Que Leo Messi sea el sucesor natural de Maradona no tiene discusión… que dentro de algunos años probablemente se le catalogue como el mejor jugador del mundo tampoco es una afirmación temeraria…No obstante, celebrar -a través de los medios- una acción como la del sábado -por mucho que se parezca al gol de Maradona en México 86- es cuando mucho una apología en contra del juego limpio.

Las virtudes de Messi como jugador son infinitas… pero el sábado -a pesar de ayudar al Barcelona a mantenerse vivo en la Liga- debe considerarse como una ofensa al fútbol y el juego limpio…