Es el único integrante de los cinco poderes públicos que no se califica como rojo, rojito. Desde la presidencia de la Comisión de Participación Política y Financiamiento del CNE hizo trinchera en los últimos meses. Algunos lo acusan de “guabinoso”, otros lamentan que no fuera rector en la etapa del referendo revocatorio. Vicente Díaz, lo advierte: sin capacidad de discernir, no tiene caso hablar de elecciones.

-¿La alta participación del 3 de diciembre puede atribuirse a la gestión del CNE?
-Fue uno de los principales objetivos que nos propusimos como Poder Electoral y fue uno de nuestros objetivos dentro de la Comisión de Participación Política y Financiamiento (…) El CNE trató de tener una política comunicacional transparente, atacando las dudas que estaban sembradas en la mente de los electores, las dudas relacionadas con el registro, si se podía votar más de una vez, si se podían alterar los votos y la voluntad del elector, si era verdad que había muchos electores inscritos en un solo lugar…

-El éxito de una elección se mide exclusivamente porque los perdedores acepten los resultados, Rosales lo hizo, pero sus votantes no están convencidos, la mayoría desconfía de los resultados…
-Yo no creo que la mayoría desconfía de los resultados. La gran mayoría de las personas saben cuáles son los resultados, la actitud de reconocimiento de Manuel Rosales es la postura de un político serio, demuestra que en Venezuela se puede hacer política seria para concretar los factores y alternativas de poder (…) Es terrible hacer política sin conocer cuáles son tus fuerzas, la actitud asumida el 3 de diciembre va a contribuir al surgimiento en Venezuela de diferentes alternativas, que le permitirá a los venezolanos decidir en futuras oportunidades.

-A pesar que el CNE posee iniciativa legislativa en temas vitales de la Carta Magna como la Ley de Participación Ciudadana o los referendos, los rectores fueron excluidos de la Comisión que evaluará los cambios en la Constitución…
-No creo que hayamos sido excluidos. Nosotros vamos a ser árbitros de esa consulta, no podemos participar directamente en ella. Nosotros vanos a tener que ser árbitros del trabajo que desarrolle la Comisión Presidencial para la Reforma Constitucional (…)
Eso no significa que el Poder Electoral se deba inhibir. Mi posición es que debemos participar activamente en esa discusión y hacer las propuestas que tengamos a bien como cuerpo de rectores; y a título personal que cada rector considere que debe hacer, para enriquecer el debate. Nosotros, como institución, debemos mantenernos al margen, porque este proceso va a terminar en un referendo y nosotros seremos organizadores de ese referendo.

-Usted es tal vez el único integrante de los cinco poderes del Estado que no comparte los lineamientos del presidente de la República, ¿qué opina de la profundización de la revolución?
-Hay que manejarlo con mucho cuidado. Hay que establecer acuerdos constitucionales que garanticen que Venezuela es un país en el cual puede vivir todo el mundo. En Venezuela tienen que tener cabida los socialistas y los que no son socialistas. Venezuela es un país donde debe existir pluralidad de opciones y el proceso de reforma constitucional y las leyes habilitantes no deben, bajo ningún concepto, alterar los principios establecidos en la Carta Magna donde se establece que vivimos en un país democrático, y donde está en plena vigencia el estado de derecho (…) La sociedad debe estar vigilantes del poder, el papel de la sociedad es garantizar que todos los gobernantes y todos los poderes estén bajo control y vigilancia…

-A pesar de ser la teórica voz las minorías su opinión no es consultada, parece que hay un sector excluido de las conversaciones
-No soy voz de la minoría, ni de las mayorías. Soy rector del Poder Electoral. Cuando ese debate se inicie emitiré mis opiniones por los canales que considere deben emitirse. En algunos momentos serán públicos, en otros privados, pero reflejando mi opinión, yo no soy representante de ningún sector…

La percepción es que la capacidad, ya no de participar, sino de discernir públicamente de las minorías, será casi imposible…
-La libertad de discernir, diferir y de tener una posición antagónica es parte esencial de la libertad; es indispensable que las reformas mantengan y profundicen la libertad de pensamiento y de expresión, que probablemente se confunden pero no son iguales. La libertad de pensamiento es indispensable para que la gente pueda oponerse a diferentes ideas y pueda formular un pensamiento propio y la libertad de expresión es la capacidad de poder manifestar, expresar ese pensamiento diferente (…) Los medios son una herramientas fundamental para esto, los medios de comunicación deben mantener una posición plural con espacio para todas las ideas, no solo políticas, sino culturales, religiosas, quiero un mundo en el que las personas que tenga un pensamiento de derecha y de izquierda puedan expresarlo

