista, olvídese de las posiciones institucionales. Todavía no ha respondido mi pregunta sobre el aval de los organismos internacionales a los sistemas automatizados.

-Tiene razón. Le voy a transcribir parte de las conclusiones de los técnicos electorales de la OEA sobre esta materia: “el voto automatizado otorga mayor transparencia, al facilitar a los actores políticos la fiscalización a través de mecanismos de auditoria de sistemas de acceso a la información (…) Promueve la igualdad de oportunidades dado que la tecnología puede contribuir a que las personas con capacidades especiales puedan ejercer su derecho a votar (…) Brinda mayor velocidad a la totalización de los votos dado que su utilización optimiza el tiempo general de procesamiento de los comicios (…) otorga mayor seguridad” Junto a los “bondades” teóricas del sistema, alertan sobre el riego electoral que supone el impacto de su incorporación, y las prácticas y desempeño de los organismo electorales involucrados.

-Aclarados los puntos, continuo con la historia, para poder explicar bien el efecto de las elecciones en la democracia. Le decía que con seguridad y firmeza, el hombre selecciona la palanca que corresponde a su candidato y la mueve…

-Disculpe que lo vuelva a interrumpir, pero me parece increíble que en esas reuniones se aliente la automatización y no se dicten pautas de acción para hacer más transparentes los sistemas de votación…

-Al contrario señor lector. La III reunión de la Red Interamericana de Tecnología Electoral sirvió para reiterar que toda aplicación tecnológica, en sistemas electorales debe apegarse a cinco condiciones básicas: 1) Separación entre hardware y software. 2) Utilización de dispositivos estandarizados 3) Empleo de software de código abierto 4) Separación entre la identificación del elector y el ejercicio del sufragio 5) Generación de mecanismos manuales de contingencia.

-Es decir, ¿cualquier organismo electoral puede decidir de la noche a la mañana automatizar sus comicios?

-No es lo recomendable. Según los estándares de desempeño propuestos por la OEA, la implementación de todo proceso tecnológico debe ser gradual, planificado, contemplar los diferentes factores institucionales que pueden impulsar u obstaculizar el proceso de incorporación y evaluar las diferentes alternativas tecnológicas adecuadas al contexto socio-económico, político y cultural donde se van a aplicar. Adicionalmente recomiendan que existe un monitoreo constante de las incidencias y una evolución día a día del sesgo político y geográfico que puede existir en el proceso de transmisión.

-Imagino que por toda esa cantidad de restricciones, es mínima la cantidad de países que se han aventurado a incorporar tecnología en sus procesos comiciales…

– A la fecha, en el continente americano están automatizados íntegramente los procesos de Brasil, Venezuela y parcialmente los de EEUU y Canadá. A la par, se encuentran desarrollando planes para implementar procesos de votación automatizados los gobierno de Ecuardo, Colombia Paraguay y Argentina. En Centroamérica, Panamá y Costa Rica, con la ayuda de las autoridades brasileñas, organizarán de manera automatizada sus procesos electorales presidenciales del año 2006; mientras República Dominicana, con el uso de fondos multilaterales, trabaja para organizar elecciones automatizadas en el año 2008. Hay otros países que han descartado la automatización de los procesos electorales como Chile, que paradójicamente, posee el sistema de Registro Civil biométrico más avanzado del continente.

-¿Registro biométrico?, ¿el de las huellas?, ¿en otros países se emplea los caza huellas?

-Si. Incluso la OEA destaca “los importantes” esfuerzos desarrollados en el área de la identificación biométrica para consolidar los sistemas de votación; es decir, hacer transparentes los procesos a través de la digitalización, almacenamiento y comparación en tiempo real de las impresiones dactilares de las personas inscritas en los padrones de votación.

-Le decía estimado lector, que existen países como Chile que han descartado la automatización de sus procesos porque sus autoridades no lo consideran necesario. Otros estados como Uruguay, rechazan la idea porque sus autoridades electorales estiman que los sistemas propuestos no garantizan la transparencia necesaria. Un situación similar se presenta en México, donde solo existen limitadas pruebas pilotos regionales de automatización. Hay que recordar que en México, como sucede en EEUU, no existe un organismo electoral central, sino que cada región es autónoma en esta materia; situación que hace más complicado estandarizar los procesos y sistemas.

-No lo puede creer ¿Realmente las autoridades electorales avalan la automatización sobre el voto manual?

