“Vamos a la victoria del 26 de septiembre, para radicalizar y profundizar la revolución, no matizarla, ni moderarla (…) Hay que profundizar el modelo socialista en el país”. Desde que comenzó la campaña electoral el Presidente de la República reiteradamente insiste en advertir que necesita radicalizar el proceso. 

Incluso, durante una asamblea de patrulleros del PSUV que se realizó en el Coliseo de El Limón, en Maracay, el 31 de agosto, Chávez explicó que lo que ocurra el 26 de septiembre va a impactar en el resultado de las elecciones presidenciales de 2012. 

Tiene razón el Presidente en que los resultados del voto nacional (todo el país) podrían condicionar el escenario político. Si la oposición logra obtener más votos que el chavismo -aunque esto no signifique necesariamente ganar la mayoría de las curules¬ el proyecto chavista podría tener fecha de caducidad en 2012. 

No obstante, para que esto ocurra se necesitan que, al menos, tres variables se mantengan inalterables: 1) Que la oposición no se desmovilice a partir del 27 de septiembre. 2) Que la selección del candidato presidencial opositor no divida a la oposición y se realice antes de julio 2011. 3) Que el Presidente acepte gobernar con el Parlamento que sea elegido el 26 de septiembre. 

Entre las decisiones del Poder Electoral y las declaraciones del Presidente pareciera que el mes de diciembre será vital para el futuro político del país. 

Inicialmente estaba previsto que el 5 de diciembre de este año se realizarían las elecciones pendientes para escoger al gobernador del estado Amazonas y 13 alcaldías. Sin embargo, el CNE pospuso estos comicios argumentando que su convocatoria no “debería coincidir” con el cronograma de las elecciones parlamentarias. 

Adicionalmente los rectores guardan silencio sobre la fecha para convocar las elecciones de 2.389 concejales y 3.207 miembros de juntas parroquiales que tienen su periodo de gobierno vencido desde el 7 de agosto de 2009. 

Según el artículo 294 de la reforma a Ley Orgánica del Poder Público Municipal estas elecciones tendrían que realizarse “a más tardar” en el último semestre de 2010. Sin embargo, en los cronogramas de trabajo del organismo comicial estas elecciones no figuran y los rectores guardan silencio sobre su convocatoria. 
Al día, el CNE afina detalles para realizar elecciones en el mes de marzo de 2010. Se presume que esta fecha se usará para los comicios del gobernador de Amazonas; desafortunadamente de las elecciones locales poco o nada se dice. 

Que las elecciones pendientes no se realicen en el mes de diciembre de este año -aunque se estén violando la Ley Orgánica del poder Público Municipal¬- puede tener, al menos, tres lecturas: 1) Técnicamente son complejas y el CNE no las puede organizar en dos meses; 2) No existe presupuesto disponible para afrontar estos procesos; 3) Se necesita el mes de diciembre para convocar una elección nacional. 

Si Chávez resulta victorioso el 26 de septiembre podría utilizar la efervescencia de su triunfo para “refundar” al Estado y profundizar la revolución (repitiendo el esquema de las elecciones regionales de 2008 y la convocatoria al referendo constitucional de 2009). La mejor forma de refundar y radicalizar el proceso -en vista que la actual Constitución se está convirtiendo en una camisa de fuerza para el proyecto socialista del Jefe del Estado- sería convocar una Asamblea Nacional Constituyente a finales de año. Hay que recordar que el “convocante” de una ANC decide las bases comiciales de esa elección por lo que podríamos tener un sistema mayoritario idéntico al de 1999, que podría minimizar a la oposición, aunque obtenga la mayoría de los votos nacionales el 26 de septiembre. 

Si Chávez pierde los comicios parlamentarios tendría varias opciones para no someterse a la nueva Asamblea Nacional: Desde recibir poderes especiales para gobernar (Ley Habilitante) hasta convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que permita refundar al Estado para coincidir con los 200 años del 5 de Julio de 2011. 

El principal indicativo de que se está analizando la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente es el silencio sobre las elecciones locales. La refundación del Estado ¬-según el modelo socialista del Presidente¬- debe partir desde la creación de comunas. Si la nueva división político-territorial del país se define a través de las comunas (que derivarán en parlamentos comunales regionales y un Parlamento Comunal Nacional) las elecciones de 2.389 concejales y 3.207 miembros de juntas parroquiales sería innecesaria. 

Si el Presidente piensa “radicalizar” la revolución, una Asamblea Constituyente es la vía más expedita para tal fin., de ahí la relevancia que la oposición no se desmovilice a partir del 27 de septiembre y tenga escenarios para tratar de responder esta interrogante: ¿Qué prepara Chávez para conmemorar los 200 años del 5 de julio de 1811?