El Consejo Nacional Electoral (CNE) inició la producción de los dispositivos biométricos que se utilizarán durante la recolección de manifestaciones de voluntad que avalen el realización de un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.

El proceso de programación de las máquinas y los dispositivos de autenticación biométrica comenzó ayer (miércoles 19 de octubre) con los equipos de contingencia. El CNE desplegará (como equipos de resguardo para suplir cualquier eventualidad) 1.078 máquinas de votación e igual cantidad de captahuellas.

Para el día de hoy está previsto que el CNE inicie la programación de las 5.392 máquinas que serán distribuidas en 1.356 centros de votación en todo el país.

Según el cronograma del organismo comicial el martes 25 de octubre deben estar instaladas las 5.392 máquinas de votación, esto significa que el organismo comicial dispone de cinco días para realizar la programación municipal de los equipos, salvo en el caso del Distrito Capital y el estado Vargas en donde será necesario que la programación sea de ámbito parroquial.

Técnicos de la Junta Nacional Electoral (JNE) sostiene que, al igual que sucede para una elección de ámbito nacional, el organismo comicial está en capacidad de producir 2.500 equipos diariamente.

Auditoría a los equipos
En paralelo, hoy debe comenzar (a partir de las 2:00 pm) la auditoría de producción de los equipos, verificación que persigue comprobar que el software de las máquinas y la base de datos de impresiones dactilares (previamente revisadas y firmadas digitalmente) no han sufrido modificaciones o alteraciones.

Para verificar que las máquinas, sus componentes o el software que se utilizará durante la recolección de firmas no fue modificado el CNE permitirá que los partidos de oposición revisen una muestra aleatoria (seleccionada por los técnicos de la oposición) equivalente a 0,3% de los equipos que serán desplegados en cada estado del país.

Esta revisión permitirá a los representantes técnicos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) verificar los componentes de las máquinas y ejecutar y verificar  la firma digital de la aplicación electoral (corrida del hash).

Antes de iniciar la producción de los equipos que se utilizarán en la recolección de firmas y huellas los técnicos de la oposición revisaron y verificaron la aplicación encargada de recibir los datos y huellas de los firmantes. Básicamente en este proceso el CNE permitió la revisión del código fuente de la aplicación instalada en los equipos, la verificación del proceso de transmisión y recepción de los datos y la verificación de la configuración del sistema.

81 personas por hora
En la prueba controlada realizada el martes 18 de octubre la oposición logró que 81 personas pudiesen registrar sus cuatro huellas durante una hora ininterrumpida.

En esta prueba se calculó el tiempo promedio que un equipo tarda en registrar las cuatro huellas de un elector. Para esta prueba se utilizaron cinco máquinas durante una hora logrando un flujo continuo, en promedio, de 81 personas por hora, lo que significa que cada elector tardó, 45 segundos en registrar sus impresiones dactilares.

Sin embargo, debe precisarse que este promedio no incluye lo que tardará el elector en firmar y colocar su impresión dactilar en los cuadernos impresos para este fin. Según los cálculos del CNE un elector tardará hasta un minuto 20 segundos en completar todo el proceso, esto significa que solo podrán firmar avalando el referendo a Maduro 45 personas por hora, lo que es igual a 315 electores diarios por máquina instalada.

De respetarse el promedio calculado por el CNE la capacidad instalada de los equipos permitiría que después de tres días de recolección de huellas y firmas 5.095.440 personas puedan firmar avalando la consulta popular en contra de Maduro.

Sin embargo, si el promedio de 81 personas por hora logrado en la prueba demo del martes se mantiene la próxima semana hasta nueve millones de ciudadanos podrían firmar avalando el revocatorio.

Sobre esta prueba demos debe aclararse que solo participaron electores menores de 40 años, sin problemas evidentes en las impresiones dactilares de los dedos pulgares e índices, por lo que el flujo del proceso no fue demorado al tenerse que repetir el proceso de registro de impresiones dactilares. En la prueba tampoco se suscitaron retrasos inesperados como los que se protagonizaron durante la recolección del 1% de las firmas en el estado Nueva Esparta.