El informe de seguimiento presentado este 3 de diciembre por IDEA Internacional y UCAB lamenta que no hayan sido atendidas las recomendaciones que la Misión de Estudio formuló al inicio de la campaña, las cuales iban dirigidas a superar las debilidades del sistema y del proceso electoral. El informe de seguimiento reitera su exhorto a ir a votar, a confiar en el secreto del voto, a evitar hechos violentos, a hacer el mayor esfuerzo posible para que la jornada electoral se desarrolle con absoluta normalidad y que culmine con resultados que sean fiel expresión de la decisión soberana del pueblo venezolano.

 Al presentar su informe de seguimiento sobre las condiciones del proceso electoral al cierre de la campaña, la Misión de Estudio integrada por expertos electorales de IDEA Internacional y del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) manifestó su preocupación al constatar que el decálogo de recomendaciones propuesto el pasado 16 de noviembre no se haya atendido. Estas recomendaciones iban dirigidas a fortalecer la integridad, transparencia y equidad del citado proceso electoral y favorecer la aceptabilidad de sus resultados.

“El sistema electoral venezolano y las elecciones del próximo 6 de diciembre adolecen de una serie de debilidades que podrían llegar a afectar su integridad y la credibilidad de sus resultados”, señala el informe de seguimiento de la Misión Internacional de Estudio de IDEA Internacional y la UCAB presentado en rueda de prensa por Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, y Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).

Recordaron que, frente a los serios cuestionamientos al sistema electoral venezolano y la ausencia de misiones de observación internacional electoral a cargo de organismos internacionales intergubernamentales de reconocida trayectoria en esta materia, es relevante la presencia de un organismo internacional intergubernamental como IDEA Internacional en alianza estratégica con la UCAB, con el propósito de documentar, de manera confiable y detallada para Venezuela y el mundo, las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo el proceso electoral venezolano. De cara al próximo proceso electoral del 6 de diciembre se ha buscado lograr esa presencia a través del despliegue de una misión de estudio de alto nivel. No es ésta una misión de observación electoral tradicional. Se trata, en cambio, de una misión de estudio integrada por investigadores, analistas y ex autoridades electorales con gran experiencia, que analiza las condiciones en las que se ha desarrollado la campaña electoral y el periodo inmediatamente previo a la misma, desde el marco conceptual de la integridad electoral, todo ello con el objetivo de formular recomendaciones dirigidas a mejorar la integridad, transparencia y equidad del proceso y la confianza y credibilidad de sus resultados.

 

Las recomendaciones al inicio de la campaña electoral
El pasado lunes 16 de noviembre, tres días después del inicio de la campaña, la Misión de Estudio presentó las conclusiones de su informe preliminar sobre las condiciones del proceso electoral 2015, resumidas en la siguiente frase: “Si la fortaleza del proceso electoral venezolano se encuentra en el sistema automatizado de emisión y escrutinio del voto, su mayor debilidad está en la falta de equidad de las condiciones de la competencia electoral”.

Los miembros de esta Misión de Estudio centraron su informe en diez recomendaciones que hicieron llegar de manera inmediata al Consejo Nacional Electoral (CNE) y que, de haber sido implementadas –a juicio de la Misión había tiempo suficiente para ello–, habrían contribuido a fortalecer la confianza ciudadana en el proceso electoral y en su órgano rector.

Las principales recomendaciones de cara a la campaña electoral solicitaban del CNE: (i) evitar el ventajismo, garantizando las condiciones de equidad para todas las organizaciones políticas y el acceso equitativo a los medios públicos de comunicación; (ii) realizar una intensa campaña publicitaria sobre el secreto del voto; (iii) realizar una campaña dirigida a evitar confusión entre los votantes sobre la oferta en el tarjetón electoral; (iv) fortalecer la capacitación de los miembros de mesa; (v) fortalecer y ampliar la observación electoral internacional, y (vi) establecer, antes de la jornada electoral, un procedimiento preciso de resolución de controversias electorales.

Asimismo, la Misión de Estudio, en sintonía con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, solicitó al Ejecutivo Nacional derogar o suspender el estado de excepción que rige en municipios de estados fronterizos con Colombia con el objetivo de garantizar la plena vigencia de los derechos civiles y políticos.

