La auditoría de no duplicidad de huellas de la elección del 14 de abril (que permitiría demostrar si existió usurpación de identidad) se desarrolló sin la presencia de los técnicos de los partidos políticos, observadores nacionales o veedores internacionales.
Según explicó el director de Informática del Consejo Nacional Electoral (CNE) Carlos Quintero durante los próximos tres días se eplicará el procedimiento, método de revisión de huellas y resultados de la comparación de impresiones dactilares a los representantes de la Unión de Naciones Suramericas (Unasur), de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y a varios abogados norteamericanos.
En una breve comparencia ante los medios de comunicación social (realizada en los laboratorios del CNE unicados en la Universidad Bolivariana de Venezuela) el director de Informática del organismo comicial aseguró que los actores políticos que se retiraron del proceso de repliegue de datos del 14 de abril (paso previo para la auditoría de huellas) pueden confiar en la cadena de confianza y en la integridad de la data usada.
No obstante, los técnicos electorales de la Mesa de la Unidad Democrática que fueron retirados por el CNE de la fase de repliegue de datos mantienen dudas sobre los datos usados para verificar que no existan huellas duplicadas o un número inusual de votantes identificados como “no match” (personas que votaron a pesar que el Sistema de Autenticación Integrado no logró reconocer su huella en la base de datos).
Para Quintero estos temores son infundados. Explica que la auditoría al software usado para extraer los datos de las máquinas (revisado y avalado por la oposición) y la firma digital de la información cifrada en cada máquina de votación (firma digital colocada antes de la auditoría de huellas) son elementos suficientes para confiar en los datos utilizados por el CNE.
Sin aval de la oposición
El proceso de repliegue de datos que realizó el CNE consistió en “bajar” la información recuperada de las memorias de las máquinas y de la memorias removibles usadas el 14 de abril para enviarlas a un servidor que está conectado a la red privada del organismo comicial.
Al ser retirados del proceso de repliegue los técnicos de la oposición desconocen
cuáles equipos estuvieron conectados a esa red o quiénes tuvieron acceso a los datos almacenados en el servidor del organismo comicial.
El desencuentro entre la MUD y el CNE ocurrío porque los técnicos de la oposición pretendieron colocar estas observaciones en las actas de repliegue de información. Desde la perspectiva del CNE -según explicaron asesores de los rectores electorales- las dudas “infundadas” de la oposición y su insistencia en dejar estas observaciones en las actas equivalía a decir que el organismo comicial manipularía los datos del 14 de abril.
Para el CNE era suficiente con que la oposición participara en la auditoría del software de repliegue de la información -no se registraron incidencias en esta auditoría- razón que justificaba que los técnicos de la oposición se limitaran a verificar diariamente (antes del inicio de cada proceso de descarga) que se utilizaría el software auditado, se retiraran de los galpones del organismo comicial para regresar a las 5:00 p.m a firmar y certificar los datos recuperados (que fueron utilizados en la auditoría de no duplicidad de huellas)
11% votaron sin huellas
Según el informe preliminar de la auditoría de huellas realizada posterior a la elección presidencial del 7 de octubre de 2012 aproximadamente 11% de los electores sufragaron sin que existiese concordancia entre sus huellas y los registros biométricos almacenados en las máquinas. Quintero no precisó si los resultados de la nueva auditoría reflejan un porcentaje similar de electores sin concordancia, no obstante adelantó que serán incorporadas a la base de datos de huellas que se empleará el 14 de abril -aproximadamente- un millón de nuevas huellas dactilares (esta base de datos será auditada por la oposición el próximo 23 de septiembre).
El director de Informática del CNE indicó que corresponde a los rectores electorales presentar a la opinión públicos los resultados de la auditoría; sin embargo no precisó otros detalles menores como la fecha en la que inició este proceso, tampoco indicó a los medios (la información se reservó a los representantes de la Unasur y Uniore) el procedimiento seguido para auditar las huellas y los resultados de las comparaciones 1-1 y 1-N realizadas en la base de datos. Tampoco indicó si la auditoría de huellas fue realizada exclusivamente por los técnicos del CNE o se contó con la supervisión del equipo de asesores externos (profesores de la UCV) que el organismo comicial suele emplear para ejecutar el resto de auditorías al sistema automatizado de votación.