-La tesis de un sector de la población es que no se debe votar, porque no existe posibilidad de discernir
-Donde no existe la capacidad de discernir, no tiene caso de hablar de elecciones. En una sociedad que no tiene lugar para pensamientos diferentes, las elecciones son un tema de forma y no de fondo, porque los ciudadanos elegirían desde una sola opción. Entiendo que eso no está en el ánimo de nadie, y no puede estar porque eso sería ir en contra de los principios de la Carta Magna (…) Las democracias, libertad de pensamiento y libertad de expresión van juntas, con el control que tiene que ejercer la sociedad sobre todos los poderes, la sociedad tiene que tener control sobre los poderes, hay que estimular las acciones que eviten la autocensura, porque si el ciudadano se inhibe de pensar, de opinar, o de comunicar sus ideas, o de cambiar su línea editorial no hay democracia (…) La no renovación de la concesión de Rctv es una decisión del ejecutivo que tiene toda la facultad legal para hacerlo. Extrañaría ver la señal fuera del aire, con independencia de las razones jurídicas que pueda haber a favor o en contra de cualquier posición, nosotros necesitamos más medios de comunicación, no menos, la tendencia es abrir más canales

-¿Ya se resignó a rebajarse el sueldo?
-Yo no me resignó a nada. Esa es una posibilidad que no está contemplada, primero porque no considero que sea conveniente rebajarle el sueldo a nadie, soy partidario ferviente de subirle el sueldo a la gente. Los funcionarios en Venezuela ganan muy poco; la única forma que el Estado venezolano se nutra de los mejores talentos y de los mejores funcionarios es en la medida que coloque una oferta salarial y de beneficios igual o mejor que la paga que existe en el mercado laboral. Creo que difícilmente una rebaja salarial permitirá captar una mejor gente. El instrumento salarial es una contraprestación por el servicio, es la herramienta que tienen las instituciones de conseguir, de contar con gente preparada.

-No puede negar que algunos sueldos son desproporcionados…
-Yo estoy de acuerdo con que exista equidad salarial, un principio de administración básico es que los salarios sean competitivos con el mercado y que haya equidad. Los rectores del CNE no nos hemos aprobado ni un bolivar de aumento de sueldo. Al contrario hemos aprobado algunas bonificaciones para el resto del personal que no nos incluyen a nosotros
-En todo caso, la orden para redactar una Ley que regule los emulentos está dada
-Estoy en desacuerdo con una legislación que rebaje sueldos, aún cuando estoy de acuerdo con que debe regularse. También creo que este es un tema que está vinculado a la eficiencia y la productividad. También hay que evaluarla los resultados de cada institución y de cada individuo. A veces la igualdad es injusta. Obviamente si esa ley se llegara a probar, yo acato esa ley, porque soy respetuoso del Estado de Derecho (…) Sin embargo me reservaría las acciones legales a las que hubiese lugar para manifestar mi desacuerdo

-¿Si los rectores aprueban como hicieron los magistrados, el Fiscal, el Contralor, el Defensor, una reducción de sueldos por qué el Presidente lo ordena, no se coloca en duda la imparcialidad del árbitro?
-El CNE no ha discutido, no ha evaluado y estoy seguro que seguirá siendo así, acatar el llamado de otro poder. Las decisiones se tomarán con autonomía como siempre se han tomado y si se llega a aprobar una ley de esa naturaleza, las leyes obligan al CNE, pero si esas leyes están en contradicción con derechos constitucionales y algunas otras cosas, como normas de otro rango, yo seré partidario que se tome una acción como institución, sino la tomaré yo como personas, para evitar que se atente contra la progresividad de los
derechos.

-¿La decisión de los magistrados no los obliga a seguir el ejemplo que el TSJ dio?
-Nada nos obliga a nada, sólo la Ley. La justa búsqueda de la equidad y el equilibrio entre los que ganan más y los ganan menos no se puede buscar rebajando a los que más ganan, ese es el camino más fácil, es el camino de la comodidad…

-¿Ya comenzaron a preparar el referendo consultivo de septiembre?
-No. No hemos trabajado en eso. Hay tiempo suficiente. Hay que esperar el desarrollo de los acontecimientos. La comisión presidencial debe evaluar si la magnitud del trabajo que se tienen que hacer, tiene que ser por la vía de la reforma constitucional o si requiere una estructura de más de fondo como una Asamblea Nacional Constituyente. No podemos trabajar si el camino no está definido, y si los tiempos no están definidos. Hay que ver si la comisión trabajará a un ritmo que permita que el referendo consultivo sea este año.

