La mayoría de los venezolanos no tiene ninguna duda: Leopoldo López es un preso político. Así piensan siete de cada 10 ciudadanos.
Incluso, el chavismo se polariza en dos grupos de similar tamaño al evaluar el caso del Coordinador Nacional de Voluntad Popular, al punto que para 47,5% de los oficialistas López está detenido por su postura política. Esta percepción la rechazan 45% de los revolucionarios.
En el caso de los ciudadanos que se definen como independientes, 57% cree que López es un preso político, 23% rechaza esta tesis y 19% prefiere no opinar.
Entre los opositores la percepción de injusticia es mayoritaria. Para 85% el Coordinador Nacional de VP está preso por causas políticas.
No obstante, la mayoría de los ciudadanos avala que López se presentara voluntariamente ante las autoridades. Para ocho de cada 10 ciudadanos esta fue una decisión correcta, apenas cuestionada por 5% de los chavistas, 23% de los opositores y 10% de los neutrales.
La detención de López ha consolidado su imagen ante la opinión pública. Según el IVAD 46,6% tiene una percepción positiva del líder de VP, mientras 38% posee una percepción negativa.
El “agrado” de López contrasta con el del presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello. Según el IVAD solo 26% de los ciudadanos tiene una imagen favorable del hombre fuerte en el gobierno de Maduro.
La percepción negativa de Cabello incluye a 32% de los ciudadanos que dicen que les desagrada el Jefe del Parlamento y a 25% que asegura que les “desagrada mucho”.
Al valorar la imagen de Cabello 14% de los ciudadanos prefiere no fijar posición y aseguran que les resulta indiferente.

El estudio del IVAD sobre gestión de gobierno y coyuntura política culminó el 25 de marzo. Se realizaron 800 entrevistas en hogares de todo el país para un error muestral máximo entre +/- 1,27% y +/- 2,91%.