-Como ya le expliqué, en Uruguay no lo consideran transparente, en Chile lo catalogan como un proceso que no es necesario; mientras Colombia intenta aplicarlo en el corto plazo. Por ejemplo, los representantes de la Registraduría Nacional y la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Nadia Restrepo de Acosta, consideran que el voto electrónico en su país eliminará la posibilidad de procesos fraudulentos que pudieran realizar los miembros de mesa; reducirá los tiempos de escrutinio de mesa; facilitará el ejercicio del voto; eliminará el sufragio nulo e incrementará la participación ciudadana.
Existen otros ejemplos, como es el caso del “complejo” sistema de votación que existe en Bélgica. Para el año 2006, todos sus electores utilizarán sistemas automatizados.

-¿Qué importancia tiene el sistema electoral belga?

-Este país es el pionero europeo en voto electrónico. Desde 1991 introdujo sistemas electrónicos de votación y en 1994 sistemas de totalización automatizados. ¿Por qué lo hicieron?, para intentar simplificar su complejo sistema electoral, donde el voto es prácticamente obligatorio, hasta en cinco procesos electorales simultáneos; en ellos convergen tres lenguas diferentes, y existen, aproximadamente, 40 listas electorales con 88 candidatos cada una por cada elección. Le explico rápidamente,

-¿Y votan a través de máquinas?

-Es un proceso más complejo. Le explico: Su sistema se llama Digitote. A través de una cabina electoral se comprueba que cada ciudadano está registrado realmente como persona con derecho a voto. Cada elector recibe una tarjeta electrónica que debe introducir en la máquina de votación y a continuación “graba” su voto en la tarjeta. Todas las operaciones se realizan sobre la pantalla del equipo, en este caso no se seleccionan empleando los dedos, sino que se usa un lápiz óptico. Grabada la información, la tarjeta electrónica es depositada por el presidente de la mesa electoral en una urna virtual que consiste en una computadora que a través del lector de tarjetas, como las que utiliza su cámara digital, registra el voto. Los datos son procesados por un sistema de conteo instalado en el colegio electoral principal de cada ciudad. Una vez que la base de datos ha sido actualizada con el nuevo voto, el elector recibe una confirmación oficial de que ha efectivamente votado.

-Excelente. Los felicito. Desafortunadamente, los diarios anuncian que el proceso de automatización en EEUU será revertido…

-No es del todo cierta su información. Permítame contarle la historia de la palanca y le aclaro el punto. Cómo le decía, el hombre seleccionó la palanca…

-Por favor, acláreme las investigaciones realizadas en EEUU.
-Ok. En los EEUU existe un debate muy enriquecedor sobre el uso de la tecnología en procesos electorales. Desde hace un mes funciona en The Johns Hopkins University, un centro de estudio, destinado a mejorar la confiabilidad de la tecnología de votación. El proyecto está destinado a abordar las inquietudes del público con respecto al empleo creciente de máquinas electrónicas en los comicios locales, estatales y nacionales. Es importante resaltar que esta no es una propuesta privada. La iniciativa denominada “Accurate” (Exacta) que por sus siglas en inglés significa elecciones correctas, funcionales, confiables, auditables y transparentes recibirá un aporte de 7,5 millones de dólares por parte de la Fundación Nacional para las Ciencias de los EEUU

-Claro, ese es el estudio que dirige Avin Rubin.

-Exacto. Rubin es un catedrático del área de informática en Johns Hopkins y director técnico del Instituto para la Seguridad de la Información de esa universidad. En los últimos años ha ganado mucha relevancia internacional por identificar los riesgos asociados a la tecnología que se ha implantado.

-¿Tiene más información sobe él?

-Cualquier dato que desee sobre sus investigaciones, incluyendo el análisis que realizó de los resultados del referendo revocatorio presidencial en Venezuela los puede encontrar en: http://avirubin.com/vote/. Permítame, contarle del proyecto Accurate, seguramente así se despejarán todas sus inquietudes. Con el respaldo de la Ley denominada Ayude a América a Votar, promulgada en el año 2002, los gobiernos municipales y locales de EEUU están debatiendo sobre la conveniencia de aumentar la tecnología en los comicios previstos para el año 2008.

-Rubin se opone, estoy seguro…

-Realmente nunca he conversado con él; pero, en sus declaraciones a medios internacionales indica que EEUU “se desplazó hacia la votación electrónica en las elecciones públicas antes de que la tecnología estuviera lista”. Básicamente, el proyecto liderizado por Rubin analizará las máquinas y la programación de votación electrónica, incluida la criptografía, que se utiliza para garantizar que la selección de los electores mantenga su privacidad, así como los métodos utilizados para verificar que las computadoras totalicen con precisión todos los votos legítimos; otros miembros del equipo se enfocarán en los aspectos legales y de políticas públicas que hayan recibido poca atención en la transición a la votación electrónica, así como los temas de comportamiento humano vinculados con “el abrupto” cambio en la manera en que la gente debe emitir su voto.