En el informe de seguimiento, al cierre de la campaña electoral, y a sólo tres días de la jornada electoral del próximo 6 de diciembre (6D), e inspirados nuevamente por nuestro espíritu propositivo y constructivo, la Misión de Estudio formula las siguientes observaciones:

  1. En primer lugar, preocupa a la Misión constatar que el CNE no sólo hizo caso omiso a la recomendación de realizar una intensa campaña que generara confianza sobre la garantía del secreto del voto, sino que además abrió una averiguación contra la UCAB, prohibiendo la difusión de la publicidad del Proyecto Integridad Electoral Venezuela que buscaba incentivar la participación electoral y asegurar la secrecía del voto.
  2. En segundo lugar, constatamos que las medidas adoptadas por el CNE para evitar la confusión entre los votantes sobre la oferta presente en el tarjetón electoral no han sido suficientes ni efectivas.
  3. En tercer lugar, pese a que el CNE suspendió algunos mensajes propagandísticos en medios audiovisuales e impresos –suspensiones que se han incrementado en las últimas horas–, consideramos altamente preocupante su pasividad para evitar y sancionar el uso de recursos públicos por parte del Presidente de la República, funcionarios del gobierno y candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). La débil reacción del CNE ante esta situación no logró evitar el ventajismo electoral que, en nuestro informe preliminar, señalamos como una de las principales debilidades del proceso electoral venezolano.
  4. En cuarto lugar, el CNE no amplió ni fortaleció la observación electoral internacional sino que, por el contrario, impuso al acompañamiento internacional condiciones que la colocan muy lejos de lo que establecen los estándares internacionales en materia de observación electoral internacional independiente. Si bien la misión de Unasur ha hecho un esfuerzo importante por escuchar a los actores involucrados en la competencia electoral y actuar de manera imparcial, como lo señaló recientemente su Jefe de Misión, la presencia de otras instituciones con tradición y reconocido prestigio en la observación electoral tales como la OEA y la Unión Europea, hubiese brindado garantías adicionales al proceso electoral del 6 de diciembre.
  5. Ante estas limitaciones, la observación electoral llevada a cabo por las organizaciones nacionales pasa a tener un carácter esencial, a los fines de dejar constancia respecto de las circunstancias en que se desarrolla el proceso electoral y la confiabilidad de sus resultados. Lamentablemente, al cierre de este informe de seguimiento, esta Misión de Estudio ha tenido información sobre retrasos e inconvenientes con la entrega, por parte del CNE, de las credenciales que permitirán a dichas organizaciones desarrollar sus tareas en los centros de votación a nivel nacional, así como limitaciones en el número de observadores autorizados por cada organización. Esta circunstancia, no reportada en el informe preliminar, se suma a las preocupaciones de esta Misión de Estudio, pues con estas medidas se restringe de manera sustancial la participación de las organizaciones de la sociedad civil venezolana para observar el desarrollo de las elecciones en Venezuela.
  6. Asimismo, lamentamos que el Ejecutivo Nacional haya mantenido –y prorrogado– el estado de excepción en los municipios fronterizos de los estados Amazonas, Apure, Táchira y Zulia. Esta situación, si bien a la fecha no ha ocasionado importantes consecuencias negativas en la campaña electoral, sí ha significado el enrarecimiento del clima electoral durante la campaña y la inhibición de algunos actores políticos y sociales para realizar sus actividades electorales. Cabe añadir que el mantenimiento de estas medidas durante la jornada electoral podría llegar a ser una fuente potencial de irregularidades durante el 6D, al no permitir la vigencia plena de los derechos civiles y políticos.

“Con suma preocupación, hemos observado que uno de los signos distintivos de esta campaña electoral ha sido la violencia, particularmente en el discurso político. Desde IDEA Internacional y la UCAB, nos unimos a las múltiples voces que desde dentro y fuera de Venezuela han repudiado estos hechos y demandan una actuación responsable de las autoridades venezolanas para que la violencia no sea el signo distintivo del día de la elección ni de la etapa post electoral. En este sentido, la Misión de Estudio solicita que se actúe de manera firme, diligente y con apego a la ley, para garantizar a todos los ciudadanos venezolanos, independientemente de su posición política y del lugar del territorio en donde se encuentren, el ejercicio pleno de sus derechos civiles y políticos durante la próxima jornada electoral”, manifestó Alarcón al presentar el informe de seguimiento.

La Misión de Estudio, siendo consecuente con su espíritu propositivo y proactivo, a escasas horas de la importante jornada electoral del 6D, reitera algunas de las recomendaciones que formuló en su informe preliminar, a la vez que propone otras nuevas dirigidas no solamente al CNE y al Ejecutivo Nacional sino también a los ciudadanos y los principales actores de este proceso electoral:

  1. “A los ciudadanos: ustedes son los protagonistas principales de este proceso. Los invitamos a ejercer el rol que, como tal, les corresponde en toda elección, no sólo ejerciendo su voto de manera consciente, sino también participando en toda actividad ciudadana relacionada con el evento electoral, lo que incluye sumarse al rol de observador –que ni las organizaciones internacionales ni las nacionales podrán ejercer a plenitud debido a las limitaciones que se les han impuesto–, documentando y denunciando toda irregularidad de la que sean testigos. Los invitamos, asimismo, a acudir a su respectivo centro de votación para participar en las auditorías ciudadanas que deben iniciarse a partir de la hora de cierre de las mesas de votación, tal como está previsto en la normativa electoral.
  1. Al Consejo Nacional Electoral: de acuerdo con el artículo 293 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el CNE debe garantizar en los procesos electorales los principios de igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia. Como ya lo señalamos en nuestro Informe preliminar, la pasividad del CNE –que el órgano rector justifica en aparentes deficiencias de la legislación electoral– no es aceptable, pues su poder institucional deriva de las normas y principios constitucionales para impedir la violencia, garantizar la equidad, la integridad y la transparencia del proceso electoral, y velar, asimismo, por el respeto de los resultados. Aún hay tiempo, si hay voluntad, para que el CNE, antes del 6D, implemente varias de las recomendaciones que formulamos en nuestro informe preliminar, y que ahora reiteramos: (i) intensificar una campaña sobre el secreto del voto; y (ii) fortalecer la capacitación de los miembros de mesa para impedir potenciales excesos en que pueden incurrir testigos, coordinadores de los centros electorales o efectivos militares del Plan República.

