Texto elaborado por Roberto Picón, integrante del Grupo de Técnicos del Comando Venezuela

Tres semanas después de las elecciones algunos siguen cabizbajos preguntándose que pasó. Tratan de buscar explicaciones y las encuentran fácilmente en un fraude que no fue, pero que perniciosamente se mantiene como posibilidad y socava nuestra esperanza de alguna vez poder triunfar con los votos.
Se construyó mucho: un liderazgo nacional que logró un crecimiento de más de un millón de votos con respecto a la elección de 2010, una red de testigos que alcanzó recabar mas del 90% de las actas de votación y que permitió que en las zonas más apartadas del país los venezolanos más humildes votaran por Capriles. Mejoramos el resultado en Delta, Guarico, Cojedes y Trujillo. Pero no fue suficiente. Reconocer que perdimos y hacer lo que haga falta para recuperar una verdadera democracia es la prioridad a escasas 7 semanas de las elecciones regionales. 
La campaña y el proceso electoral constituyen un todo. No podemos decir que la elección fue justa y equilibrada, porque los recursos del Estado estuvieron al servicio de Hugo Chávez y el CNE, responsable de la equidad de la elección, no hizo nada para impedirlo. 
Las elecciones sin embargo fueron libres, porque cada votante frente a la máquina tuvo la posibilidad de ser más que el miedo, la extorsión o la intimidación y depositar el voto de acuerdo a su conciencia. 
Les aseguro que los resultados de los votos corresponden a lo que expresó el pueblo ese día, no cabe ninguna duda. El Conteo Rápido del comando desde las 7:20 pm  (cuando habían cerrado muchas mesas en toda Venezuela que no tenían cola ya) tenía un resultado preliminar que apuntaba a una diferencia de por lo menos un millón de votos y que nunca se revirtió.  La movilización al final de la tarde que la hubo, pero no tuvo la magnitud que se apunta, no fue la causa de la derrota. Las mesas que cerraron oportunamente a las 6PM y que ya habían transmitido sus resultados al comando a las 7:20 PM nos dieron los números, y nos los continuaron dando hasta las 10PM cuando el CNE emitió el primer Boletín. 
Cuando Henrique Capriles reconoció su derrota, no había dudas que el resultado reflejaba la voluntad de la mayoría de los venezolanos.  Decir otra cosa hubiera significado un retroceso a los peores momentos de nuestra historia reciente y generado violencia en las calles que todavía estaríamos lamentando.
Hay varios rumores que circulan en los medios y en las redes sociales que es necesario aclarar. 
A) La Mesa de la Unidad sí tuvo testigos en la sala de totalización, como los ha habido siempre desde 2006. En la rueda de prensa que ofreció el Comando Venezuela el viernes 26-10 a los medios se hizo pública el acta firmada por nuestros representantes y los del CNE.
B) Sí hacemos auditorías sobre el RE. Justamente esa revisión detallada es la que nos permitió identificar esta semana en forma oportuna la reubicación extemporánea de 109 personas, favoreciendo a candidatos del oficialismo y a sus relacionados.
En el caso de auditorías mayores donde hay millones de nuevos inscritos y de reubicados la auditoría se hace de otra forma, pero también se hace. Se aplican métodos de muestreo estadístico ante la imposibilidad de acceder a información detallada del Registro Electoral. No hay miles de chinos, cubanos o iraníes inscritos recientemente en el registro electoral.
C) Cuando se dice que a las 6PM Henrique Capriles estaba ganando, se habla de encuestas a boca de urna (“exit polls”) que circulaban. Desafortunadamente, estos instrumentos pocas veces han sido concluyentes en Venezuela. El 7O había varios y uno de ellos, diseñado por la UCAB, dio durante todo el día ventaja a Chávez. Como es normal en estos casos, cada equipo de campaña disemina la información que mantiene alta la moral de su equipo.
D) Hay 45 mesas donde Capriles no logró obtener votos. Son centros muy pequeños en donde nuestros testigos no votaban pero si estuvieron presentes. Los centros de votacion donde Capriles gana 90/10 o mejor tienen prácticamente el mismo resultado en numero de votos que los centros donde Chavez gana 90/10.
E) Con respecto al artículo 441 del reglamento de la LOPRE sobre la realización de la verificación ciudadana y las actas correspondientes: La verificación ciudadana sí se realizó en muchísimos casos aun cuando el Comando Venezuela no priorizó la consolidación  de estas actas por varias razones. Sin embargo tenemos en nuestros archivos alrededor de 1000 actas que los testigos nos han hecho llegar por distintos medios. Invitamos a quien quiera a revisarlas en la sede del Comando.
