La programación de las 39.427 máquinas de votación que se utilizarán en las elecciones municipales del 8 de diciembre se inicia hoy –con una semana de retraso- y se prolongará durante los próximos treinta días.

La auditoría permitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en esta fase del cronograma se realiza a 0,5% de los equipos programados en cada día

y está pensada para permitir que los técnicos electorales de los partidos políticos realicen el seguimiento y control del alistamiento de las máquinas de votación.

Los equipos  seleccionados por los técnicos electorales de los partidos se utilizarán para verificar la firma electrónica de la aplicación electoral instalada y de sus datos, así como la revisión física y diagnóstico de los componentes del sistema. Para esta revisión se utiliza el hash (estructura de datos que se asocia a llaves o a claves) de la aplicación electoral generado durante las  auditorías de aplicación y de datos.

Según el manual de procedimientos del CNE esta verificación persigue tres objetivos básicos: 1) “Garantizar que la aplicación y datos certificados por los partidos políticos en las auditorías anteriores son los utilizados para la producción de máquinas”. 2) “Garantizar la cadena la confianza en los datos y aplicación cargada en las máquinas de votación que se usarán en el evento electoral” y 3) Seleccionar las máquinas que serán auditadas en la auditoria pre-despacho.

Esperando el pre-despacho

La auditoría “pre-despacho” será la última revisión que se realice al sistema de votación antes del 8 de diciembre. Según el CNE esta revisión sirve para “validar la solución automatizada para cada evento de electoral y así poder garantizar el correcto funcionamiento del software y hardware asociados al proceso (…) Se lleva a cabo sobre máquinas de votación seleccionadas durante las jornadas de producción”.

Durante esta revisión (que se realiza después de la producción de las máquinas) se cotejan las actas de escrutinio con las actas de transmisión del Centro Nacional de Totalización, se verifica y certifica que existe cero discrepancias entre la intención del voto del elector y su registro en dichas fuentes.  Adicionalmente se realiza la selección al azar de una sub muestra de ocho máquinas de votación de la muestra del 0,5% , para realizar pruebas de integridad de Hash y verificar que los datos no  fueron alterados, ni modificados.

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