Sólo una reflexión, pequeña, pequeñita…

Ayer, en esas conversaciones informales en la redacción del periódico, comprendí porque el caos navideño en Caracas. El primer dato contundente: Luís Vuitton acaba de reportar ganancias de 3 millones de dólares en Venezuela desde enero a noviembre de 2006. La cifra, probablemente le parezca una nimiedad a algún amigo del primer mundo, pero para mi país, 3 millones de dólares (es decir un incremento de aproximadamente 50% al año anterior) es mucho dinero, digamos que al cambio oficial equivale a 6 millardos de bolívares.

Me dirán ustedes: “Eso no explica las colas, porque esos 3 millones de dólares los gastaron 100 privilegiados”. Y aquí es donde yo refuto: Uno no puede andar con un bolso Luís Vuitton (salvo alguna desfasada estudiante de Comunicación Social) en el Metro; ni el caos en el centro de Caracas es producido porque las personas caminan con cinco a seis bolsas Luís Vuitton…Para cargar una prenda tan fina, se requiere un carrito –por lo menos- del año 2005… Y aquí está el segundo dato contundente: Entre enero y noviembre se vendieron 380 mil vehículos, nuevos, nuevecitos, de agencia, con olor a nuevo, y plástico en los asientos. Y la mitad de ellos se vendieron en Caracas. ¿Ahora si me explico?, como mínimo, este año hay 150 mil carros adicionales intentando entrar -al mismo tiempo, de eso no me queda la menor duda- a Las Mercedes, al Sambil, al CSI, y comiéndose las luces –todos al mismo tiempo, porque lo he visto- en la avenida Urdaneta y zonas aledañas. ¿Ahora si entienden por qué no encuentran puesto en los estacionamientos?