El carácter militar del gobierno del presidente de Venezuela Nicolás Maduro se mantendrá en 2017. A la militarización que comenzó en 1999 se le une ahora el otorgamiento de mayor poder a los civiles más radicales desde el punto de vista ideológico y a retomar la tendencia que ha llevado a Venezuela a convertirse en el decimoctavo país que más armas compra en el mundo.

El incremento en las adquisiciones de sistemas de armas y material militar en Venezuela fue alentado a partir del año 2005 a través del proceso de reequipamiento militar iniciado por el entonces presidente Hugo Chávez.

Hasta la muerte de Chávez el gobierno de Rusia se convirtió en el principal proveedor de armamento de Venezuela.

No obstante, a partir del año 2013 con la llegada al poder de Nicolás Maduro el gobierno de Vladimir Putin ha perdido posición frente a China, que registra un mayor número de contratos de venta de equipos militares a la Fuerza Armada Nacional.

Según un informe elaborado por la organización no gubernamental Control Ciudadano la crisis económica y la disminución de la renta petrolera obligó a Maduro a disminuir ostensiblemente la compra de equipos y sistemas de armas para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esta ONG calcula que durante el periodo 2015-2016 el país redujo sus adquisiciones militares en un 90 % en comparación al periodo 2013- 2014; sin embargo, durante el año 2016 aumentó sus adquisiciones en un 5% respecto a 2015.

En el informe se explica que durante el año 2016 el gobierno adquirió tres nuevos sistemas de armas: al gobierno de China le compró una cantidad indeterminada de Camiones 6×4 JAC Tractor para la Guardia Nacional Bolivariana y armamento antisubmarino para tres buques patrulleros oceánicos clase Guaiquerí de la Armada. Por otra parte, en los últimos 12 meses el gobierno de Maduro también compró a Rusia una cantidad sin especificar de pistolas 9×19 mm Parabellum (Arsenal Firearms Strike One) para la infantería de marina.

Control Ciudadano indica en su informe que desde el año 2013 el hermetismo en torno al cumplimiento de contratos militares en Venezuela se ha acrecentado, lo cual dificulta precisar la cantidad de camiones 6×4 JAC Tractor y de pistolas 9×19 mm Parabellum compradas en los últimos meses.

Por otra parte, recuerdan que la falta de transparencia en las negociaciones del sector Defensa ha imposibilitado “precisar la cantidad, modelo y costo de los sistemas de armas y equipos militares adquiridos por Venezuela entre los años 2013-2016. Se suma a esto, la existencia de acuerdos militares secretos suscritos con varios países, en particular con Rusia y Bielorrusia que la Asamblea Nacional (bajo control absoluto del chavismo) aprobó entre los años 2011 y 2015”.

Especifica Control Ciudadano que el gobierno de China “se inició como proveedor de equipos militares a Venezuela, también en 2005, aunque de manera modesta, con la venta de radares, no obstante en los últimos siete años ha suministrado todo tipo de sistemas de armas a la Fuerza Armada Nacional: aviones de transporte y de entrenamiento y ataque, vehículos blindados, lanzacohetes múltiples, vehículos tácticos, equipos y materiales anti motín, equipos de campaña, uniformes, pero también plantas industriales, como la de equipos de comunicaciones.

No obstante la ONG advierte que a diferencia de los convenios firmados con el gobierno Ruso, “los chinos han sido puntuales en los plazos de instalación, en comparación con sus competidores”.

En el caso de los convenios militares firmados con el gobierno de Putin “se han incumplido con los plazos para la instalación en Venezuela de plantas para la producción de fusiles y municiones y de centros de entrenamiento y mantenimiento aeronáutico, que le fueron contratados en 2006 y, al menos, en dos de los casos, el de la fabricas de fusiles Kalashnikov y la de municiones, las causas de la excesiva demora en su culminación son atribuibles a la corrupción en las altas esferas rusas, como lo ha admitido el gobierno de ese país”.

También a EEUU
A pesar del reiterado discurso anti-norteamericano en los últimos años el gobierno venezolano ha recurrido a antiguos proveedores occidentales como Estados Unidos y Holanda para satisfacer algunas necesidades de la Fuerza Armada Nacional.

