Los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Venezuela demuestran la recuperación de la oposición después de su debacle electoral de los comicios municipales del año 2013; no obstante lo más relevante de los cómputos globales de resultados es la pérdida de votación experimentada por el chavismo, que se traduce en el segundo fracaso de su maquinaria en ocho años; solo comparable a lo ocurrido en el referendo constitucional celebrado en el año 2007.

Inicialmente se debe indicar que la votación nacional capitalizada por la tarjeta de la Unidad Democrática (MUD) el 6 de diciembre equivale a 7.707.422 sufragios, la segunda cifra más alta de votos totales obtenida por algún bloque político en la historia electoral del país, solo superada por los 8.191.132 votos que le valieron en 2012 la reelección presidencial a Hugo Chávez.

A partir de los comicios presidenciales del año 2006 (momento en que la oposición regresó a las urnas después de retirarse las elecciones parlamentarias del año 2005) el voto en contra del Ejecutivo Nacional ha experimentado un crecimiento lento, pero sostenido, con la excepción de los dos últimos procesos electorales de ámbito regional y local cuando la “decepción” por la pérdida de los comicios presidenciales de los años 2012 y 2013 alejó a los votantes pro-oposición de las urnas. No obstante, la abstención que en el pasado jugó en contra de los adversarias del chavismo, el 6 de diciembre fue su principal aliado político.

En el caso del chavismo, a partir del año 2006, ha experimentado constante altas y bajas en su participación electoral. Generalmente las pérdidas de votación solo han significado la abstención de quienes se autodefinen como oficialista ante un evento electoral determinado, pero hasta la fecha no se puede hablar de que la oposición capitaliza mayoritariamente los sufragios que el chavismo deja de sumar. No obstante, desde la elección de Nicolás Maduro en 2013 esta es la segunda elección en donde el chavismo decrece en forma constante en su votación.

 

 

BRA52. SAO PAULO (BRASIL), 04/12/2015.- El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri (d), saluda a un compatriota argentino a su llegada a la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp) hoy, viernes 4 de diciembre de 2015, en Sao Paulo, Brasil. Tras su entrevista con la presidenta Dilma Rousseff Macri se encuentra en Sao Paulo para una reunión con directivos de la (Fiesp), el más influyente gremio empresarial del país. EFE/SEBASTIÃO MOREIRA

BRA52. SAO PAULO (BRASIL), 04/12/2015.- El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri (d), saluda a un compatriota argentino a su llegada a la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp) hoy, viernes 4 de diciembre de 2015, en Sao Paulo, Brasil. Tras su entrevista con la presidenta Dilma Rousseff Macri se encuentra en Sao Paulo para una reunión con directivos de la (Fiesp), el más influyente gremio empresarial del país. EFE/SEBASTIÃO MOREIRA

Oposición crece sostenidamente en votación nacional desde hace una década

La oposición venezolana recuperó el camino de la participación electoral en el año 2006 capitalizando 4.292.466 votos, en aquel momento para votar por la candidatura presidencial de Manuel Rosales (hoy detenido en Venezuela y a la espera que la nueva Asamblea Nacional pueda dictar una Ley de Amnistía)

La recuperación electoral de la oposición alcanzó su clímax un año después, al derrotar en las urnas al emblemático proyecto de reforma constitucional que propuso Hugo Chávez. La primera derrota electoral de Chávez se consolidó por el voto de 4.504.354 electores.

Sin embargo, el crecimiento que experimentó la oposición en 2006 y 2007 no continuó para las elecciones regionales del año 2008 cuando la votación nacional descendió a 4.096.060 sufragios válidos para permitir que el Psuv

arrasara en el ámbito municipal logrando ganar en 263 alcaldías, el 81% de los gobiernos de ámbito local que se disputan en eso comicios

Ese año, a pesar de la pérdida de votación nacional, en términos simbólicos la oposición obtuvo victorias importantes en tres de las cuatro gobernaciones más relevantes del país. Aunque en 2008 el Psuv logró ganar en el triple de gobernaciones que sus adversarios, la oposición capitalizó el control de los tres estados más importantes del país Zulia, Miranda y Carabobo que para aquel momento capitalizaban 38% de los votantes del país.

Al año siguiente, con motivo del referendo constitucional para dirimir si se aprobaría la reelección indefinida del presidente Hugo Chávez sus adversarios políticos volvieron a aumentar su votación nacional alcanzando 5.193.839 votos válidos; no obstante el crecimiento no logró impedir que el chavismo resultara victorioso en ese evento al obtener el apoyo de 6.310.482 ciudadanos que avalaron la reelección indefinida de Chávez (y de todos los funcionarios de elección popular)

En este escenario chavismo y oposición acudieron a las elecciones parlamentarias del año 2010. En ese proceso la alianza de partidos que integraban a la MUD capitalizó 47,1% de los votos (5.334.309 sufragios), mientras que el PSUV logró 48,5% de los sufragios (5.862.244 sufragios). No obstante, el sistema mayoritario electoral impuesto por el Psuv un año antes provocó que el chavismo fuese sobre representado en la asignación de escaños correspondiéndoles 59% de los curules en disputa.

Con un parón electoral de año y medio la elección presidencial del año 2012 marcó un record de participación electoral en el país (80% de los electores acudieron a las urnas) y además constituyó un record de votación para la oposición y el propio chavismo: En ese evento el candidato presidencial Henrique Capriles Radonski obtuvo 6.591.304; crecimiento que resultó insuficiente. Como ya se mencionó Chávez logró obtener en esa elección el apoyo de 8.191.132 ciudadanos que avalaron su reelección.