En cuanto a este último punto hay que ampliar:
1) El software y hardware de las máquinas de votación han sido revisados exhaustivamente por un equipo muy calificado, comenzando desde el 2005.  En esta oportunidad se hizo una auditoría especialmente profunda ya que el sistema tuvo cambios importantes a raíz de la integración del dispositivo SAI (captahuellas).  NOSOTROS SABEMOS QUE EL SISTEMA NO CAMBIA LOS VOTOS, Y EL VOTO ES SECRETO.  Hay personas y grupos que sistemáticamente se han dedicado a socavar la confianza en quienes hacemos estas auditorías y a desacreditarnos como ingenuos o vendidos. Para contrarrestar estos insultos solo es posible ofrecer nuestro testimonio, nuestra experiencia y abrirnos a conversar sobre nuestro trabajo.
 2) La producción de las máquinas de votación se audita para garantizar que el programa y configuración que se instala en esas máquinas es igual a lo que se auditó previamente. Las máquinas son precintadas y distribuidas a nivel nacional.
 3) Durante la instalación de las mesas, los testigos verifican que los precintos de las máquinas no se hayan violado.  Creer que es posible una sustitución masiva de las máquinas desde que parten de Mariches hasta que llegan a cualquier centro de votación, es creer que es posible mantener un secreto en el que participen mas de 100 mil personas (son  más de 39 mil mesas). Es parecido a decir que el hombre no llegó a la Luna, o que Bush fue cómplice en los ataques terroristas del  11 de Septiembre
4) La verificación ciudadana esta diseñada para que electores, miembros de mesa y testigos confirmen que las actas de escrutinio impresas al cierre representan correctamente la voluntad de los electores, cotejándolas contra las papeletas depositadas en la urna. Es mas o menos equivalente a contar el dinero que entrega un cajero automático y compararlo contra lo que imprime el papelito que da el cajero al final.  El cliente del banco, como el elector o el miembro de mesa, no tienen que entender el sistema y el proceso que lleva las máquinas hasta el centro de votación.
Pensar que hay un proceso diseñado para saber cuándo se va a obviar este procedimiento y ejecutar una instrucción “cambia-votos”  que modifique el acta impresa es complicar aun más el escenario tipo “James Bond” que esbocé anteriormente.
5) Las actas de verificación ciudadana que los miembros de mesa elaboran a partir de esta auditoría manual, demoran más de una hora en producirse, son impresas en papel químico y nuestro testigo se queda con una tercera o cuarta copia que es difícilmente legible. Como las actas muchas veces identifican en forma incompleta al centro es complicado (pero posible) compararlas contra los resultados. Tratar de impugnar la elección porque faltan estas actas es como tratar de impugnar el estado de cuenta de un banco porque nos faltan los comprobantes de retiro del cajero automático. Todos los comprobantes que tenemos coinciden y por eso no procede el reclamo. Los que no tenemos deben coincidir también ya que si no alguien hubiera reclamado que le robaron, como naturalmente uno reclama cuando los billetes que entrega el banco no coinciden con el papel impreso.
Se ha alegado que se impidió hacer la auditoría en muchos sitios. No es verdad: nuestro monitoreo señala que nuestros testigos fueron removidos forzosamente solo en 4% de las mesas. Esto no lo justificamos y ya lo hemos reclamado.
6) Las actas de escrutinio impresas sí fueron recabadas masivamente. Contamos con más del 90% de las mismas y se han publicado en la pagina WEB  http://hayuncamino.com/actas/  No hay ningún caso en que estas actas difieran de los escrutinios publicados, ni algún caso en que las actas de escrutinio no coincidan contra las actas de verificación ciudadana que tenemos en nuestro poder.  Los casos en que tenemos las dos actas corresponden a mesas de todo el país, de todo tipo de centros y confirman el resultado electoral. 
En conclusión. Perdimos, sin excusas perdimos. Perdimos porque suficientes venezolanos no creyeron que pueden tener un mejor país donde no se sientan obligados a votar por un candidato populista y autoritario que de cuando en cuando les ofrece algo de dignidad y algún beneficio, sometiéndolos a una extorsión permanente.
Perdimos a sabiendas de que enfrentábamos un estado donde las leyes solo se cumplen cuando conviene al gobernante. 
Creemos que cuando logremos convencer a suficientes venezolanos no habrá fuerza capaz de callar la voluntad de la mayoría. 
Solo nos queda insistir en el mensaje, no ceder un palmo del terreno ganado y continuar profundizando en toda Venezuela. Eso solo es posible desde el camino electoral, que afortunadamente sigue abierto.