Los resultados de las elecciones municipales del 8D se pueden analizar desde tres perspectivas distintas

1) Cantidad de alcaldías ganadas
2) Voto nacional de ambos bloques
3) Triunfos en ciudades simbólicas

En este post se analiza la tercera variable

La oposición perdió su apuesta principal: el plebiscito. Además el chavismo (a pesar del retroceso porcentual) mantuvo la mayoría de las alcaldías en dispuesta. Sin embargo, el triunfo de los candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las ciudades más simbólicas del país

(por su población o por su identificación con la revolución) provocan que la oposición genere en sus electores una percepción de triunfo que el chavismo —a pesar de su evidente ventaja numérica— no logra contrarrestar.
Para el presidente de Datanálisis es obvio que el chavismo, desde la perspectiva numérica, ganó las elecciones municipales.
No obstante, aunque reconoce que la oposición no triunfó en su estrategia plebiscitaria, explica que concebir las 337 elecciones municipales como un referendo consultivo no fue un error. “Sin ese conector, los resultados hubieran sido peores (…) la convocatoria de un plebiscito ayudó a superar la desmotivación de los opositores duros”, advierte León.
¿El resultado? La victoria en ocho de las principales ciudades del país, además de la Alcaldía Metropolitana de Caracas.
León insiste en que, a pesar de que los medios resaltan el triunfo del chavismo en 13 capitales, la oposición, a pesar de la evidente desventaja en las condiciones electorales

“obtuvo nada más y nada menos que la Alcaldía Metropolitana de Caracas más cinco de sus seis municipios, además de Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Maturín, San Cristóbal y Mérida. Cayeron bastiones del chavismo como El Vigía, Valle de la Pascua y Valera. Y está el caso de Barinas, un triunfo importante para la oposición,

aunque más relacionado con la simbología de la familia Chávez que con temas demográficos”.
Por otra parte, el polítólogo Edgard Gutiérrez estimada que la oposición “sigue teniendo un mejor performance urbano”, incluso sostiene que “no es casualidad que, aún perdiendo la capital del estado Trujillo, la MUD gane en la ciudad más próspera: Valera. El simbólico triunfo de Barinas también habla bastante de esto”.
No obstante, Gutiérrez hace dos advertencias: “Con mayor número de victorias numéricamente hablando, el oficialismo sigue dominando la Venezuela más recóndita, la más rural” y tal vez la más importante: 

“Las elecciones municipales del 8 de diciembre fue una elección en la que no intervino el liderazgo de Chávez. Así que no quede duda: no es el carisma. Es el sistema”.