-Según entiendo, Rubin está en contra de la aplicación de las computadoras en procesos electorales

-De sus declaraciones parece desprenderse un planteamiento diferente al que usted me expone estimado lector. En diversos medios ha precisado que no hay razón por la cual las computadoras no puedan utilizarse para mejorar los sistemas electorales; sin embargo, siempre hace mucho hincapié en que las computadoras deben empelarse “como es debido”.

Bueno, ahora si comienzo con la historia. El hombre, seleccionó la palanca…

-Señor periodista, antes que comience debo decirle que por la información transmitida por los medios, he llegado a la conclusión que la votación electrónica no es un proceso confiable, porque siempre se designa a un pequeño grupo, selecto es el mejor calificativo, de individuos quienes programan, construyen y mantienen las máquinas. ¿Cuál es el resultado?, que el trabajo de los funcionarios electorales, observadores y candidatos sea puramente procedimental, impidiendo la posibilidad de chequeos por parte de los ciudadanos y partidos políticos. Para ayudarlo a entender mi punto, le recomiendo que visite los web sites de organizaciones como “wheresthepaper.org” o “votersunited.org” que aseguran que obtener “recibos” de las máquinas de votación no es suficiente. Soy de la creencia, que el votante debe exigir que se realice una acción que confirme que su voto ha sido corrrectamente tabulado, algo adicional al comprobante físico, logrando de esta manera la verificación de su voto y no la simple verificabilidad de su sufragio.

-Estimado lector, la impresión de comprobantes de votación es un requisito esencial para garantizar la transparencia del proceso, actualmente no creo que los organismo electorales, ciudadanos, partidos o ONG avalen sistemas que no entreguen soportes físicos que puedan ser auditados.

-No lo dudo; pero, la confianza de la votación no puede limitarse a la impresión de un papel, hace falta que los ciudadanos estén conformes con el desempeño de las autoridades comiciales, que exista una amplia campaña educativa, que los cambios no sean abruptos.
-Precisamente; para intentar disminuir las dudas sobre los sistemas automatizados los investigadores de la universidad The Johns Hopkins consideran necesario abrir los procesos de prueba de los sistemas a la observación por parte de los ciudadanos y organismos independientes; establecer procesos permanentes de análisis; facilitar los estudios independientes; ejecutar auditorias aleatorias de las máquinas para comprobar la identidad del software utilizado; realizar muestreos en sitios aleatorios, en un número específico de máquinas el día de la elección para comprobar que cada sistema operativo registra los votos de manera adecuada; impedir que el código fuente de los equipos pueda ser modificado; exigir una revisión de las pantallas en todos las máquinas de votación para minimizar la posibilidad de votos ocultos u otras anomalías y contar con la impresión de un registro físico permanente, independiente del recibo entregado al elector al momento de votar para la verificación de su voto.
-Señor periodista, si las he entendido bien, esas recomendación harán al proceso automatizado más complejo que los manuales porque la automatización demandará una comprobación manual lo que supone la realización de dos procesos en uno.

-Es una interpretación muy interesante. Recuerde que a pesar de las corrientes de opinión que intentan limitar la aplicación de tecnologías en los procesos electorales cada día se incrementa la producción y compra de equipos de votación; y se amplía el ámbito de acción de los procesos tecnológico. En Europa ya existen iniciativas de gobierno en línea, el parlamento español, con bastante fallos iniciales por cierto, inició sesiones incorporando curules electrónicos y votaciones automatizadas. En fin, es importante explicarle a los electores que, en este momento, la revisión exhaustiva y los comprobantes físicos de los votos son las mejores herramientas para garantizar la transparencia de los procesos. Como le comenté en un principio, la diatriba entre el voto manual y el voto automatizado, probablemente tarde tanto en resolverse como la discusión sobre el mejor sistema de gobierno. ¿Usted que prefiere, el Leviatán de Thomas Hobbes o los conceptos de Rosseau?

-Prefiere defender el concepto de Winston Churchil: “la democracia es la peor forma de gobierno después de todas las demás”, pero, aún así la quiero defender. Bueno, le voy a permitir que continúe con su historia; pero, por favor, recalque de ahora en adelante que el pobre hombre no conocía a los candidatos porque la campaña no fue apropiada.

-Por supuesto, como le estaba diciendo, el hombre movió la palanca…