No tienen miedo de identificarse como seguidores del comandante e ideológicamente están muy cerca del proceso revolucionario. Así se puede definir a tres de cada 10 venezolanos; es decir a los “chavistas comprometidos”, el voto duro que sustenta electoralmente a Hugo Chávez.
No obstante, sería erróneo afirmar que el resto de la población rechaza al Presidente. Aunque sólo 31,1% de los venezolanos se autodefine como “chavista”, apenas 20% de la población se consideran de oposición al Ejecutivo nacional.
El resto de los venezolanos se define como “Ni-Ni”. En esta clasificación debe hacerse una precisión: dos de cada tres ciudadanos no identificados políticamente suelen votar por Chávez. A este grupo de ciudadanos se les califica como “chavistas sociales”.
¿Todos los que votan por Chávez no son chavistas? La respuesta a esta interrogante no es tan obvia como podría suponerse, incluso podría representar un error perfilar igual a los electores que se autodefinen chavistas, y a las personas que prefieren conceptualizarse como independientes, pero eventualmente sufragan en las urnas por Chávez.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explica que una persona puede apoyar electoralmente al Presidente, no sólo porque le gusta su propuesta de país, también puede ocurrir que lo apoye porque no tiene otra alternativa para votar.
“Los actores que votan por Chávez -argumenta León- porque en una coyuntura les pareció la mejor alternativa, son los más independientes y volátiles y son las personas que él intenta capitalizar”
En esta clasificación se encuentra el “chavismo social”, aquellas personas que no participan en ningún evento político, no van a las marchas, no están dispuestos a salir a la calle a defenderlo y, sin embargo, votan por Chávez.
A estas personas no les gusta los extremos y les cuesta conectarse con el liderazgo opositor y sus propuestas. Este chavismo es crítico. Mientras 91% de los comprometidos piensan que la situación del país es favorable, 49% de los chavistas sociales -que se encuentran en todos los estratos, pero con mayor presencia en la clase media- valoran la situación como negativa.
La mayoría de los “chavistas comprometidos” (49%) se pueden encontrar en el estrato E de la población, mientras 36% pueden ubicarse por debajo de la clase media, en el estrato D.
Los “chavistas” capaces de rasgarse las vestiduras por el proceso son la excepción en las clases altas de la sociedad. En el sector A/B apenas se encuentran 1% de las personas que no tienen temor social para identificarse como seguidoras de Chávez. Los restantes 13% están en la clase media.
León destaca que para los chavistas comprometidos de las clases D y E Chávez representa “la inclusión social, la irreverencia frente al pasado”. Sostiene que estas personas tienen problemas graves de cobertura de servicios y de satisfacción de necesidades básicas, viven en zonas marginales, están muy concentradas en el sector informal de la economía y presentan graves problemas de las misiones”. Este sector de la población lo integran los ciudadanos más sensibles a los temas nacionalistas y simbologías.De 18 a 24 años adversan La fuerza etaria del chavismo no proviene de la juventud, se ubica principalmente entre los 23 y 49 años, mientras la oposición gana adeptos a partir de los 35 años.
“La juventud es irreverente, -explica León-. Los que fueron irreverentes en contra de la cuarta república, ya son mayores y las personas entre 18 y 14 años son irreverentes ante el único gobierno que conocen. Al analizar este sector de la población se obtiene que 26,1% son pro gobierno, 19,2% se definen como opositores y 47,8% rechazan los extremos de la vida política venezolana.
El género masculino, como le cuesta reconocer sus errores, suele alargar mucho más sus relaciones políticas.
Además, no es extraño que en los estratos más bajos de la población predominen conductas machistas. La mujer es mucho más crítica y se identifica menos “con las órdenes”; esta situación explica que 34% de los hombres apoyen a Chávez, mientras 28,4% de las mujeres lo respaldan.
Para el sociólogo Antonio Cova son muy pocos los chavistas comprometidos que existen en el país. De entrada explica que en Venezuela no existen estudios serios sobre la materia, al tiempo que advierte que el temor de la población a ser etiquetado como “antichavista” debe genera dudas sobre cualquier encuesta.
¿Qué hay detrás del chavismo?, para Cova existen cinco grupos muy bien diferenciados: 1) Las personas que son fieles al propósito original de la revolución que era instalarse y sacar a los adecos y copeyanos. Estos fieles constituyen un grupo muy reducido. 2) Los que en su momento fueron encapuchados de la UCV, como Willian Izarra. 3) El grupo que entiende que definirse como “chavista” es un requisito para prosperar. 4) Los empleados públicos que están obligados a ser chavistas.
Cova reitera que en Venezuela no existe clase social que responda a los supuestos ideales de la revolución, a su juicio lo que existen son beneficiados por el Gobierno. Insiste en que es vital preguntarse si las personas que van a las marchas realmente son revolucionarios o sólo se comportan como usufructuarios del poder.
[email protected]