Texto publicado en Prodavinci.com. A partir del año 2006 la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) dejó de invitar como observadores internacionales de las elecciones a organismos hemisféricos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, además de limitar el papel que hasta ese momento había desempeñado el Centro Carter.

Según documentos aprobados por la directiva del organismo comicial, los procesos de observación electoral internacional (como los ejecutados por la OEA, la Unión Europea y el Centro Carter) están “asociados a los procesos de descolonización que vivieron los países africanos y asiáticos a partir de los años sesenta”. Además, desde la perspectiva del CNE, la observación internacional está “enmarcada por una fuerte concepción asimétrica, de tutelaje y de legitimación con base en los valores propios de quien observa […] estos procesos constituyen una visión Norte-Sur, eurocéntrica, etnocréntrica”.

1. ¿A qué se refiere Tibisay Lucena cuando dice que el CNE evitará el turismo electoral y no invitará a paseadores de oficio?
En su declaración del día 17 de octubre de 2015, la presidenta del CNE explicó que el programa de acompañamiento electoral que se realizará para los comicios parlamentarios de este año seguirá con la línea de acción establecida desde el año 2006 para acabar “con el turismo electoral […] y con los políticos que se hacían pasar por técnicos electorales”. Al ser consultada, en rueda de prensa, si con esta afirmación se refería al Centro Carter, a la Unión Europea y a la OEA, la presidenta de CNE declinó responder.

No obstante, en un comunicado emitido el pasado 24 de agosto y en nombre de los otro cuatro rectores, Tibisay Lucena respondió a la solicitud de la OEA de ser observador internacional de la siguiente manera:

“El CNE hace recordatorio de las atribuciones exclusivamente administrativas de la Secretaría General de la OEA, mal pudiendo pretender sustituir poderes legítimos y autónomos venezolanos. El Secretario (Luis) Almagro se ha hecho heredero del desprestigio y desconfianza de vieja data, que despierta esa organización en las naciones libres e independientes del Continente. El Poder Electoral venezolano es el único garante de la transparencia y la legitimidad del proceso electoral venezolano”.

2. ¿Cuál es la diferencia entre “observación” y “acompañamiento”? ¿Por qué la OEA, el Centro Carter y la Unión Europea no pueden aceptar ser acompañantes?
Además de la clara diferencia semántica entre observación y acompañamiento, existen otras de índole técnico. Las misiones de observación electoral internacional suelen presentar planes concretos de verificación de todas las etapas que forman parte del procesos electoral y se instalan con semanas de antelación a los comicios en los países que han admitido su presencia. En el caso del acompañamiento internacional, el CNE ha limitado la llegada al país a una semana antes de las elecciones.

Al momento de ser invitado como acompañante electoral de los comicios presidenciales del año 2012, el Centro Carter argumentó su negativa a aceptar la invitación por razones logísticas y presupuestarias. No obstante, emitió un comunicado explicando que el propósito del acompañamiento es:

“invitar a individuos extranjeros a observar las actividades relativas al día de la votación mediante una presencia política mayormente simbólica, mientras que el propósito de la observación es el de invitar a organizaciones internacionales a evaluar el proceso electoral en su conjunto de manera sistemática”

Y aunque la OEA y la Unión Europea han manifestado reiteradamente su disposición a enviar misiones a Venezuela, no han vuelto a ser invitadas formalmente.

3. ¿Quiénes serán, en definitiva, los acompañantes internacionales el 6-D?
Hasta el 18 de septiembre, el CNE sólo había invitado formalmente a la Unasur. No obstante, en los próximos días esta invitación se hará extensible a representantes del Mercado Común del Sur (Mercosur), el Consejo de Expertos Electorales Latinoamericanos (CELA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), el Parlamento del Mercosur (Parlasur) y el Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Adicionalmente, el CNE invitará a las autoridades electorales de países con los que mantiene acuerdos de cooperación: Rusia, India, Filipinas, Mali y Corea del Sur, así como de organismos electorales que aspiran a firmar convenios de cooperación, como los integrantes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEEAO) y la Unión Africana.

4. ¿A qué se comprometen los países y personalidades que el CNE invita como acompañantes?
Según la normativa del CNE, los acompañantes internacionales tienen prohibido efectuar pronunciamientos sin autorización. También se comprometen a garantizar la confidencialidad de sus informes y a entregarlos después de que se produzca el anuncio de los resultados definitivos. Incluso, según el Artículo 487 del Reglamento Electoral, el CNE podrá revocar la credencial de acompañante internacional cuando estime que ha infringido las disposiciones legales, reglamentarias, el Plan de Acompañamiento Internacional Electoral o las instrucciones extra que hayan sido formuladas.

5. ¿No hay ningún avance con relación a otros procesos?
El único avance se encuentra en el tiempo previsto para el procesos de acompañamiento. Aunque inicialmente el CNE lo había previsto entre el 30 de noviembre y 7 de diciembre, la presidenta del organismo comicial explicó que para los comicios del 6 de diciembre las misiones de acompañamiento podrían llegar al país para participar en las auditorias técnicas del sistema. Las más importantes de estas revisiones se realizarán a partir de la primera semana de octubre.

