Las elección presidencial del 7 de octubre será el primer evento comicial en Venezuela en donde exista votación electrónica con activación biométrica en cada una de las 38.538 mesas de votación que serán habilitadas. 
Hasta las elecciones parlamentarias celebradas en el año 2010 sólo los electores inscritos para votar en los estados Anzoátegui, Apure, Carabobo, Miranda, Lara, Táchira, Zulia y en el Distrito Capital (49% del total de electores) se identificaban biométricamente. No obstante, a partir del 7 de octubre los 19 millones de electores inscritos, en caso de acudir a las urnas, deberán usar el Sistema de Autenticación Integrado (SAI) antes de votar. 
La inclusión del SAI no modificará sustancialmente la mecánica de votación. La principal diferencia la percibirán los electores que en el pasado han usado captahuellas porque ahora emplearán otro tipo de terminar biométrico instalado en cada mesa de votación y no en la entrada del colegio electoral. Como cada máquina de votación contendrá sólo las huellas de los electores asignados a esa mesa se evitará la suplantación de identidad o el doble voto, garantizando el principio “un elector, un voto” 
Los técnicos de la Junta NAcional Electoral (JNE) prevén -falta la aprobación de los rectores del CNE- que todos los electores realicen el siguiente procedimiento el día de votación: 1) Los miembros de mesa ingresarán el número de cédula de identidad del elector en el terminal del SAI para comprobar que el elector esté inscrito en la mesa de votación a la que acudió 2) Si el SAI verifica que el elector esté registrado se procederá a “capturar” la huella del votante. 
Según estima el CNE (ver infografía anexa) la autenticación biométrica puede dar paso a cinco situaciones: 1) Autenticación Válida. 2) Autenticación que no coincide con los registros del CNE. 3) Elector sin huellas dactilares registradas . 4) Información insuficiente en el dedo del elector (huellas o capturas de baja calidad). 5) Elector con discapacidad. 
En el primer supuesto el elector continuará con el proceso de votación de una forma similar a los anteriores procesos. No obstante, en los supuestos 2, 3 y 4 los electores deberán rellenar una planilla de regularización de datos antes de poder votar. 
Mientras el presidente de mesa pide al elector no identificado (supuestos 2, 3, 4 y 5) que use la planilla de regularización deberá pasar el siguiente elector en cola para identificarse, por lo tanto no debería interrumpirse el flujo de votantes. 

Secreto del voto garantizado 
Los técnicos de los JNE aseguran que los equipos del SAI poseen una “una cola de no duplicidad” en la que ingresan -en orden aleatorio- las huellas de los electores que se registraron en el sistema para evitar que una persona que ya hubiese sufragado, vuelva a intentar desbloquear el equipo. 
Esta explicación no satisface a los integrantes de Esdata, quienes aseguran que el sistema “no oculta la posibilidad de establecer un vínculo inequívoco entre el voto y el votante”. 
Sin embargo, técnicos del CNE y de los partidos de oposición refutan estas críticas asegurando que la información biométrica “se guarda separada de la electoral, impidiendo que existan cruces de datos”.