El informe preliminar del Centro Carter sobre la elección presidencial del 14 de abril se enfoca en la necesidad de que se establezcan normas claras antes de cada contienda electoral y en que las instituciones encargadas de aplicarlas sean “imparciales”.

Aunque el informe definitivo no será divulgado mientras los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia no se pronuncien sobre los recursos de impugnación presentados contra el último proceso electoral y los rectores electorales no divulguen los resultados de la auditoría de no duplicidad de huellas, el Centro Carter insiste en que “ningún sistema de votación por sí mismo puede garantizar la confianza de la población en el proceso electoral y sus resultados. Ya sean manuales o automatizadas, la confianza en las elecciones se construye mediante la presencia de reglas claras, transparencia en todos los aspectos del proceso, instituciones imparciales para administrar las elecciones y dirimir controversias”.

Siete recomendaciones

Los técnicos del Centro Carter realizan al CNE y a la Asamblea Nacional siete recomendaciones básicas para futuros procesos electorales.

Entre las recomendaciones destacaba la necesidad de “auditar y depurar el Registro Electoral”. Argumentan los técnicos del Centro Carter que el CNE “ha logrado un registro electoral sumamente incluyente, con el 97% de la población inscrita”. No obstante indican que los cuestionamientos “han tendido a centrarse en las posibilidades de sobre-inclusión (personas fallecidas no eliminadas, homónimos, extranjeros no habilitados para votar, etc.), antes que en la exclusión.

En el referido informe se indica que “el esclarecimiento de estas cuestiones, tal vez con un cronograma regular de depuraciones y auditorías, ayudará a aumentar la confianza y la transparencia del RE”.

El Centro Carter también recomienda al CNE “Hacer cumplir con mayor eficacia la normativa sobre el uso de los recursos del Estado para fines políticos”, “asegurar una mayor equidad en la campaña” y “aclarar las normas que regulan la participación de los funcionarios y servidores públicos en actividades de campaña”.

Con relación a los aspectos técnicos asociados a la votación el Centro Carter considera pertinente “incluir la auditoría de duplicidad de huellas e incidencias del SAI en cronograma regular de auditorías del CNE”, “proporcionar mayor información sobre el desempeño del sistema de identificación biométrica” y “aclarar la función de los comprobantes de papel”.

A pesar de estas observaciones, el Centro Carter aclara que “amplias auditorías, antes y después de las elecciones, han demostrado la precisión de las máquinas de votación automatizadas.

Nuevos rectores

Los integrantes del Centro Carter también hacen un llamado para que se acelere la designación de los nuevos rectores del CNE. Aunque reconocen que por el clima de enfrentamiento imperante en la Asamblea Nacional es muy poco probable que se consigan los dos tercios necesarios para las nuevas designaciones, sostienen que “la normalización de esta situación mediante el logro de acuerdos entre los partidos para garantizar la elección de una autoridad electoral independiente e imparcial ayudaría a fortalecer la confianza en el sistema electoral”.

El Centro Carter aclara que al no desplegar una misión de observación integral, no puede ofrecer una evaluación exhaustiva de las elecciones en su conjunto”.