Los organismos electorales integrados por profesionales sin vínculos partidistas suelen tener gestiones más exitosas que aquellos integrados por funcionarios relacionados directamente con partidos políticos.
Jennifer McCoy directora del programa para las Américas del Centro Cárter sostiene el peor criterio para escoger a los integrantes de un organismo comicial es el que se orienta exclusivamente a permitir que las decisiones recaigan sobre un solo partido.
Sobre el proceso de diálogo en Venezuela sostiene que uno de los riesgos de este tipo de proceso es el ataque que proviene de “los sectores más extremistas de todos los lados que están participando y eso es normal en todos los países. ¿Cómo se enfrenta esto? Si el diálogo da resultados puede demostrar que vale la pena (…) siempre “existe un costo político para quienes se van a sentar en la mesa, los van a llamar traidores, colaboracionistas o débiles”.

-¿Qué criterios deberían seguirse en la renovación del CNE?
-He hecho una investigación académica con algunos colegas en donde investigamos el impacto del modelo de la composición de los organismo electorales en la calidad de las elecciones en el hemisferio, lo que vimos es que los modelos en donde se escogen a los directores de un ente electoral por su experiencia profesional y en donde la ley dice que no van a tener alianzas partidistas estos tenía los mejores resultado para la calidad de la elección; segundo eran los modelos en donde hay explícitamente representación de los partidos políticos, pero que constituyen organismo mixtos porque existe un balance en la representación de todos los partidos políticos del país en el organismo electoral (…) El peor modelo es cuando el organismo electoral está dominado por un solo partido, o un solo partido es el que toma las decisiones. En Venezuela la Constitución habla de un ente electoral del primer modelo, me parece que sería lo correcto y lo deseable.

-En teoría desde 2003 el CNE está integrado por rectores sin vinculación partidista; no obstante, en la práctica no todos los rectores designados para integrar alguna de las tres directivas conformadas desde entonces cumplieron con el requisitos de independencia política. ¿Qué garantizan que se no se siga repitiendo este error?
-Todo depende de la voluntad política de los actores que escogen a las autoridades. Según la Ley para designar a los rectores se necesitan las dos terceras partes de la Asamblea Nacional y esto es normal en muchos países, tener una mayoría calificada. La razón de esto es para tener un nombramiento de consenso entre varios partidos y no solo de una organización política, sirve para dar confianza (…) En Venezuela, para llegar a las dos terceras partes, se necesita mucho más que el voto de un solo partido. Además está el diálogo en marcha y la voluntad expresada de las partes a participar en este diálogo y esto da el impulso a buscar unos consensos adicionales y reconocer la importancia de que existe la confianza y el apoyo de varias partes para estas nuevas autoridades.

-El Centro Carter siempre ha valorado positivamente los logros técnicos del CNE, sin embargo en 2012 fue muy crítico con la actuación de los cinco rectores…
-A partir de 1998 cuando el Centro Carter realizó la primera observación electoral en Venezuela hemos visto altas y bajas en los procesos y en las quejas sobre los procesos electorales. Ese año, antes de la actual Constitución, se dio un cambio en el modelo del CNE de uno representativo de partidos a uno basado en el profesionalismo y no partidista. En esa elección, en la primera elección que ganó el presidente Chávez, vimos una confianza general en el proceso, no observamos quejas relevantes sobre la elección (…) En 2000 hubo muchos problemas, hubo que suspender las elecciones y existieron muchas quejas sobre el organismo, hubo que cambiarlo y volvieron al modelo del profesionalismo y tuvo un mejor desempeño.
Lo que hemos visto a partir de esos dos periodos a partir de 2006 es un patrón muy positivo en la consulta con los partidos para desarrollar el sistema de auditorías al sistema automatizado de votación, lo que desarrolló la confianza en el sistema. Venezuela ha mostrado el sistema más avanzado tecnológicamente en el mundo, muy bien auditado por los partidos, incluyendo a los partidos de oposición.
Por otra parte, hemos observado, especialmente en el 2012 y 2013, el tema de las condiciones de campaña y el ventajismo. Hemos notado que con el cambio de la Constitución, al hacer la reelección indefinida es importante hacer normas y reglamentos para garantizar la competitividad de las elecciones. Hay ventajas naturales para los funcionarios del Gobierno que van a reelegirse y hay que compensar estas ventajas naturales para garantizar que existe una equidad en términos generales.