La desesperanza aprendida de la oposición venezolana que constantemente crecía en apoyo aunque no lograba ganar procesos electorales importantes afectó las perspectivas del antichavismo en los comicios regionales de 2012. No solo disminuyó la votación nacional hasta 3.830.150 sufragios sino que la llamada alternativa democrática apenas pudo mantener el control de las gobernaciones de Amazonas (Liborio Guarulla), Lara (Henry Falcón) y Miranda (Henrique Capriles Radonski), mientras el chavismo ganó el control de 20 gobernaciones.

En líneas generales en este proceso se repitió la historia vivida por la oposición venezolana después del referendo revocatorio del año 2004. La oposición se desmovilizó después de la elección presidencial en la que Chávez capitalizó 8.191.132 sufragios y no pudo mantener las cuotas de poder que había alcanzado cuatro años antes cediendo al chavismo el control de estados tan emblemáticos como Carabobo, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.

No obstante, la muerte de Hugo Chávez y la convocatoria de una elección presidencial sobrevenida en 2013 le permitió a la oposición recuperar la tendencia de crecimiento electoral alcanzando 7.363.980 votos válidos.

Paralelamente el chavismo, aunque ganó la elección con la candidatura de Nicolás Maduro, experimentó un retroceso en su votación nacional capitalizando 7.587.579. Esta elección, al tener un padrón de votantes idéntico al de 2012 y una participación porcentual similar fue la primera evidencia concreta de electores que habiendo votando por Hugo Chávez en 2012, decidieron, seis meses después, no apoyar a Nicolás Maduro y dar su voto a Capriles Radonski.

Sin embargo, las denuncias de fraude sobre este proceso volvieron a generar en la oposición el devastador efecto de desmovilización del año 2004. Para los comicios municipales de diciembre de 2013 los adversarios al Ejecutivo Nacional apenas pudieron conseguir el apoyo de 4.312.682 electores, mientras al chavismo le valieron 5.713.111 sufragios para arrasar en esos comicios al punto que el oficialismo obtuvo el control de 242 alcaldías y la MUD apenas en 76.

La oposición recupera lo perdido

El resultado global del 6D otorga a la MUD 7.707.422 votos, mientras todos los partidos del Gran Polo Patriótico sumaron 5.599.025 sufragios. Esta es la segunda elección consecutiva en la que chavismo experimenta una merma en su votación nacional, mientras la oposición se recupera y vuelve a crecer hasta alcanzar su votación histórica más alta.

No obstante, si se compara este resultado contra el escenario presidencial de 2013, mientras el chavismo pierde 1.988.554 votos válidos, la oposición solo creció 343.442 sufragios lo que sugiere que el descalabro chavista está relacionado en su mayoría con la abstención de sus propios seguidores y no con un aumento importante de la votación opositora.

Otro tema a resaltar de las elecciones del 2015 es el que el sistema que el chavismo ideó en 2009 para garantizarse el control absoluto del parlamento ahora benefició abiertamente a la oposición.

Hace cinco años, el chavismo con apenas 48,5% de los votos logró obtener 59% de los escaños, mientras la oposición con 47% se situó en apenas 41% de las curules en disputa.

Este domingo, el control absoluto de la oposición sobre el parlamento se fraguó sobre este sistema mayoritario (y contario a lo establecido en la Constitución Nacional).

Con 56% de los votos nacional, la oposición capitalizó 112 curules que equivales a 67% de los cargos en disputa, mientras el chavismo fue penalizado por el sistema: 40,8% de os votos nacionales apenas obtuvo 55 curules, 32,9% de los cargos en disputa.

El costo de la abstención

El chavismo llegó a este proceso electoral con las tendencias históricas a su favor. De las 87 circunscripciones de votación siempre había ganado en 38 de ellas con márgenes muy amplios (en estas circunscripciones se elegían 46 diputados) mientras la oposición apenas podía exhibir el control político en 17 circunscripciones (en donde apenas se elegían 17 diputados nominales)

En los restantes circuitos, las tendencias históricas también eran mayoritariamente favorables al oficialismo. Sin embargo, la desmovilización de casi 2 millones de sus votos provocó, entre otras cosas, que el oficialismo no pudiera obtener diputados (salvo los pre-definidos por el sistema antes de la elección) en los estados Amazonas, Aragua, Barinas, Bolívar, Distrito Capital, Nueva Esparta, Táchira y Vargas.

De hecho, el chavismo pasó de ganar en las ultimas elecciones la votación en 20 estados, a solo poder mantener el control electoral en cinco entidades : Apure, Cojedes, Delta Amacuro, Guárico, Portuguesa y Yaracuy.

El efecto concreto es que una larga lista de importantes dirigentes chavistas no lograron entrar al parlamento nacional, entre ellos puede mencionarse a Maripili Hernández, Andreina Tarazón, Elvis Amoroso, Argenis Chávez (hermano del ex presidente Hugo Chávez), Ernesto Villegas, Freddy Bernal, Jesús Farías, Juan Carlos Alemán, Jacqueline Faría, William Ojeda, Blanca Eekhout, Antonio El Potro Álvarez María Carneiro (esposa del gobernador de Vargas), Roque Valero, Didalco Bolívar, Rubén Limardo, Dante Rivas, Oswaldo Vera y Calixto Ortega.

De hecho el descalabro de la maquinaria del chavismo se puede resumir en el siguiente dato: En el centro de votación en el que ejerció su derecho al voto el presidente Nicolás Maduro el chavismo capitalizó 1185 votos válidos, permitiendo que la oposición ganara al obtener 1814 votos válidos.