Respuesta del CNE a la Cancillería chilena

  
PRIMERO: Las actividades de acompañamiento internacional deben ajustarse a los principios establecidos en el ordenamiento jurídico venezolano, especialmente en lo relacionado a la supremacía constitucional, legalidad, soberanía, integridad e inviolabilidad territorial, autodeterminación de los pueblos, no injerencia, imparcialidad, transparencia y respeto a las normas y autoridades electorales. En consecuencia, la presencia de invitados extranjeros debe ajustarse a estos fundamentos.
SEGUNDO: El Poder Electoral, en ejercicio pleno de su autonomía, aprobó una normativa que define el acompañamiento internacional como un acto imparcial e independiente que se lleva a cabo en estricto respeto a la soberanía de nuestro país. En todos los países democráticos, las actividades de observación o acompañamiento internacional se realizan por invitación de la autoridad electoral, en los lapsos y condiciones previstas en cada ordenamiento jurídico.
TERCERO: Venezuela tiene una sólida tradición en materia de acompañamiento internacional, a través de la cual hemos mostrado la fortaleza, integridad y confiabilidad de nuestro sistema automatizado de votación. Más de 3000 personas provenientes de América, África, Europa, Asia y Oceanía en representación de organismos y autoridades electorales, organizaciones no gubernamentales y partidos políticos, entre otros, han ratificado en más de doce procesos electorales que nuestro sistema electoral es uno de los más seguros, auditables y transparentes del mundo.
CUARTO: Este Poder Electoral no permitirá la pretendida imposición de actores políticos extranjeros que contraviene las reglas de la observación electoral internacional. Las expresiones contenidas en el acuerdo del Senado de la República de Chile y en el comunicado de prensa de la Cancillería de ese país son una violación a estas reglas. Asegurar que con la sola presencia de estos senadores habrá un “adecuado desarrollo” de nuestro proceso electoral, es un grosero intento de usurpar una competencia propia del Consejo Nacional Electoral.
El Poder Electoral rechaza toda ofensa a la soberanía nacional y al pueblo venezolano y hace un llamado a las instituciones del Estado chileno al cese de esta actitud irrespetuosa.