-Uno de los argumentos que esgrime desde el CNE es que no existe alguna norma que les permita supervisar la pre-campaña, ¿esto debería estar en la Ley de Partidos Políticos, en la Ley Electoral o es más factible que se trabaje vía reglamentos en el CNE?
-Existen algunas normas. Existe la prohibición a funcionarios públicos a participar durante la campaña, existe un requisito que obliga a los candidatos a entregar un informe de sus ingresos y gastos al CNE, hay algunas reglas sobre el contenido de la propaganda. (…)Lo que hemos visto es que cuando se comparan este grupo de reglas con otros países Venezuela tiene menos que otros países. Por ejemplo, es el único país en el hemisferio que no tiene ningún tipo de financiamiento público a los partidos y candidatos (…) En Venezuela no hay topes de gastos, aunque la tendencia en el hemisferio es establecer el tope de gastos, otros países en que existe la reelección se prohíbe la participación de los funcionarios del Gobierno en la inauguración de obras públicas en el mes o las semanas inmediatas a la elección (…) En Brasil no se puede incrementar el presupuesto para publicidad del Gobierno, si el gobernante será candidato a la reelección, en el año antes de la elección, nunca puede ser superior al promedio de los tres últimos años antes de la elección.

-La mayoría de los elementos que menciona se encuentran en las recomendaciones de los informes de observación internacional de la Unión Europea, de la Organización de Estados Americanos y del Centro Carter. El diagnóstico está hecho desde hace varios años, pareciera que falta es la voluntad política para corregir los problemas. Por ejemplo, el Centro Carter ha reconocido que en Venezuela se desconoce cuánto dinero se gasta en las campañas electorales. Pareciera que no es suficiente con renovar al CNE, sino que se requiere actualizar la normativa electoral.
-Claro, pero eso depende de la Asamblea Nacional.

-¿Considera el Centro Carter que se debe actualizar las leyes electorales en Venezuela?
-Hemos hecho recomendaciones en ese sentido, que se puede hacer una actualización de las normas, especialmente ante la reelección indefinida para poder compensar (…) Este año sería lo más propicio debatirlo porque no hay elecciones (de ámbito nacional) programadas.

-Ha recibido muchas críticas la oposición por haberse sentado a dialogar sin condiciones previas, ¿qué ha observado el Centro Carter sobre este incipiente proceso?
-Para resolver cualquier problema hay que comunicarse, no se puede hacer sin comunicación. Ese siempre es el primer paso, ahora tienen también la participación en algún nivel de la Unasur y de representantes del Vaticano. Esto generalmente promueve que existe un diálogo civilizado y con respeto, que es la segunda cosa importante (…) Si va a existir la comunicación deben tenerla de forma civilizada y respetuosa. En tercer lugar para que se escuchen (las partes) no es solo hacer declaraciones ante las cámaras (…) entender el punto de vista del otro es imprescindible para resolver una disputa. Si se entienden los intereses y las emociones se puede tener algún tipo de empatía, que puede servir para crear un sentimiento colectivo más allá del nosotros y los otros (…) Se debe tratar de crear un sentimiento que todos son del mismo país. Hemos visto todos estos años que ha desaparecido la identidad común (…) Hay muchas visiones diferentes sobre el futuro y eso está bien (…) pero se pueden identificar lo que necesita el país para avanzar que son cosas muy claras y obvias: todo el país necesita enfrentar los problemas económicos del desabastecimiento y la inflación para reactivar la producción (…) En este sentido, me dicen, que el diálogo económico está dando algunos resultados y eso es para el bien del país, no para un partido u otro (…) el que está en el Gobierno para cumplir con sus funciones necesita las condiciones para la gobernabilidad, necesita algún tipo de estabilidad política y social. Si van a lograr mejorar la economía necesitan algún tipo de gobernabilidad. Al mismo tiempo la gente necesita canales para exponer sus quejas, necesitan ser escuchados, sino van a la calle. Lo hemos visto en muchos países.

-En Venezuela parece confundirse condiciones para un diálogo con resultados del diálogo. ¿Qué recomendaciones puede dar el Centro Carter para este tipo de proceso?
-Para que un diálogo sea fructífero se necesita que las partes den señales o gestos de buena voluntad. Esto tiene que ver con las personas detenidas por las protestas, mientras estén detenidos es importante garantizarles el debido proceso (…) la otra cosa importante para iniciar un diálogo es el reconocimiento de las partes como actores legítimos. En Colombia hubo una discusión muy amplia sobre este tema en los procesos de paz (…) después tienes la agenda del diálogo mismo y siempre hay riesgos. Uno de los riesgos es que lo atacan los sectores más extremistas de todos los lados que están participando y eso es normal en todos los países. ¿Cómo se enfrenta esto? Si el diálogo da resultados puede demostrar que vale la pena. Siempre existe un costo político para quienes se vana sentar en la mesa, los van a llamar traidores, colaboracionistas, cobardes o débiles. El que se sienta en la mesa está demostrando liderazgo y coraje, podemos ver a Nelson Mandela (Sudáfrica), para convencer a los extremistas que vale la pena el diálogo hay que mostrar resultados.