6. ¿Todos los rectores electorales avalan la posición de Tibisay Lucena?
En el pasado, sólo Vicente Díaz y ahora Luis Emilio Rondón (quien sustituyó en el cargo a Díaz desde diciembre de 2014) han expuesto públicamente críticas a esta postura. En el caso de Díaz ha explicado que el término observación “psicológicamente supone un sujeto observador y un objeto observado. La observación supone diagnóstico y conclusiones. El acompañamiento es cualquier cosa, mientras una misión es más sistemática y profunda”. Desde su perspectiva, con la negativa del CNE para aceptar la presencia de misiones técnicas de observación internacional, “pareciera que se intenta vender la idea de que no se quiere la observación porque hay algo turbio, lo cual podría perseguir desanimar a votantes sensibles a las garantías electorales”.

En el caso de Luis Emilio Rondón, actual presidente de la Comisión de Participación Política y Financiamiento del CNE, reiteradamente ha explicado que:

“estos procesos (en referencia a la observación internacional) deben verse con doble visión: por un lado, permiten certificar ante el mundo que los procesos electorales venezolanos se adelantan de acuerdo a los requerimientos que impone la democracia formal, nuestra Constitución y las leyes. Por otro lado, permite que los observadores de otras naciones puedan llevarse lo mejor de la experiencia venezolana para nutrir sus procesos […] Y es que la observación no debe verse como una intromisión de terceros en los asuntos del país ni se trata de permitir monitoreo alguno o poner en juego la soberanía y la autodeterminación de nuestro pueblo”

Habla-el-rector-del-CNE-Luis-Emilio-Rondón-640X602

7. ¿Desde cuándo no existe observación internacional electoral en Venezuela?
La última ocasión en la que hubo misiones técnicas internacionales se instalaron en el país para evaluar una elección fue en las elecciones parlamentarias de 2005. No obstante, para la elección presidencial de 2006, aunque no existieron misiones internacionales, vinieron al país (dos meses antes de la votación) 200 observadores internacionales de la OEA y de la Unión Europea. En ambos casos, la valoración general de las elecciones realizada por los técnicos internacionales fue positiva, aunque algunos (especialmente la Unión Europa) formularon recomendaciones sobre la publicidad institucional, el ventajismo y el rol de los funcionarios públicos durante la campaña.

8. ¿El CNE nunca acató las recomendaciones de los observadores internacionales?
Durante la última década los rectores han aplicado varias de las recomendaciones técnicas que en su momento realizó la Unión Europea. Por ejemplo: La Misión de Observación desplegada durante los años 2005 y 2006 sugirió ampliar el tamaño de los óvalos en los tarjetones electrónicos de votación para evitar la confusión de los electores, así como evitar el uso selectivo de captahuellas. Y ambas recomendaciones fueron acogidas por el CNE. No obstante, la Unión Europea también recomendó al organismo comicial otorgar “mayor prioridad a los mecanismos sancionadores de delitos y faltas electorales previstos en la ley […] de manera que se penalice y disuada de su comisión, antes del fin de la campaña electoral”. Además, sugirieron la “suspensión de la publicidad institucional, ya sea nacional, estatal o local” y limitar las actividades públicas de todos los funcionarios. Ninguna de estas recomendaciones fueron aceptadas por el CNE. Incluso han sido cuestionadas por autoridades electorales y funcionarios de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

9. Si no son invitados, ¿no pueden pronunciarse sobre las elecciones?
Luego de la elección presidencial sobrevenida del año 2013, la presidencia del Parlamento Europeo, después de recibir por parte del CNE el informe sobre las auditorias al sistema, emitió un comunicado por medio del cual explicaba que aunque tomó nota del “interesante” reporte de auditorías realizado por el CNE, lamentaba la decisión del organismo comicial de no invitar a la Unión Europea para que fuese parte de las misiones técnicas de observación electoral.

La comunicación, remitida por el entonces presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, indicaba que el Parlamento Europeo había “seguido muy de cerca” los eventos relacionados con la elección presidencial y explicó que una Misión Técnica de Observación Electoral de la Unión Europea (de la cual el Parlamento hubiese formado parte) podría haber contribuido “a reducir la polarización en la sociedad venezolana”, además de insistir en que una misión electoral podría haber supervisado cuidadosamente el evento comicial del 14 de abril de 2013.

10. ¿Sólo la oposición venezolana pide observación?
La observación ha sido solicitada por representantes políticos y técnicos de la oposición, así como por figuras que en su momento formaron parte de los gobiernos de Hugo Chávez o manifestaron públicamente su apoyo a la revolución bolivariana.

Por ejemplo: el pasado 15 de agosto, un grupo de ex funcionarios y académicos vinculados en su momento con la revolución bolivariana exhortaron al CNE a permitir la observación internacional. El grupo, conformado entre otros por  Javier Elechiguerra (ex Fiscal General de la República), Felipe Pérez Martí (el ex ministro de Planificación) y los académicos Arnaldo Esté, Luis Fuenmayor Toro, Alberto Jordán Hernández y Margarita López Maya, quienes argumentaron que el sistema electoral venezolano:

“aun con su sofisticada plataforma tecnológica diseñada para la trasparencia, ha ido crecientemente constituyéndose para el ciudadano común en una caja negra de las que sólo conoce la entrada y la salida, pero desconoce los aspectos medulares de su proceso interno. Altamente computarizado, su confiabilidad se debe presumir a partir de la supuesta invulnerabilidad técnico-operativa de sus sistemas y equipos. Los resultados de auditorías técnicas circunstanciales, hechas con participación de técnicos independientes y de la oposición, han sido muy poco difundidos oficialmente y no han ampliado la confianza en el sistema”.

Por otra parte indicaron que “en sus fases y niveles medulares el CNE ha sido también crecientemente partidizado, alejándolo del ideal de independencia, transparencia y profesionalismo.