Para defender a la revolución bolivariana lo mejor que se puede hacer es evadir la realidad con discusiones absurdas. Los principales articulistas, generadores de opinión y stalker del chavismo lo han demostrado en los últimos días al valorar la crisis de inseguridad que vive el país. Mientras unstalker profesional reconocía que los índices de homicidios son “muy altos”, pero matizaba la afirmación argumentando que mueren más personas por infartos, uno de los articulistas estrellas del chavismo simplemente pedía que se aclarara qué significa pedir “mano dura” contra la delincuencia.

En sus análisis la inseguridad es generada por la televisión, los videojuegos violentos, la IV República y la CIA. No existe otra explicación para ellos. Están tan necesitados de defender a su modelo político que no pueden reconocer que el problema que –evidentemente- comenzó durante los gobiernos civiles del siglo pasado (prefiero ese calificativo al de IV República) se ha magnificado durante la revolución bolivariana.

Durante los últimos 14 años el chavismo ideó 19 planes distintos de seguridad. 12 ministros (incluido el ratificado Miguel Rodríguez Torres) fueron los encargados de ejecutar estos planes.

 El resultado puede percibirse a simple vista: Venezuela es uno de los 10 países más violentos del mundo. Se cometen ocho delitos por cada 100 habitantes, más de 80% son robos y hurtos. Anualmente se reportan 19 mil muertes violentas. Entre los años 1999 y 2011 fueron secuestrados más de 5.000 venezolanos y los homicidios se convirtieron en la principal causa de muerte entre las personas de 15 y 19 años. 79,5% de los homicidios son cometidos con armas de fuego  y se estima que en el país circulan 6 millones de armas ilegales (según reconoció uno de los 19 ministros de Interior y Justicia).

Aún así, cuando se reclama “mano dura” a la delincuencia los soportes comunicacionales de la revolución se preguntan en qué consiste tal petición. Incluso, pareciera que no la consideran pertinente.

Como en este punto todos deben estar buscando las forma de rebatir las anteriores cifras (tomadas de los informes de la ONG y los pocos balances que existen) con discusiones etéreas sobre el significado de los conceptos esgrimidos, bien vale utilizar como soporte los datos que en su momento ofreció el propio presidente Hugo Chávez. E

l 21 de junio de 2012, durante el lanzamiento de la Gran Misión a Toda Vida, el Comandante indicó que  más del 50% de los policías cumplen funciones administrativas, custodia de instalaciones y personalidades, no cumplen con el patrullaje en el barrio, con la lucha contra la delincuencia (en ese momento 74% de las alcaldías estaban bajo el control de alcaldes chavistas) 

Chávez también reconoció que el número de policías por habitante estaba (aún se mantiene así) por debajo del estándar internacional recomendado.

Las cifras (las pocas que hay) sugieren que el 10% de los cuerpos policiales no tienen ningún sistema de comunicación, 85% tiene dificultades para comunicarse entre sí y con otros cuerpos policiales, en 60% se calcula el déficit de dotación, 78% de los cuerpos policiales se rotan las armas porque no hay armas suficientes para todos, 60% de las policías en el país no tiene armas intermedias para el ejercicio de la función policial (bastón y otros instrumentos) y 80% de los cuerpos policiales del país no presta el servicio de patrullaje. Voy a repetir este último dato: 80% de los cuerpos policiales del país no presta el servicio de patrullaje.

Desconocen también los articulistas, opinadores y stalker del chavismo que entre 2007 y 2011, el gasto dirigido a “política, seguridad y orden público” fue de –en promedio– 1,09% del total de gastos erogados por el  gobierno central. Para 2012, el gasto presupuestado para esta partida es 1,12% del total de gastos previstos y en 2013 la situación no fue distinta.

También ignoran que entre 2007 y 2011, el gasto dirigido a “administración de justicia y Ministerio Público” fue de –en promedio– 2,5% del total de gastos erogados por el gobierno central. Para 2012, el gasto presupuestado para esta partida es 2,64% del total de gastos previstos, situación que no varió durante el año 2013.

Los soportes comunicacionales del chavismo piden explicar en qué consiste poner “mano dura” a la delincuencia, no obstante no se inmutan porque en el reporte anual del Ministerio Público a la Asamblea Nacional en 2010, de las 257.405 actuaciones judiciales solicitadas por los fiscales al Ministerio Público en materia penal solo se realizaron 49.161 juicios. 80% de las solicitudes no llegó a juicio. Eso se llama impunidad.

Mucho menos se inmutan porque el Ministerio Público dejó de publicar desde hace dos años la cifras de cuántas actuaciones judiciales pasaron a juicio. En definitiva, “mano dura” es acabar con la impunidad y acabar con la impunidad, implica reconocer que existe un problema cuya solución es más compleja que responsabilizar a la televisión, a los videojuegos, a la CIA y la “IV República”.