Los comicios regionales previstos para el 15 de octubre pudiesen estar condicionados por más de 10 irregularidades que se han cometido en las etapas previas a la votación.

1.- Comicios reprogramados y parciales
Según el artículo 162 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el período de los gobernadores es de cuatro años. En este sentido las elecciones para escoger a los gobernadores y a las asambleas legislativas de cada estado debieron celebrarse en diciembre del año 2016. No obstante, fueron reprogramadas en dos ocasiones por el Consejo Nacional Electoral (CNE). En primera instancia se anunció que las elecciones serían en julio de 2017 y después fueron convocadas para diciembre de 2017. Sin embargo, por exigencia de la Asamblea Nacional Constituyente fueron reprogramadas parcialmente para el 15 de octubre, pero excluyendo la elección de las asambleas legislativas.

En las últimas elecciones regionales celebradas en el año 2012 el chavismo obtuvo el control de 22 de los 23 legislativos regionales, lo que implica que los gobernadores electos la próxima semana deberán gobernar con cámaras regionales dominadas abiertamente por militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). La reprogramación de la votación para escoger gobernadores provoca además que sea incierta la fecha en que se convocarán los comicios municipales para escoger a 335 alcaldes y sus respectivas cámaras municipales, elecciones que constitucionalmente deberían celebrarse en diciembre de 2017.

2.- Sin la tarjeta de la MUD
En las últimas elecciones celebradas en Venezuela, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se convirtió en el partido más votado. Agrupando en una sola tarjeta a todos los candidatos de las organizaciones que integran la oposición venezolana, se alcanzó 7.7 millones de votos y se capitalizó 112 de los 167 diputados que debían elegirse. No obstante, jueces de corte penal anularon la tarjeta de la MUD en siete estados (Apure, Aragua, Bolívar, Carabobo, Monagas, Trujillo y Zulia), mientras el Tribunal Supremo de Justicia(TSJ) no ha resuelto (después de 15 meses) la demanda para anular a la MUD como partido político nacional. Esta demanda fue presentada por el PSUV. Ante la incertidumbre sobre el futuro del partido, la oposición se vio imposibilitada de utilizar esta tarjeta para presentar a sus candidatos y debió optar por inscribir a sus candidatos a través de varias tarjetas, lo que complicó la posibilidad de hacer campañas nacionales.

3.- CNE y TSJ no admitieron la sustitución de candidatos
La exigencia de la Asamblea Nacional Constituyente de reprogramar la votación para octubre provocó que el CNE iniciara el proceso de inscripción de candidaturas sin haber realizado la convocatoria formal de la elección (violando la Ley Electoral). Para la inscripción de candidatos el CNE apenas otorgó dos días (entre el 8 y 9 de agosto) y fijó un período extraordinario para sustituir estas postulaciones de apenas dos días (un mes antes de que la oposición realizara sus elecciones de base). Esta decisión contrasta con el lapso otorgado para los comicios regionales de 2012 cuando se otorgó un plazo de 73 días para la inscripción de candidaturas, y la sustitución de candidaturas se permitió hasta 10 días antes de la elección.

Ante la premura de la inscripción (previa a la convocatoria de la elección), los cinco principales partidos de oposición inscribieron hasta 70 candidatos para los 23 estados (en solo cuatro estados presentaron inicialmente aspirantes unitarios). La estrategia de la oposición se enfocaba en pre-inscribir a sus aspirantes para después realizar primarias y sustituir a los perdedores. Según los artículo 62 y 63 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, los partidos políticos pueden sustituir sus candidatos hasta 10 días antes de una elección. Las elecciones de base se efectuaron el 10 de septiembre. Aunque los 49 candidatos que resultaron perdedores en estos procesos presentaron ante el CNE la renuncia a sus aspiraciones, para apoyar a los escogidos en las primarias, la autoridad electoral se negó a procesar las renuncias y la sustitución de candidatos. Esta decisión fue avalada por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia.

La confusión en la oferta electoral pudiese provocar la dispersión del voto opositor. Técnicos electorales consideran que esta dispersión pudiese afectar el triunfo de los candidatos en al menos cinco estados.

4.- Sin observadores nacionales y sin simulacro
El CNE negó la acreditación como observadores nacionales de la votación del 15 de octubre a las principales organizaciones que han trabajado en esta área en la última década. Adicionalmente redujo las campañas informativas de la oferta electoral y eliminó de las fases de organización el simulacro de votación que tradicionalmente se realiza para que los ciudadanos puedan familiarizarse con los instrumentos de votación y la oferta electoral que presentan los partidos políticos.

Por otra parte, el cambio ideológico en la mayoría de los integrantes de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) provoca que por primera vez en una década el CNE prescinda de una misión de acompañamiento internacional de esta instancia. En su lugar se fundamentará la legitimidad del proceso en el análisis que realicen los integrantes del Consejo de Expertos Electorales Latinoamericanos (CEELA), una instancia promovida y financiada por el gobierno venezolano desde hace una década.

5- Miembros de mesa sin notificación
Para el proceso del 15 de octubre el CNE no sorteó a los miembros de mesa. Las rectoras electorales decidieron utilizar a los ciudadanos que fueron seleccionados para prestar el servicio electoral durante el año 2015. A la fecha se desconoce cuántos de los seleccionados han acudido a los cursos de capacitación y recibido su credencial para trabajar en la elección. Por otra parte, no existe certeza de los electores asignados a 10 mil de las 30.264 mesas de votación que serán habilitadas para este proceso.

6.- Campaña con recursos públicos
Al igual que en procesos electorales previos, el CNE no sancionó los ilícitos de campaña, especialmente los referidos al uso de recursos públicos y transmisiones obligatorias de radio y televisión para la promoción de parcialidades políticas.

7.- Sin tinta indeleble y sin control para voto asistido
El CNE decidió eliminar el uso de la tinta indeleble, que se colocó como mecanismo para reducir la usurpación de identidad, lo que afecta considerablemente la percepción de los ciudadanos sobre la transparencia del proceso. Además eliminó los controles del voto asistido, práctica que en el pasado se ha utilizado para que en centros pequeños o ubicados en zonas rurales los comisarios políticos del PSUV verifiquen por quién están votando los ciudadanos.

8- Modificación del Registro Electoral
Fuera de lapso el CNE eliminó del registro de votantes a 17.325 electores en el estado Táchira.

9- Reducción de la infraestructura electoral
Para los comicios del 15 de octubre el CNE eliminó 75 centros de votación y siete mil mesas de votación. La reducción del número de mesas provocará que en algunos colegios electorales el promedio de votantes por mesa se ubique en 800 electores (el promedio nacional es de 535 personas por mesa). Si se registra una alta participación electoral el inusual número de electores en algunas mesas de votación pudiese complicar o impedir el ejercicio del voto. La reducción de la infraestructura electoral no fue informada a los ciudadanos.

10- Infraestructura sesgada
La autoridad electoral mantendrá en estos comicios los centros de votación con nombres que hacen clara alusión a los mensajes de campaña del chavismo. Para el 15 de octubre funcionarán centros que tienen por nombre “Chávez vive, la lucha sigue”, “El legado de Chávez”, “Pura sangre de Chávez”, “El ingenio de Chávez”, “Siguiendo la revolución, el ideal de Chávez y Bolívar”, “Comandante Eterno Hugo Chávez” ó “Con Chávez y Maduro” por citar solo los ejemplos más representativos.