Según Control Ciudadano en el caso de negocios con EEUU el gobierno de Maduro “ha adquirido aviones de transporte y helicópteros de entrenamiento de uso dual, mientras al constructor naval holandés Damen se le han encargado decenas de embarcaciones guardacostas y de apoyo logístico, negociaciones en las que, inexplicablemente, ha sido incluida Cuba como intermediaria”.

Por otra parte, según el monitoreo de la ONG “en Austria se han comprado aviones de entrenamiento y con el grupo suizo RUAG, propietario de la empresa alemana Dornier, se han hecho contratos para la adquisición de aviones de transporte con el objeto de atender las rutas sociales en el sur del país, habiendo sido suspendidas las entregas por incumplimiento en los pagos”, calificando estas empresa sus ventas a Venezuela como “un mal negocio”.

6.284 millones de dólares es armas
La opacidad de los contrataos firmados durante el periodo 2015-2016 por el gobierno de Maduro hace imposible cuantificar los montos invertidos en la compra de armamento en los últimos 12 meses, no obstantesegún datos del Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés) entre 1999 y 2015 el chavismo ha gastado US$ 6284 millones en la compra de armamento.

Según el SIPRI con esta inversión militar, Venezuela (bajo la presidente de Chávez y Maduro) se ha convertido en el décimoctavo país, de una muestra de 172, que más armas militares adquiere.

Por otra parte, según las investigaciones del Instituto de Paz de Estocolmo en los dos primeros años de gobierno de Maduro los 4 tipos de armas en los que más se gastó fueron: defensas antiaéreas (US$ 640 millones), misiles (US$ 343,8 millones), vehículos armados (US$ 269,8 millones) y aviones de combate (US$ 158,7 millones

Radicales y militares
Los cambios ministeriales anunciados por Maduro en la noche del 4 de enero acentuaron el carácter militar de su gobierno, a su vez que dieron mayor poder político a los civiles mas radicales del chavismo, empezando por el nuevo Vicepresidente Ejecutivo de la República Tareck El Aissami hasta llegar al nuevo ministro de Educación Elías Jaua, el cuadro más visible del Frente Francisco de Miranda, el sector civil y militar ideológicamente mas radical del chavismo.

De 32 ministerios que posee actualmente el Gabinete en Venezuela un poco más de un tercio son dirigidos por militares y su presencia ha crecido 37% desde 2013 cuando asumió Maduro la presidencia de la República. El control militar sobre las áreas económicas llega al punto que de los 11 militares en puestos de ministro siete aún están activos.

Al llegar Maduro al poder en 2013 el 25% de los ministerios eran dirigidos por militares,con los cambios anunciados el 4 de enero la participación de los militares sube hasta 34%.

Al momento de escribirse este texto los militares dominan los siguientes ministerios:

  • Ministerio de la Secretaria de la Presidencia
  • Ministerio de Interiores, Justicia y Paz (militar activo)
  • Ministerio de la Defensa (militar activo)
  • Ministerio de Agricultura y Tierras
  • Ministerio de Pesca
  • Ministerio de Alimentación (militar activo)
  • Ministerio de Vivienda
  • Ministerio de Energía Eléctrica (militar activo)
  • Ministerio de Estado para la Frontera (militar activo)
  • Ministerio de Ecología y Aguas (militar activo)
  • Ministerio de Obras Públicas. (militar activo)

Por otra parte debe recordarse que de los 23 gobernadores que tiene el país, 10 son militares (aún se desconoce cuando se realizarán las elecciones regionales que constitucional han debido ocurrir en diciembre de 2016); mientras las estimaciones de académicos como el sociólogo Eduardo Guzmán Pérez indican que 1.614 militares han ostentando cargos en la administración pública: 77% de éstos fueron designados por Hugo Chávez y los restante por Maduro.

El carácter militar del gobierno de Maduro se complementa con la creación de 11 empresas militares con vocación económica, convirtiéndose así en el primer presidente civil en la historia de Venezuela con más creación de empresas militares durante una gestión.