Incidencias del SAIA la oposición se le acaba el tiempo para recabar las pruebas que demuestren sus denuncias sobre usurpación de identidad y voto múltiple. Esta semana -una vez culminada la Verificación Ciudadana Ampliada- los técnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE) comenzarán a descargar de las 39 mil máquinas de votación utilizadas el 14 de abril la información generada durante la elección presidencial.
Mario Torre, ingeniero eléctrico y magister en Ingeniería de Sistemas, integrante del Grupo de Seguimiento Técnico que participa en las auditorías al sistema de votación desde el año 2005, sostiene que el contenido de las memorias de las máquinas de votación “constituye una evidencia irrefutable para determinar cuántos y quiénes usurparon la identidad de otros votantes y sufragaron ilegalmente en forma múltiple”.
Torres recuerda que el Sistema de Autenticación Integrado (SAI) empleado desde la elección presidencial del 7 de octubre de 2012 en todas las mesas de votación, realiza la comparación digital entre la huella colocada por el elector y una huella previamente almacenada del mismo elector en la memoria de la máquina.
Aclara que si la huella del pulgar derecho no coincidió con la almacenada en la máquina se le debía pedir al elector que colocara la huella del pulgar izquierdo. El resultado de esta comparación se denomina incidencia de autenticación (o simplemente incidencia).
Durante la elección presidencial del 14 de abril (ver infografía) la aplicación electoral del CNE podía generar cuatro incidencias básicas: 1) Coincidencia o match. Ocurrió cuando el SAI determinó que la huella del elector coincidía con una de la huellas previamente almacenadas para este elector. 2) No coincidencia o no match. El SAI determinó que ninguna de las huellas del elector coincidía con las huellas previamente almacenadas para ese elector. 3) Sin miembros superiores. El elector carecía de miembros o extremidades superiores. 4) Sin huellas registradas. El elector no tenía sus huellas registradas en la memoria de la máquina.
Torre resalta que cualquiera fuese la incidencia reportada el elector siempre pudo ejercer el voto. No obstante, explica que la Máquina de Votación “lleva la cuenta de cuántas incidencias de cada tipo ocurren durante el evento electoral. Además, la máquina contó el número de incidencias consecutivas en cada uno de los casos. Si el número de incidencias consecutivas excedía un tope, la Máquina de Votación se bloqueaba. Para volver a funcionar requería la intervención del presidente de mesa (primera vez) o del CNE (veces subsecuentes).
Torre resalta que cada mesa/máquina después de culminar la votación, transmite estos contadores de incidencias al Centro Nacional de Totalización junto con el Acta de Escrutinio. Es decir, desde la noche del 14 de abril el CNE tiene el reporte que indica cuántas personas votaron sin que existiese coincidencia entre su huella y la almacenada.
Con relación a las peticiones de la oposición Torres indica que el CNE “debe entregarnos la información de estos contadores por mesa. Es nuestro derecho, a lo que el CNE no se puede negar (…) Esta información es esencial para auditar qué fue lo que ocurrió en cada una de las mesas de votación”.
Con relación a la auditoría de no duplicidad indica que para este proceso se deben recolectar todos los números de cédula de identidad y huellas digitales de todos los electores que sufragaron el 14 de abril, “datos que están almacenados en las memorias de las máquinas de votación utilizadas (…) Estas memorias contienen las huellas digitales de todas las personas que se presentaron en el momento de votar”.
Para Torre, “si se realiza un examen comparativo de todas estas huellas contra sí mismas, podremos determinar con exactitud qué personas votaron en forma múltiple en varias mesas de votación (…) La información del SAI y almacenada en la máquina nos provee información esencial para asegurar la pulcritud o la irregularidad en un evento electoral”.
Resalta que el SAI “constituye un cuaderno de votación electrónico y tenemos pleno derecho a acceder a toda la información allí contenida. La información electoral recolectada por el SAI y en manos del CNE, constituye la evidencia irrefutable para demostrar que efectivamente existe una irregularidad, a fin de impugnar la elección del pasado 14 de abril”.

Dos o tres meses
Oficialmente el CNE no se ha pronunciado sobre la entrega del reporte de incidencias y la ejecución de la auditoría de no duplicidad.
Sobre el reporte la vicepresidenta Sandra Oblitas asegura que las incidencias del SAI se entregarán cuando se realice la auditoría de no duplicidad. Por otra parte, la rectora Socorro Hernández ha explicado que en dos o tres meses se pueden tener los resultado de esta auditoría.
A pesar de las declaraciones de Oblitas y Hernández, como cuerpo colegiado el CNE no se pronuncia sobre estos tópicos. Incluso, en la última sesión del organismo, celebrada el 30 de mayo, la mayoría de las rectoras declinó aprobar la entrega inmediata del reporte de incidencias del SAI por mesas, colocar la fecha tentativa para realizar la auditoría de no duplicidad (algunos técnicos del CNE sostienen que podría demorarse hasta 57 días) o acceder a permitir una revisión de los cuadernos de votación para constatar si se usurpó la identidad de los fallecidos reportados por el INE (180.125 difuntos) que aún aparecen como electores activos.

Usurpación de identidad
Miguel Cañas, Ingeniero Electricista, Ph.D. en Ciencias de la Computación y responsable del desarrollo del servicio ABA mediante la tecnología ADSL, recuerda -en un documento publicado en el blog del Grupo de Seguimiento Técnico- que el CNE “en un intento por minimizar el fraude por usurpación de identidad, incorporó un captahuellas a la máquina de votación el cual, por sí solo, no impide dicha usurpación pero registra las huellas de los electores que acuden a votar, de manera que, un análisis posterior y el castigo de aquellos que incurren en este tipo de delito, sí puede resolver el problema”.
Explica que el SAI “permite votar a toda persona, elector o no de la mesa, inscrito o no en el RE, independiente de que tenga o no huellas almacenadas en la máquina o que la huella real de su dedo sea autenticada exitosamente contra la huella almacenada”.
Cañas sostiene que si el CNE no hace el análisis de huellas, o no permite que los partidos opositores la realicen, “entonces se estaría demostrando que el captahuellas se incorporó a la Máquina de Votación solo para amedrentar a los electores opositores vulnerables (empleados de gobierno, beneficiarios de misiones, etc.).