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La brecha entre el chavismo y la oposición se ha cerrado sostenidamente en los últimos siete años. Si en la elección presidencial del año 2006 la diferencia entre ambos bloques fue de 26,3 puntos porcentuales (3.016.614 votos) en el comicio sobrevenido del 14 de abril de este año la brecha fue de apenas 1,6 puntos (223.599 votos)

La evolución de los resultados electorales (ver infografía anexa) indica que incluso en el peor escenario de la oposición la diferencia en el voto nacional con el chavismo continuó su descenso.
En los comicios regionales del 16 de diciembre la oposición experimentó su peor revés electoral de los últimos siete años al solo conservar tres de las gobernaciones que ganó en el año 2008. No obstante, en el voto nacional continuó disminuyendo la brecha con el chavismo.
Durante la elección presidencial del 7 de octubre de 2012 la brecha entre ambos bloques fue de 1.599.828 votos. Dos meses después (en el peor momento de la oposición con relación a coutas de poder) la diferencia se redujo a 992.762 sufragios.
Mientras la oposición experimenta un crecimiento lento, pero sostenido, el chavismo exhibe, en los últimos siete años, un comportamiento poco consistente de sus militantes.
El peso de la abstención
El mejor ejemplo del efecto que puede tener la desmovilización de un sector político en específico (en este caso del chavismo) se encuentra en los resultados del referendo constitucional celebrado en el año 2007.
La diferencia de 3.016.614 votos cosechada por Chávez en su reelección se diluyó entre su propuesta de reforma constitucional un año después, al punto que perdió 2.929.688 votos, mientras la oposición logró mantener su base electoral.
La desmovilización del chavismo, unida a la participación constante de la oposición contribuyeron a una de las principales derrotas electorales de la Revolución Bolivariana (aunque en la práctica las leyes negadas en esa consulta popular fueron posteriormente aprobadas por la Asamblea Nacional)
Los registros de abstención reflejan que mientras en la elección presidencial del año 2006 acudieron a votar 74,5% de los electores inscritos en el Registro Electoral (11.630.152 votantes), en el referendo de 2007 la participación cayó hasta 55,9% del total de inscritos en el padrón (8.883.756 electores).
Los comicios regionales celebrados en octubre de 2008 marcaron la recuperación de la participación del chavismo. En ese evento comicial los candidatos relacionados directamente con la Revolución Bolivariana capitalizaron 5.452.887 sufragios, mientras la oposición experimentó una ligera merma en su votación nacional al caer a 4.370.571 votos válidos.
El referendo constitucional por la reelección celebrado tres meses después (con victoria para la propuesta presentada por el presidente Chávez) marcó la reducción de la abstención registrada en los eventos de 2007 y 2008. Para ese momento la brecha entre ambos bloques se redujo hasta 29,8 puntos, lo que equivale a 1.11.6643 votos.
Un año después, durante las elecciones parlamentarias, la desmovilización del chavismo y la participación de la oposición provocaron que la diferencia entre ambos bloques se redujera hasta 118.724 votos. Aunque porcentualmente ambos bloques obtuvieron una votación similar, la aprobación de la Ley Orgánica de Procesos Electorales y la modificación de las circunscripciones de votación generaron que, aunque la Constitución establece que en el país existe un sistema de representación proporcional, en la práctica el chavismo resultara beneficiado por la sobre representación de mayorías.
Desde 2010, con la excepción de la elección presidencial de 2012, el voto nacional de chavismo y oposición reflejan que son bloques electorales de similar tamaño, solo condicionados por la abstención coyuntural de uno u otro bloque.