-Las próximas reuniones serán privadas. Algunos sectores lo critican porque creen que no visibilizar la conversación es falta de transparencia
-Es un doble filo. Si lo hablan todo frente a la TV, los actores tienen la tentación de hablarle a su público y no al otro. Están declarando al público para mostrar su fuerza o su posición dura, siendo más difícil hablar e intercambiar posibilidades para hacer algún tipo de concesión (…) Para mí es un muy interesante, en español no existe la palabra de inglés compromise, en Español compromiso es la palabra conmmitment en inglés, no existe la palabra que englobe “yo doy algo y tu das algo” que es el significado de compromise (…) Para llegar eventualmente a un compromise en donde los dos dan algo hay que explorar, dar cosas y eso es difícil hacerlo frente a las cámaras. Pero al mismo tiempo si no se da información al público piensan que están negociando y eso también es malo. En Colombia tienen este desafío con el proceso de paz y de vez en cuando explican en términos generales que han acordado pero no los detalles. Es un desafío encontrar este balance, me parece importante tener una instancia en la que se pueda hablar francamente, pero también mantener al público informado de los avances.

-¿Es viable la propuesta del ex presidente Lula para que se constituya un Gobierno de coalición en Venezuela?
-Esto generalmente se piensa como resultado de una guerra civil, un proceso armado. Acá hay elecciones y el gobierno por muy estrecho margen ganó la elección (…) Lo que si es importante es reconocer el resultado de la elección presidencial que alguien ganó, pero otros ganaron otros puestos, hay que respetar a los gobernadores, diputados, alcaldes y ellos necesitan tener todos los recursos que están destinados a ellos constitucionalmente (…) Para añadir a esto está la institucionalidad y las reglas del juego consagradas en la Constitución que incluye los derechos humanos de los ciudadanos, el derecho a protestar, el debido proceso y todos los derechos que tienen que ver con las elecciones (…) Para una democracia funcionar los que pierden una elección necesitan tener la confianza y las garantías de que pueden competir en la próxima. Siempre es importante reimpulsar las reglas del juego y eso tiene que ver con la renovación de las autoridades. Las nuevas autoridades del CNE necesitan contar con la confianza de toda la gente y necesitan cumplir las reglas y estas reglas necesitan dar las posibilidades a todos.

-En una escala de conflicto político del 1 al 10, ¿en dónde se encuentra Venezuela?
-En términos de conflicto político es muy alto, en términos de conflicto armado no es tan alto como se ve en otros países (…) tener 40 fallecidos por razones de conflicto político es trágico, pero el conflicto armado de Colombia lleva 50 años y es muy diferente a lo que ocurre en Venezuela.
La polarización es peligrosa porque paraliza. En EEUU también tenemos polarización, y tenemos un Gobierno dividido. Hay un partido en el Congreso y otro en el Ejecutivo y no pueden ponerse de acuerdo para gobernar, ni para tomar decisiones. Acá tienen un partido en el Ejecutivo y el mismo partido con mayoría en el Legislativo, entonces no existe ese problema, pero existe el riesgo grande, que lo hemos vistos en los últimos meses, de que puede producirse el conflicto social y las muertes que hemos visto. Ese es otro tipo de polarización que hay que contener o reducir.

-¿Si se comparase la Venezuela actual con la del proceso de diálogo del año 2002 diría que avanzamos, retrocedimos o nos encontramos en un momento similar?
-Ha habido cambios y es difícil compararlo. Mucho ha pasado en estos años, casi 12 años. Sigue el conflicto de las visiones para el país, ahora se ven diferentes actores, en aquella época, el conflicto desde el lado de la oposición fue dirigido por actores sociales, los empresarios y sindicatos con la participación de los medios privados, mientras los partidos políticos eran débiles y el sector estudiantil no apareció. Ahora vemos mas a los partidos políticos participando en las elecciones y en la mesa de diálogo, ahora han aparecido los estudiantes como un actor muy importante a partir de 2007. Pero también otros actores como Fedecámaras han cambiado, ahora no quieren ser un actor político como antes (….) 

Un cambio grandísimo es la ausencia del líder de la Revolución, Hugo Chávez fue una persona dominante, una figura histórica grandísima y ahora el país es más normal en el sentido de tener varios líderes, no quiero denigrar del presidente Maduro, claro que hay un Presidente, pero también hay varios líderes como en cualquier otro país.

-No hay un caudillo, no hay un híper liderazgo…
-Exactamente, no hay un líder predominante sobre todo (…) Es como cuando terminó en el mundo la Guerra Fría. Todos en el mundo sabían las reglas de una guerra Bipolar, dos hegemonías, dos grupos aliados. Cuando terminó esto en el mundo no se sabía como manejarse y ha tomado tiempo, hasta ahora, para encontrar las nuevas reglas.