-¿Visualiza un referendo consultivo de varias preguntas, o una sola interrogante para el bloque de reformas?
No lo sé. Como ciudadano quisiera que me pregunten por cada una de las cosas. Si hay 10 reformas, que me pregunten sobre cada una de ellas, puede darse el caso que estoy de acuerdo con algunas y otras no; una pregunta en bloque no recoge mi opinión. A final de cuentas el CNE no decide la estructura de la pregunta. Aspiro que la consulta permita que la mayor cantidad de personas opine con propiedad sobre esa eventual reforma constitucional.

-¿Le parece pertinente, como sociólogo, la propuesta de división-político-territorial que se está manejando?
-Para opinar tengo que conocerla y no la conozco. Hay que lograr que la gente participe en las discusiones que pueden mejorar sus condiciones de vida. Las personas deben integrarse en los concejos comunales. Cualquier cosa que estimule la participación, preservando las opciones democráticas y que las personas elijan libremente, sin que se vulnere la libertad de expresión son bienvenidas (…) Creo que la estructura político-territorial del país, debe adaptarse siempre a la estrategia que como Estado y sociedad nos propongamos. Tenemos que estar de acuerdo sobre esta visión para adaptar todo el marco jurídico a ella (…) También hay que plantearse el tema que las visiones no son necesariamente coincidente. La única garantía de democracia de un país es que existan visiones diferentes y ellas compiten por el respaldo de las personas (…) Las unidades político-territoriales tienen que responder a las realidad sociales y culturales de las regiones, no es lo mismo un caraqueño que un maracucho. Las divisiones tienen que responder a las visiones de largo plazo y cuando hablo de visiones a largo plazo me refiero a 50 años, con las realidades políticas, culturales de las regiones. Lo que si es importante es que Venezuela trabaje con un desarrollo armónico. Durante muchos años hemos concentrado la población en el eje andino-costero y tenemos un vacío poblacional en el resto del país, es un desequilibrio y se debe buscar la forma de mejorar.

-¿Y los otros cuatro motores constitucionales, que valoración hace de ellos?
-Hay una intención de parte del Ejecutivo de hacer una trasformación profunda del Estado Nacional. Puede ocasionar cosas muy buenas y cosas muy malas. El país tiene que estar atento a ese proceso, va afectar la parte formal de la sociedad, no sólo el marco jurídico y legal; sino también los hábitos, el modo de vida, eso puede ser para bien o para mal, pero como va a afectar la vida de los venezolanos. Tenemos que estar todos muy dispuestos a participar para que el rumbo que tome el país refleje los tiempos que están viviendo en el mundo, la experiencia del planeta. Tenemos ejemplos muy buenos como el socialismo español, a la muerte de Franco la gente se quería ir de España, y venía, entre otros lugares a Venezuela, ahora España es un receptor de inmigrantes; la calidad de vida de los españoles no tiene nada que ver con hace 30 años (…) Hay que observar con mucho interés lo que ocurre en China, que han sacado de la pobreza a 200 millones de personas. La experiencia en calidad de vida de Canadá y de los países del norte de Europa, demuestran que es posible mejorar la calidad de vida y el progreso de la gente (…) Quiere apoyarme en la frase de bolívar que el mejor gobierno es el que produce en la mayor felicidad para sus ciudadanos.

-El problema es que la mayoría de los venezolanos votó a favor de la persona que lideriza los cambios…
-Si bien es cierto que en las democracias las mayorías deciden, también es cierto que un principio clave de la democracia es que las minorías sean respetadas y su existencia es la que garantiza la existencia de la democracia.

-Se habla mucho de la sustitución de los rectores…
-Esos son rumores. Desde que entré al CNE, en mayo de 2006, todos los días escucho un rumor diferente y eso es parte de la cultura nacional, estar aupando movimientos y todo lo demás. Los rectores que venimos de la sociedad civil fuimos electos por 7 años y los rectores que vienen por el Poder Moral y las universidades fueron electos por tres años y medio. Y si se diera una sustitución, hay un procedimiento establecido en la Constitución, que debe pasar por el TSJ y después por la Asamblea Nacional. Hay que centrarse en el trabajo y en los retos del país y más que si cambia o no a un rector.

P.D El maravillo “compactamiento” informativo de El Universal impidió que este texto se publicara completo…