Argumentar que el fútbol representa a la esclavitud moderna es una idea desafortunada y si la declaración es emitida por el presidente de la FIFA la idea se convierte en sospechosamente desafortunada.
Si el suizo Joseph Blatter hubiese dicho que las multinacionales deportivas fomentan la esclavitud por “los sueldos” que les pagan a sus pobres obreros para fabricar zapatos, balones, guantes, canilleras, suspensorios, etcétera el argumento sería comprable, porque sin duda alguna las multinacionales están promoviendo -especialmente en el tercer mundo en donde las leyes laborales no las cumple nadie- una nueva forma de esclavitud; pero asegurar que el portugués Cristiano Ronaldo es un “esclavo moderno” es el colmo del cinismo.
Ronaldo tiene apenas 23 años y cobra anualmente más de 10 millones de dólares; es el sustituto natural de David Beckham como sexsimbol internacional y su única preocupación en la vida, además de explicarle a su novia por qué suele estar involucrado en supuestas orgías con top models, es decidir si continúa jugando en el Manchester United o se cambia al glamoroso Real Madrid.
Cristiano Ronaldo tiene contrato en vigor con el Manchester y para desvincularse de él debe cancelar, aproximadamente, 109 millones de dólares. ¿Algún esclavo, de esos a los que obligan a trabajar día a día con pagas miserables, tiene el privilegio de poder elegir su forma de vida? Es evidentemente que si la declaración de Blatter es desafortunada la respuesta del futbolista portugués, al intentar defender su derecho a negociar con el Real Madrid, es infame.
“Estoy completamente de acuerdo con el presidente de la FIFA (…) “Lo que el presidente ha dicho es correcto. Pero no quiero decir más”, sentenció el jugador después de conocer las palabras de Blatter. En realidad es mejor que no diga nada más porque el respeto que se gana en el terreno de juego lo va a comenzar a peder fuera de los campos de fútbol. ¿Estás de acuerdo Ronaldo?, ¿te consideras un esclavo?, ¿cuántos latigazos recibiste el último mes?, ¿dejaste de cobrar alguna de tus quincenas?, ¿duermes en una barraca?, ¿te someten a maltrato físico o psicológico constantemente?, ¿no tienes con qué comer?, ¿alguno de tus familiares está muriendo de mengua porque con tu miserable sueldo no puedes costear su tratamiento?
Llegó el momento de ponerme del lado de los poderosos, entiéndase del lado de los clubes de fútbol. Expongo mi argumento: El Manchester fichó a Cristiano Ronaldo cuando era una promesa del fútbol mundial, ahora que es una estrella consagrada Ronaldo quiere ganar más dinero. Es lógico: Mayor rendimiento mejor paga. El Manchester no está dispuesto a pagarle más así que Ronaldo decide irse al Real Madrid. Ronaldo está en su derecho, pero para poder irse debe honrar el contrato que en su día firmó con los ingleses. Así de simple, acá no hay nada más que discutir.
Siempre me he preguntado que pasará el día que un equipo de fútbol decida rebajarle el sueldo a un jugador que tenga un rendimiento menor al esperado. Evidentemente el jugador exigirá que se respete su contrato. ¿Por qué los equipos no pueden exigir a sus jugadores que cumplan el contrato que en su día firmaron sin necesidad de tener una pistola apuntándole a la cabeza?.
Evaluando la vida de un “esclavo moderno” es obvio que deseo, anhelo y hasta pagaría por experimentar en carne propia la miserable vida del esclavo Cristiano Ronaldo. ¡Viva la esclavitud!