Nicolás Maduro convocó la única elección que podría ganar el chavismo: Una Asamblea Nacional Constituyente Popular modificando el sistema de voto universal, secreto y directo que se usa en Venezuela para garantizar, como fin último, el control de los integrantes de una instancia que persigue modificar los aspectos básicos de la Constitución Nacional aprobada en 1999.

A diferencia del proceso constituyente liderado por Hugo Chávez hace 18 años en esta ocasión Maduro asegura que la propuesta de una Constituyente no debe ser avalada por los electores a través de un referendo aprobatorio.

Sin embargo, la opción de contarse en la urnas no está contemplada por el chavismo.

La iniciativa de una Asamblea Nacional Constituyente que promovió Hugo Chávez fue convocada gracias al voto favorable de 87,75% de los ciudadanos que acudieron a ese referendo (3.630.665 electores). No obstante, ese referendo estuvo marcado por la abstención al punto que 62% de los venezolanos habilitados para participar en él (6.850.742 de electores) no acudieron a las urnas.

La ausencia del referendo previo para convocar la Asamblea Nacional Constituyente Popular que propone Maduro es uno de los elementos que la mayoría de los abogados constitucionalistas del país esgrimen para considerar como “fraudulenta” la convocatoria de esta instancia.

Según el abogado constitucionalista Antonio Canova la única manera, según el artículo 347 de la Carta Magna de convocar a Asamblea Nacional Constituyente es mediante referendo consultivo con elección universal”.

A falta que Maduro –y el Consejo Presidencial Constituyente- presenten las bases comiciales definitivas para la elección de los integrantes de la ANC Popular, las informaciones preliminares sugieren que la estrategia del chavismo se centra en diseñar un sistema de elección en que la oposición está limitada a un número específico de cargos.

Según el abogado José Ignacio Hernández “los constituyentes serán elegidos con un procedimiento similar al desarrollado en regímenes autoritarios como los de la Unión Soviética o Cuba (…) No se escogerán de manera universal y secreta, sino que se producirá una elección corporativa o indirecta”.

Según indicó Maduro al momento de anunciar la convocatoria a una ANC esta instancia debe estar integrada por 500 constituyentistas, la mitad de ellos elegidos vía representación sectorizada. Esto significa que solo los sindicatos, organizaciones sociales, etc. reconocidas por el chavismo podrán postular candidatos y votar por ellos. La otra mitad de los constituyentistas se plante elegirlo por circunscripciones municipales, en donde el chavismo aspira a potenciar el voto de sus militantes.

Al momento de hacer esta propuesta apenas 30% de los venezolanos se autodefinen como chavistas según las mediciones de la empresa Datanálisis, mientras la aprobación de gestión de Maduro es inferior al 22%.

No obstante, el diseño electoral preliminar para la elección de los constituyentistas podría darle al chavismo más de los mitad de los integrantes de esta instancia.

La intención del chavismo de diseñar un proceso a su medida provocó que el rector principal del Consejo Nacional Electoral (CNE) Luis Emilio Rodón denunciara que “la facultad del presidente para convocar a una ANC no puede desatender los principios básicos del voto, como la universalidad”.

Según Rondón “el artículo 63 de la Constitución Nacional consagrada la universalidad, que es el derecho a votar de todos los Venezolanos sin distinción de raza, sexo, creencias o condición social”. Para Rondón “plantear métodos especiales para conformar una ANC, no previstas en la Carta Magna, impedirá el derecho de los venezolanos a elegir a sus representantes”.

Por otra parte alertó que las “elecciones corporativas (como las que propone Maduro) cambian el sufragio, ejercicio directo de la soberanía ciudadana, por grupos o gremios contrariando la Carta Magna”.

En ultima instancia, Rodón aseguró que “ante la crisis que atraviesa el país es esencial cumplir con la Constitución”

No obstante, las advertencias de Rondón no han generado ningún tipo de reacción entre las rectoras electorales Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Tania D`Amelio o Socorro Hernández.

Sin elecciones
Según los últimos datos del Venebarómetro al menos 60% de los venezolanos votarían por los candidatos de la oposición en caso que se convocaran elecciones a gobernadores. Esto significaría que de las 23 gobernaciones en dispuesta la oposición pudiese estar ganado en 18 estados.

Aunque algunos constitucionalistas sostiene que la convocatoria de Maduro no debe afectar la realización de las elecciones pendientes en el país, en la práctica con la puesta en marcha de una ANC se suspendería temporalmente la celebración de las elecciones regionales (que debieron celebrarse en diciembre de 2016), las elecciones municipales (que debe celebrarse en diciembre de 2017) y presumiblemente las elecciones presidenciales que deben realizarse antes del 10 de enero de 2019.

Según el constitucionalistas José María Casal el anuncio de una ANC Popular “es una huida hacia adelante que busca evitar las elecciones y el voto (…) Maduro habla de paz pero su llamado a constituyente parte de la confrontación y excluye a más de la mitad del país”.

Como ocurrió en 1999 corresponderá al CNE dirigir el proceso de designación de los miembros de la “Asamblea Nacional Constituyente Popular”, según lo que dispongan las bases comiciales que presente Maduro. Hace 18 años, las bases comiciales que presentó Chávez fueron rechazadas por los integrantes del organismo comicial bajo el argumento que el presidente no había justificado la cantidad de integrantes de esa instancia.

Chávez propuso una ANC conformada por 103 miembros; sin embargo, la autoridad electoral reformuló esa propuesta a 131 integrantes (a razón de que cada 234.102 habitantes escogieran un constituyentista).

En la opinión del abogado José Ignacio Hernández la propuesta preliminar para elegir a los integrantes de la ANC Popular (además del debate de la legalidad de esta decisión) constituirá una violación al derecho al sufragio directo, secreto y universal”, además de afectar el funcionamiento de todos los Poderes Públicos.

El proceso constituyente de 1999 se desarrolló en un lapso de 12 meses y necesitó de tres eventos electorales distintos: referendo aprobatorio de la convocatoria a una ANC, elecciones de los constituyentistas y referendo aprobatorio de la Carta Magna redactada. En la propuesta de Maduro el primer referendo no se realizará (el chavismo argumenta que no es necesario), la elección de los constituyentistas se realizará modificando la elección universal y permitiendo a quienes se definen como chavistas tener más opciones de votación y se mantiene la duda sobre la realización de un referendo aprobatorio de los cambios que serán introducidos en la Constitución.