En siete días se realizará el simulacro electoral más ambicioso desde que se emplea la plataforma de voto automatizado en Venezuela. Por primera vez todos los centros de votación, dispuestos para evaluar la respuesta de los componentes del sistema electoral, estarán abiertos a los electores; por esta razón se debe elevar considerablemente la cantidad usual de participantes en esta prueba (en el simulacro de la presidencial de 2006 solo acudieron 18 mil votantes). Para el simulacro del 26 de agosto los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) decidieron abrir 1.553 centros de votación y habilitar en ellos 4.832 máquinas de votación, con sus respectivos tarjetones electrónicos y el Sistema de Autenticación Integrado (SAI). El uso de los dispositivos de autenticación biométrica condiciona la forma en que los ciudadanos podrán participar en el simulacro. Hasta 2010 los electores podían acudir a los centros pilotos de un simulacro sin ningún tipo de limitación. Al introducirse la autenticación de votantes -a través de la huella dactilar- los ciudadanos que deseen participar en el simulacro podrán hacerlo solo en los centros que tienen asignados; colegio electoral que no necesariamente será el mismo en el cual el ciudadano está inscrito para sufragar el 7 de octubre próximo. ¿Por qué cambia el centro de votación? Para la elección presidencial están convocados 18.903.143 votantes, distribuidos en 13.683 centros de votación; mientras que para el simulacro esos 18.903.143 votantes estarán agrupados (nucleados) en 1.553 centros de votación; por esta razón es que los electores que deseen participar en el simulacro deben verificar en el módulo de consulta del Registro Electoral de la página web del CNE (www.cne.gov.ve) el centro de votación asignado para la prueba. En el caso que acudan a un centro distintos al asignado no podrán participar en la prueba porque el SAI no tendrá almacenada su huella dactilar, lo que imposibilitará la autenticación biométrica. El 7 de octubre si un elector asignado a una mesa específica no es autenticado por el SAI -pero se encuentra inscrito en la cuaderno de votación- sí podrá votar; no obstante después de hacerlo deberá llenar una planilla de incidencia en la cual se colocará la acotación que el elector no pudo ser identificado por su huella. Solo 55 centros pilotos Aunque el CNE habilitará 1.553 centros de votación solo en 55 se reproducirá el acto de votación tal y como está previsto que ocurra el 7 de octubre (en estos 55 centros los electores no estarán nucleados) Esto significa que mientras en los centros pilotos los electores encontrarán el módulo de información que se utilizará en la elección presidencial (antigua captahuella) y deberán cumplir con las cinco etapas de la herradura de votación para reproducir con exactitud la mecánica de la votación presidencial, en el resto de colegios electorales la prueba -para el elector- se limitará a la autenticación del votante a través del SAI y al uso del nuevo tarjetón electrónico de votación que será idéntico al que se empleará durante el comicio presidencial. El simulacro del 26 de agosto le servirá al organismo comicial para verificar el procedimiento de instalación de las mesas; la operatividad del esquema de votación en los centros en donde se utilice la herradura; el tiempo para sufragar y el tiempo necesario para la autenticación con el SAI; los mecanismos de contingencia para subsanar cualquier falla en las máquinas y los sistema de transmisión de resultados. Sin totalización Como en otros simulacros, el CNE solo permitirá que exista escrutinio, mas no se realizará la totalización de resultados. Esto significa que, aunque en cada una de las 4.832 mesas de votación habilitados se escrutarán los votos que se emitan por cada uno de los seis candidatos presidenciales inscritos, el organismo no sumará los sufragios que cada aspirante tenga en el país. El uso de tarjetón definitivo del 7 de octubre durante el simulacro es criticado por algunos factores políticos. La crítica se origina porque en el pasado, ante eventos electorales políticamente complejos, el organismo comicial decidió emplear en los simulacros tarjetones distintos al real. Este es el caso del simulacro del referendo revocatorio presidencial del año 2004, en cuya prueba técnica se incluyó como opciones de votación la siguiente pregunta: ¿Cuál equipo de béisbol prefiere Ud.? ¿Caracas o Magallanes? En aquella oportunidad, el entonces presidente de la Junta Nacional Electoral, Jorge Rodríguez declaró a El Universal que no se utilizaría el tarjetón real del revocatorio para “no otorgarle un matiz político a los resultados de la prueba”. No obstante para el simulacro de 2006 se empleó el tarjetón real.