De cara a la jornada electoral del 6D, reiteramos otras de nuestras recomendaciones al CNE, especialmente las que van dirigidas a: (i) aplicar de forma estricta la normativa sobre el funcionamiento y el horario de cierre de mesas; (ii) impedir el uso indebido del voto asistido; (iii) velar por el estricto cumplimiento de las normas que regulan las competencias del Plan República y de los coordinadores de centros de votación; y (iv) garantizar una cobertura libre de la jornada electoral por parte de los medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros. Es necesario, igualmente, que el CNE garantice el derecho al voto de todas las personas que se encuentran privadas de libertad, aunque sin sentencia definitivamente firme que las inhabilite para ejercer su ciudadanía, de conformidad con el artículo 64 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos 39, 42, 62 y 63 eiusdem.

Recomendamos, asimismo, luego del 6D, que el CNE acuerde con todos los actores políticos –y no imponga– la metodología precisa para llevar a cabo la auditoría de incidencia de huellas y velar por el respeto de los resultados.

  1. A la Fuerza Armada Nacional: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en su artículo 328 que “[l]a Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna […]”. Adicionalmente, el artículo 330 eiusdem prevé que “[l]os o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”. Bajo estos principios rectores, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desempeña un importante rol en los procesos electorales, a través de lo que se conoce como el Plan República, que tiene entre sus responsabilidades la preservación del orden público y la seguridad de las personas en los centros de votación, así como el traslado y la custodia del material electoral. En este sentido, es importante recordar que existe una clara delimitación entre las funciones del Plan República y las de los miembros de mesa, siendo que es a estos últimos a quienes corresponde adoptar las decisiones sobre cualquier contingencia, así como acerca del cierre de las mesas y el manejo de las auditorías ciudadanas.
  2. Al Ejecutivo Nacional: le hacemos un respetuoso nuevo llamado, solicitándole el levantamiento del estado de excepción que rige en los estados Amazonas, Apure, Táchira y Zulia, pues ello permitiría que las organizaciones políticas desarrollen en completa libertad sus actividades durante la jornada electoral y que los ciudadanos ejerzan a plenitud sus derechos civiles y políticos amparados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por otra parte, al ser las elecciones del próximo 6D de carácter legislativo, es importante diferenciar claramente las actuaciones del Presidente de la República como Jefe de Estado y del Ejecutivo Nacional, por una parte, y como Presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, por la otra. Preocupa a la Misión de Estudio el papel asumido por el Presidente de la República durante la campaña electoral, así como la falta de una clara delimitación entre actos de campaña y actos oficiales de gobierno en los que se incluye a candidatos del PSUV, se inauguran obras públicas con su participación y, además, se envían mensajes que no contribuyen a generar un clima adecuado de paz y tranquilidad en las vísperas de la jornada electoral del 6D.

En este sentido, esta Misión de Estudio se solidariza con las declaraciones emitidas el pasado 30 de noviembre por el Rector de la Universidad Católica Andrés Bello, R.P. Francisco José Virtuoso, S.J., y solicita, respetuosamente, al ciudadano Presidente de la República poner fin a los llamados beligerantes a la calle, y contribuir, desde la majestad de su cargo, a hacer un llamado al respeto a la voluntad soberana de los electores, así como a la paz y al entendimiento entre todos los venezolanos”.

 

En las conclusiones del informe de seguimiento, la Misión de Estudio reitera su exhorto a la ciudadanía en general y, de manera especial, a todos los actores políticos que participan en el proceso electoral en los siguientes términos: “si estas elecciones se llevan a cabo en condiciones confiables para todos, se reducirán los temores, generando un ambiente favorable para la credibilidad del proceso y la aceptación de sus resultados, todo lo cual contribuiría a crear un ambiente propicio para restablecer el diálogo y favorecer la reconciliación después del 6D […] Dentro del espíritu propositivo y constructivo que caracteriza el trabajo de esta Misión de Estudio, hacemos votos para que el domingo 6 de diciembre las venezolanas y los venezolanos vivan una verdadera fiesta democrática. En este sentido, reiteramos nuestro llamado a la ciudadanía a salir a votar con la seguridad de que su voto es secreto y que, mediante el ejercicio del mismo, puede decidir su destino.”